La pregunta nadaba en su cabeza tan a gusto como un pez. Era evidente quien la había escrito, sería estúpido no darse cuenta, pero confirmar sus sospechas era doloroso. Nada podía hacer al respecto además de intentar detenerlo y ganar. Mucho peso había sobre sus hombros, no siempre lo que haremos será lo que nos guste, sin embargo, son necesarias. No tenemos que cargar con las decisiones de otros pero, esta vez, algo más estaba en riesgo, tenía ese sabor amargo en la boca. Además... Sus amigos y ahora Jolie sufriendo en un futuro cercano. La furia invadió su ojos como niebla, su familia no iba a pasar por esto. Si alguien tenía que arrastrar con la pena sería él.
—¿Qué haremos?—preguntó Alya consternada. Su vista era fija al piso.
—Ustedes nada. Yo lo haré.
—Adrien, sabes que no te dejaremos en esto solo—Nino puso la mano en su hombro. Ninguno de ellos había conservado sus miraculous, y lo agradecía. No más riesgo para ellos—. Buscaremos la forma de ayudarte.
—Aun debo buscar algo dentro de mi casa. Tiene el miraculous de Marinette.
El cansancio era evidente debajo de sus ojos, los días sin dormir le estaban pasando factura, temía que su padre le quitara el anillo dormido. Escuchaba sus pisadas andando por la casa. Dos días desde que había hablado con Jolie. Llegó en el atardecer a su casa, estaba vacía o eso creyó hasta que Gabriel lo sorprendió en su cuarto. No cruzaron ni una palabra, Adrien solo salió de la habitación de su padre con el rojo en su rostro y puños cerrados mientras Gabriel lo seguía con la mirada, igual no había encontrado nada en especial.
Pero hoy sería el día. Gabriel tenía una importante reunión de su trabajo. Le dijo a su padre que terminaría la tarea que Natalie le encomendó. Volvió a estudiar en casa, su padre no estaba de acuerdo con que pasara su último año ahí, pero era lo menos que le molestaba ahora.
—¿Fu no puede hacer nada para ayudar?—miró con angustia Nino a su amigo.
—Me dio muchas respuestas cruciales. Eso fue de mucha ayuda. Me consiguió tiempo con el tiempo.
—¿Qué?—preguntó Nino haciendo una mueca.
—Al parecer, Fu tiene cierta amistad con el tiempo—respondió Alya—. Marinette se dio cuenta de sobre Hawk Moth gracias a Wang Fu. Relacionó lo distante que era con el resto del mundo. Y era muy extraño que desapareciera a menudo y en el momento exacto de la crisis. Todos nuestros compañeros, incluyéndome, fueron akumatizados. Quizás sospechaba de ti, Adrien. Y de Marinette.
Era una probabilidad.
—Creo que lo que más me preocupa es que mi papá muera. Plagg me contó la historia de un chico de los años sesenta llamado Kevin. Al principio usaba el miraculous para hacer el bien, a pesar de eso, lo golpeaban en su forma civil. No pudo contenerse y asesino a uno de los chicos —sus amigos lo observaban con atención—. Después de eso, escapó. Utilizaba sus poderes para robar, descubrió que le agrada que la gente le temiera. Mataba a personas inocentes, ya no podía más consigo mismo y la culpa luego de que Plagg lo hiciera entrar en razón. Estaba tan dañado por lo que hacía que tomó la decisión de quitarse la vida y renunciar al anillo... Temo que mi papá no quiera hacerlo... Renunciar a los prodigios.
—¿Por qué no querría?—cuestionó Nino casi en susurro.
—Es un hombre que jamás deja nada a medias. Si debe destruir a alguien a mitad de camino, lo hará.
Cada uno quedó sumido en sus pensamientos. Era robarle el miraculous o hacerlo entrar en razón. Y las dos eran igual de complicadas. Gabriel necesitaba el miraculous del gato para equilibrarlo junto con el de la mariquita. Quien sabe que podría hacer con el del pavo real, el que había poseído su madre.
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Promesas. {MiraculousLadybug}
FanfictionLo sellaste con una promesa, necesito que la cumplas, no puede haber solo un oscuro y frío vacío como el final de tu vida, Chat. Posiblemente no me escuches, pero quiero que sepas que estoy aquí, soy solo viento, pero aún estoy para hacerte resp...