O54 | ☁ STILES STILISNKI

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   Imaginemos a dos personas atraídas físicamente muriendo de deseo por tener un poco de contacto físico impedido por sus parejas ¿Listo? Ahora imaginemoslos bajo el efecto del  alcohol. ¿Cual es el resultado?


-¡Vamos Stilinski es la última noche en Seattle, diviértete!-dice Amelia bailando al ritmo de la música mientras Stiles admiraba cada parte de su cuerpo.

-¡Le dije a Lydia que no haría ninguna estupidez!-Grita para que pueda escucharlo.

-¡Yo también le dije a Scott, pero no estoy haciendo nada malo, solo estamos bailando Stiles! No harás ningún crimen.-dice mientras el chico observa como el escote de su vestido se mueve un poco. Y fue ahí donde perdió el control. Acomoda el vestido siendo respondido con una sonrisa. Ninguno estaba en sus cinco sentidos. 

Y con el pasar del tiempo el alcohol tomaba cada vez más el control de ambos haciendo que se acerquen más y cada vez bailen más cerca. Hasta que ninguno aguanto y se besaron.

Dejaron de lado que Amelia estaba casada con su mejor amigo y que Stiles estaba casado con su prima Lydia. Solo eran ellos dos besándose intensamente.

Se separan mirándose a los ojos para volver a atacar sus labios.

Veinte minutos después estaban en el hotel caminando torpemente por el pasillo hasta llegar a la habitación de Amelia, abren la puerta torpemente para dejarse caer en la cama mientras Stiles recorría las piernas de la chica sin separar sus labios.

-Stiles-gime para sentarse dejando que el chico quite su vestido y ella pueda quitar su camisa, desabrocha sus jeans para sentir como Stiles repartía besos en su clavícula y acariciaba sus pechos. El no traer sostén le encantaba a Stiles. Lydia jamás usaba.  

Mientras tanto Lydia y Scott tomaban el celular comenzando a llamar a su respectiva pareja. 

Quitan sus últimas prendas para unir sus cuerpos, toma las manos de Amelia para dejarlas sobre su cabeza y comenzar a entrar en ella con firmeza recibiendo gemidos continuos de ella.

 La besaba con pasión comenzando a acelerar sus embestidas, suelta sus manos para sentir como se aferraba a el encajando sus uñas en su espalda provocando que gruña levemente y se acerque a besarla. Hasta que llegan al orgasmo, con una ligera capa de sudor cubriendo sus cuerpos se acercan a besarse, pero esta vez suavemente, para después acostarse a su lado dejando que coloque su cabeza en su pecho para sentir como dibujaba un corazón en su pecho desnudo y su respiración se hacia más tranquila, igual que con el.

Suspiraron frustrados para hacer un último intento de comunicarse con ellos, al menos para saber si estaban bien. Sin embargo, su llamada no fue respondida.


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