Todo fue muy rápido, en cuanto la mucama se volteó, Confirmación le disparó en el cuello con el arma metálica, y esta estuvo a punto de caer al suelo, Hoseok la detuvo al tiempo que salía de su escondite.
- Hay que dejarla en su cama, no llegó a vernos, tal vez mañana no lo recuerde.- habló al tiempo que tomaba la mochila del suelo.- Hay que apurarnos.
- Sabes dónde está su habitación?
- No... -se lamentó Ímogen.
- Pongamosla frente a la televisión, preparemosle una pizza y pongamosle una película, que parezca que se quedó dormida a medio verla. -opinó Hobi.
- Es buena idea, hagamos eso. -dijo tomando también su mochila, Hoseok se subio la mucama a la espalda como una bolsa de papas.
Tardaron media hora en deshacerse de la mucama, luego siguieron con lo suyo.
- Según los planos, la computadora de nuestro niño está justo... -Ímogen abrió una puerta, dando paso a una luz roja y salvaje que teñía toda la habitación de un carmín sanguíneo.- Aquí.
Hobi tardó un momento en asmiliar que el cuarto no era una sala de tortura lleno de sangre ni nada por el estilo, y se tranquilizó al darse cuenta de que su mente le había jugado una mala pasada y este solo era un cuarto muy perturbador.
- Qué es... Esto? -dijo apuntando al lugar.
- Es para revelar fotos viejas. - explicó ella al tiempo que entraban.- No estoy muy segura de cómo funcionan, pero es eso.
- Mi vida en una oración. -murmuró Hobi pasando la vista por el lugar, efectivamente, en una mesa había un contenedor con fotos puestas en remojo, y por el lugar cruzaban hilos de los cuales colgaban imágenes.- Esto es escalofriante.
- Mejor hagamos esto rápido. - dijo apoyando la mochila en un estante.- Saca la computadora.
Pasaron dos largas horas en las que solo se oía el teclear de la notebook conectada a la computadora, mientras que Hoseok e Ímogen tarareaban Somewhere Over The Rainbow una y otra y otra vez.
- Cuánto falta?
- Siete.
- Siete qué?
- Seis.
- Muy graciosa.- murmuró Hobi, se paseó por la sala, mirando las imágenes.
Autos viejos, paisajes y mujeres en bikini, todas eran imágenes de los ochenta, y llevaban escrita la fecha.
Una en particular llamó su atención; era un hombre asiático jóven posando junto a dos mujeres. El hombre le resultó conocido, por lo que leyó el reverso.
"Para mi mejor amigo Swoh, los mejores deseos para tu viaje en Seúl!"
- Mad y Mal Jackson.Swoh? El nombre le era condenadamente familiar, solo que no sabía de dónde. Mad y Mal Jackson, las gemelas hermanas de Matthew Jackson, a esas las tenía fichadas.
- Ya está, vayámonos.- Ímogen comenzó a guardar las cosas.
Lo pensó dos veces y arrancó la imágen guardandola en el bolsillo, tomó su mochila y se apoyó en la mesa esperando a su compañera.
Ímogen terminó de empacar, luego lo miró y tardó exactamente dos segundos en sonreír como cínica.
- Nos vamos? -dijo dirigiéndose a la puerta, Hobi la siguió con desconfianza.
- Cómo salimos?
- De la misma manera que entramos, no es obvio?
- Pero como desenganchamos la sogam- Ímogen frunció el seño, repensando su siguiente desición, lo miró como si estuviera decidiendo si decirle o no algo muy importante. - No vamos a dejarla colgada, no?
- Claro que no. -suspiró mientras miraba hacia afuera de la ventana y se frotaba los guantes.- Podemos bajar sin cuerda, solo... Yo que sé, saltemos?
Hobi estuvo a punto de replicarle que esa era una pésima idea, pero ambos oyeron los pasos de la mucama, giraron el cuello tan rápidamente que se oyó el crujido de sus huesos.
Ímogen no perdió tiempo y lo empujó por la ventana, como si no estuvieran en un segundo piso.
No grites, no grites! Hobi agradecía tener muchísimo autocontrol. Cayó a suelo de rodillas, y se estampó la cara contra un arbusto, a su lado cayó Ímogen, no mejor que él, era un milagro que siguieran con todos sus huesos.
Se levantó sintiendo el crujido de su columna, ella tiró de el hasta que cayeron uno encima del otro. Justo a tiempo para evitar que la mucama los avistara al asomar por la ventana.
- Hay que irnos, ahora.
- Me empujaste por la ventana!
- No había tiempo!
- Pude haber muerto!
- Pues yo también salté! -dijo tirando de él dentro del laberinto, corrieron bordeando el lado izquierdo, tal como habían hecho para llegar.
Salieron y corrieron directamente al portón, el ladrido del perro ya despierto los alertó.
- Corre! -Ímogen se impulsó y de un salto se colgó del portón, fuer adel alcance del perro.
Hoseok no tuvo la misma suerte; el feroz animal atrapó su tobillo, se colgó del portón y pateó su hocico ignorando el dolor. El perro al fin lo soltó y terminó de trepar hasta caer del otro lado, rodando por el suelo.
- Lo siento amigo. -le susurró al perro mientras cojeaba a toda carrera.
- Estás bien? -ella pasó su brazo debajo de su hombro mientras lo ayudaba a caminar.
- Si, solo fue una mordida, no creo que me haya hecho mucho daño.
Ambos se diriguieron a la camioneta a paso apurado, subieron amparados sólo por la luz de la lámpara cercana, habían terminado.
- Yo le doy un ocho de diez, tú? -dijo levantando la manga del pantalón, ella dió un volantazo.- Joder, estoy sangrando.
- Hay vendas en la guantera. -dijo con una sonrisa.- Ay, Hoseok, qué sera de ti...
- A qué te refieres?
- A que no sirves para estos trabajos, pero hiciste un buen trabajo. -palmeo su hombro y siguió conduciendo en silencio.
La ruta era oscura, y la vuelta en camioneta fue mas que victoriosa, la misión había sido un éxito, e Ímogen ahora estaba un paso por delante del hacker.
Porqué?
Porque Hoseok era idiota, oh, si que lo era, era tan idiota, que a Confirmación se le hizo muy fácil sacarlo del juego. Tachó de su lista mental a J-Hope, el pobre estaba arruinado.
Con sólo seis contrincantes mas, centró su vista en su próximo y mas vulnerable objetivo; Park Jimin.
El mas mujeriego de los seis, cuánto tardaría Jimin en caer frente a ella?
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The [Fuck Off] Plan
FanfictionLos ocho mejores y mas buscados criminales fueron convocados a una prueba. ¿La recompensa? Mas dinero del que necesitarán jamas en sus vidas. ___________________________________________________ - Hasta donde yo sé, solo se conocen dos cosas sobre e...