22. La niña perdida

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- Yo... Yo no me siento bien, me iré a dormir. -Jimin se levantó de la mesa cuando no pudo mas, habían pasado veinte minutos comiendo en silencio, y la mirada de Ímogen lo destrozaba lentamente.

Sabía? No, no podía saber, era imposible.

Pero era Confirmación, de seguro había buscado por tierra y por mar.

Se cubrió la cara con las manos, sentía cómo el pecho le pesaba. Qué iba a hacer ahora? Ninguno de los demás sabía quien era la niña, así que nadie tenía porqué enterarse.

Se metió en el baño y se enjuago la cara con el propósito de despejarse, sin mucho resultado. Al alzar la vista al espejo, casi tuvo un paro cardiaco.

- Dolor de cabeza? Te traje un analgésico.- Ímogen lo miraba por el reflejo, apoyada en el marco de la puerta. Le tendió la mano con la palma extendida y la pastilla en el centro.

Jimin la tomó con muchisimas dudas en la mente, y la miró a los ojos.

- Gracias. - ella asintió, apuntó al lavabo como diciendo "Anda, trágala".

Obviamente no quería tragarse esa pastilla.

No actúes extraño, no des sospechas.

Trágate la puta pastilla, Jimin.

Sin pensarlo dos veces, se la llevó a la boca y la escondió bajo la lengua. Pero Ímogen le tendió un vaso con agua.

Lo estaba desafiando con la mirada, y él supo que si no se tragaba la pastilla, estaba mas que acorralado.

- Es solo un analgésico, idiota.- dijo apurandolo.

- Claro, si. -se bebió el agua, intentando no tragarse la pastilla, pero fue en vano, sintió la pequeña cápsula bajar por su garganta.

- Estarás mejor en la mañana, buenas noches. -murmuró ella saliendo del baño.

En cuanto oyó sus pasos en la escalera, cerró la puerta y se inclinó sobre el lavabo.

Algun vez se forzaron a vomitar? Para él, fue la sensación mas horrible del mundo, incluso peor que recibir un disparo, estaba asqueado, sentía el sabor horrible de la bilis en toda su garganta, y le daban arcadas de recordar la sensación de sus dedos en la garganta.

Bebió agua y se enjuago la boca en vano, tenía ganas de llorar.

- Cuando me puedo ir?

- Volveré mañana, lo prometo.

- Quiero ver a mi mamá!

- Tu mamá está muy lejos, y no puede verte hasta que termine unos trámites.

- Entonces a papá!

- Papá te está buscando, estará muy feliz cuando te vea, lo prometo.

- No me quiero quedar sola, me da miedo la oscuridad...

- Niña, te prometo que volveré mañana y no volverás a estar sola.

Cómo había podido ser tan estúpido? Había dejado a esta niñita a morir, la había matado de una manera lenta y dolorosa, la había matado de hambre, de frío y de miedo. Y esa era definitivamente la peor manera de morir.

Estaría aun su cuerpo en el pequeño corral abandonado? Tan solo imaginárselo le daba escalofríos.

Qué haría Imogen cuando se enterara de que él era el responsable de la muerte de su hermanita? Lo mataría? Lo torturaria?
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Jungkook miraba con recelo cómo Matthew e Ímogen reían sentados en la mesa del restaurante de comida mexicana.

Ugh, se ven tan empalagosos.

Encendió un cigarrillo mientras se apoyaba en la moto, esta iba a ser una larga noche.

Revisó su lista mental de cosas; necesitaban el camión, necesitaban a Matthew y necesitaban el sistema.

Por la manera en que el chico miraba a Ímogen mientras le acariciaba la mejilla, ya tenían a Matthew. Aunque en lo personal, Jungkook prefería no tenerlo.

Tae estará avanzando con el sistema? Jungkook no era un genio en materia informática, pero algo sabía. Habían hecho bien en comprar un nuevo módem y cambiarle la ubicación, de esa manera, si la policía los interceptaba no sabrían dónde buscarlos.

The [Fuck Off] PlanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora