XXV

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-¿Estás seguro?.- Jimin caminaba detrás de su amigo.

Taehyung volteó un poco mientras arqueaba una de sus cejas y el rubio le regaló una risa burlona y se posicionó a un lado del chico.

-Me quiero asegurar que no hagas algo de lo que te puedas arrepentir.- Le encantaba revolverle el cabello a su amigo.

La señora Soo se encontraba mirando con demasiado interés el reloj que se encontraba en la cocina, faltaban cinco minutos para el mediodía, el timbre se encargó de que dejase de mirar aquel artefacto. Estaba consciente de que se encontraba algo sola, cada uno estaba en sus asuntos, por un momento pensó que era Jimin junto a Taehyung, que habían olvidado sus llaves, pero gran sorpresa se llevó al ver quién era la persona detrás de esa puerta.

-Soo...- El hombre castaño abrazo con demasiada fuerza a la anonadada mujer.

-Jincheol.- Ella hizo más fuerte el agarre.

Aquel hombre seguía tal cual le recordaba, peinado algo revuelto y con la frente descubierta, su mirada seguía transmitiendo calidez, y ese sonrisa que de vez en cuando salía, era tan especial y perfecta. No tenían noción de lo que pasaba a su alrededor, tan fue así que se unieron en un cálido abrazo; ignorando que dos menores les miraban fijamente, hasta que cierta voz familiar les hizo saber que ya no estaban solos.

-Es el hombre extraño de la librería... - El chico rubio había soltado sin previo aviso.

Taehyung observó a su amigo esperando más información de su parte pero el hombre le interrumpió. -¡Hey, Jimin!, ¿qué tal va todo?.- El hombre le habló amablemente.

-Lamento que hayan visto esto chicos, después hablamos, ¿sí?.- La señora Soo estaba más que roja y nerviosa.

-Yo no lo lamento.- Jincheol soltó mientras mostraba una pequeña sonrisa.

-Oh, mejor nosostros nos vamos... ¡diviértase señora Soo y compañía!.- Taehyung comentaba mientras jalaba a Jimin.

La escena fue algo divertida, Jimin no quería ir con su amigo, le decía que tenían que mantenerse cerca y una vez fuera del campo de visión de los mayores, se fueron al pateo trasero, ese lugar ya era casi exclusivamente para charlas.

Taehyung debemos entrar!.- Jimin trataba de abrir la puerta pero estaba siendo bloqueada con el cuerpo del muchacho de párpados desiguales.- ¿Cómo es posible que te tomes las cosas a la ligera?, usaría mi magia pero...- Se detuvo en seco.

-¿Pero, qué?, y no me vengas con mentiras.- Taehyung tenía esa mirada seria que en algunas ocasiones llegaba a dar miedo.

Jimin trago en seco, había metido la pata, pero Taehyung era su mejor amigo así que accedería a contarle.

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-Yugyeom...  reacciona...-Bambam agitaba un poco el cuerpo del chico.- ¡por favor ayúdalo!

Jungkook se encontraba en una esquina mal herido, mirando la escena con algo de pena.

-Trata de tranquilizarte, ¿vale?, me acercare a revisarlo.-hablaba mientras caminaba con demasiado cuidado, al mismo tiempo que se tragaba el maldito dolor que estaba sintiendo.

-Me hablas como si fuera un animal rabioso o algo por el estilo.- Bambam bufó mientras se alejaba un poco del cuerpo del chico.

-A decir verdad, estás comportándote como uno.- Jungkook soltó sin pelos en la lengua.

Le dedico una fulminante mirada, para después regresar a revisar al muchacho, tenía bastantes heridas en todo el cuerpo, unas más graves que otras; como pudo le cargo entre sus brazos y salió de la habitación sin decir algo al respecto. Bambam estaba a punto de salir atrás de él, pero bruscamente fue detenido por Jungkook.

-No saldrás de aquí.- Se reincorporó y miró fijamente al chico de mechones rojizos, mostrándole sus colmillos.- ¿¡acaso no estás viendo la magnitud del problema?!, ¡casi le matas!.

Jungkook no sabía de donde estaba sacando fuerzas, el orgullo de su lobo estaba herido por el hecho de que una quimera le partió el trasero ó porque ese chico casi mata a su mejor amigo; estaba seguro de que eran ambas.

-No fue mi...- Le cortó inmediatamente

-No quiero escuchar nada, absolutamente nada, ¡no saldrás de esta maldita habitación y si quieres hacerlo no dudaré en matarte!.- Ahora estaba dejándose llevar su lado salvaje que por el racional.

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»-¡No saldrás de está maldita habitación y si quieres hacerlo no dudaré en matarte!

Taehyung reconoció automáticamente la voz de su lobo, así que sin pensarlo mucho cambio a su forma coyote, estaba apunto de entrar pero una luz azul petróleo lo detuvo.

-Taehyung, no tienes que ser un descuidado de primera, déjame entrar primero a mí.- El chico observaba con total impresión al rubio.

Jimin sin vacilar abrió la puerta de aquella habitación, y rápidamente hizo un movimiento de manos, para después adentrarse más.

-¡Ven a ayudarme, Jungkook está herido!.- Realmente se quedó sorprendido por lo rápido que entró a la habitación al escuchar eso.

El pobre muchachillo se encontraba sudando a más no poder, y sin poder evitarlo resbalan de su mejilla algunas lágrimas traviesas. Taehyung se acercó a él, ahora su cabeza reposaba en sus piernas, el pobre estaba pasando por un dolor insoportable, el cual tardaría algo en pasar.

-Yugyeom... - Balbuceaba Jungkook con dificultad

Taehyung se percato del joven que había mencionado Jungkook  y casi regresa la poca comida que tenia en el estomago, su estado era tan abrumador que era irreconocible y ni hablar de la agonia que estaba experimentado. No se la pensó mucho y lo tomo entre sus brazos, lo dejaría en un lugar seguro.

-Tae, yo me encargo.- Jimin habló de una manera tan agotada que le preocupaba y tomo al menor.

No protesto, sabía que no valdría mucho hacerlo ya que ambos eran tercos y lo único que harían era perder el tiempo en vez de encontrar una solución; en menos de lo esperado el cuerpo inconsciente de Jungkook yacía en el regazo de Taehyung, no quería dejarle, así que prefirió quedarse en aquella habitación con él.

Bajo apresuradamente junto a su amigo, su corazón volcó al ver al hermano menor de Jackson teniendo un ataca de hiperventilación, el señor de la libreria y su tía se veían bastante preocupados.

-¿Qué sucedió?.-  La señora Soo estaba al borde del colapso

Se acercó un poco y al analizar tenían claro que realmente estaba demasiado jodida la situación respecto al pobre Yugyeom.

-No creó que él...- Se detuvo porque el llanto le venció.

Esas palabras bastaron para que toda se fuera a la mierda, Jimin se levantó y sacó su celular, tenía que avisarle a los chicos.

-Tienen que venir lo antes posible, los necesito aquí, ahora.

«Outsiders» |YoonMin| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora