¿Axel enamorado de Sally?

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Sally giro su torso en dirección a Axel mientras tocaba su cara con suavidad.

~¿Crees que soy una mala persona? Preguntó el joven abrazándose de si mismo.

~No lo creo, para mí eres el mejor. Sonrió con suavidad.

~Debo comenzar a madurar y dejar de lado mi vanidad. Ahora que soy el rey debo dejar de comportarme como un niño pequeño y lograr que mi padre se sienta orgulloso de mí. Quiero que me vea de la misma forma en la que ve a Hugo.

~Yo creo que eres mejor que Hugo, ¡así que no te subestimes! Dijo acercándose aún más a él.

Axel giro su cara y notó la proximidad de la joven. El joven rey bajo la mirada con pena, sin embargo Sally levantó su cara y se abalanzó a él para darle un beso.

Axel solamente se quedó estático, mientras la joven se pegaba aún más a su cuerpo.

La intensidad del beso comenzaba a aumentar, haciendo imposible que Axel pudiera separarse de Sally.

Hugo caminaba por los alrededores del castillo. Se encontraba preocupado por la salud de Sofía y pensaba pedirle a su hermano que la visitará. Estaba dispuesto a olvidar su rivalidad con él por la felicidad de su amiga, sin embargo, sin previo aviso, una desagradable escena apareció frente a sus ojos.
Sus puños comenzaron a cerrarse mientras recordaba el rostro sin alegría de Sofía. Así que, lleno de furia interrumpió el beso.

~¡Axel!, Gritó haciendo que ambos jóvenes se separaran.

~¿Qué ocurre? Contestó con naturalidad.

~Veo que estás muy ocupado, pero la salud de Sofía es crítica. Hace unas horas llegó una carta informando sobre su estado. Aunque parece que no te importa, ya que la encontré en la basura de tu estudio.

Axel hizo una cara de extrañeza y Sally le tomó la cara con cariño.

~Tal vez, la carta resbaló en la basura.

La realidad era que la señora Raquel la había tirado a propósito para darle a su nieta un tiempo a solas con Axel.

~¡Debo ver a Sofía de inmediato!

~¡No lo harás! No después de lo que acabas de hacer.

~¡No te metas conmigo Hugo! Ella es mi prometida, no tuya ¡Quiero que lo recuerdes!

Hugo dió un paso en retroceso y Axel corrió al establo.

~¿Podría alistarme un caballo? Necesito llegar a Encantia lo antes posible.

~Claro su alteza.

~¿Tienes que irte ya? Sofía estará bien, seguro que no es más que una pequeña indigestión.

~Hace días que la veo mal, ¡no intentes detenerme Sally!, su salud es lo más importante para mí.

Sally solo pudo observar como Axel emprendía el vuelo con dirección a Encantia. Ella no podía hacer más que verlo irse a lado de Sofía. A pesar de que ella muriera, él seguiría amándola, tal vez el plan de su abuela no daría resultados.

Unas horas más tarde, el audaz príncipe dió un salto de su caballo para dirigirse hasta la habitación de su prometida.
Al entrar observó a Amber y a su madre cuidando de la joven.

~Que bueno que llegas... Sofía ha preguntado por ti toda la mañana. Reprochó la rubia.

~Vine apenas me enteré, Hugo me lo hizo saber hace unas horas.

~Él estuvo aquí toda la mañana, Sofía se encontraba muy feliz con su presencia, por desgracia tuvo que marcharse. Habló Miranda observando cómo el pelirrojo apretaba los puños.

~Mamá...¿Esta Axel aquí? Susurro Sofía sin fuerzas.

~Aquí estoy mi pequeña. Contestó el jóven con cariño.

Sofía sintió su mano y soltó una sonrisa resplandeciente.

~Sabia que vendrías, Hugo me prometió que lo harías.

~¡Vaya chico! Titubeo sin quitar la mirada de Sofía.

~¿Te quedarás a mi lado? No quiero que te separes de mí. Volvió a hablar apretando su mano con fuerza.

~Siempre, siempre estaré contigo. Lo supe desde la primera vez que te ví.

~Creo que los dejaremos solos. Habló Miranda sacando a su hija mayor de la habitación.

Sofía y Axel se miraron a los ojos y la princesa comenzó a llorar.

~Las fuerzas me abandonan y no se por qué... Hace unas semanas me encontraba de maravilla. Quiero decirte algo que me parte el corazón, sé que no sobreviviré y me gustaría que buscarás a otra mujer para compartir tu vida. Solamente quiero que seas feliz y no te amargues por mí. Sollozo tomando su mejilla.

Axel comenzó a llorar amargamente. Su linda Sofía, la mujer por la que había arriesgado tanto, estaba sumamente enferma. “No te dejaré" grito abrazándola con fuerza. “No lo haré Sofía".

Sofía sonrió con melancolía sin poder dejar de llorar. Fue así que Axel volvió a su castillo queriendo no hacerlo.

~¿Cómo se encuentra Sofía? Habló Garrick al verlo entrar.

~Muy mal, jamás creí verla en tan mal estado.

~No comprendo porque la vida es así, siempre se lleva a las mejores personas.

~¡No digan más! Sofía no va a morir. Gritó Hugo al otro lado de la habitación.

~Sofia me dijo que...quiere que sea feliz, pero yo no puedo hacerlo.

~¡Claro que no! No después de todo lo que han pasado, serias un idiota si la dejaras en un momento tan crítico. Reafirmó su hermano.

~¡Ya déjame Hugo! Tú sabes cuanto la amo.

~Campeón... Axel se encuentra muy estresado, ¿Por qué no vas a tu habitación?

Aunque no estaba conforme, Hugo asintió y dió media vuelta.

~Ahora que no está Hugo quiero hablarte de algo muy delicado.

~¿Algo más delicado que esto?

~Llego una carta del parlamento, no debemos olvidar que eres el rey y es necesario que tengas descendencia para poder seguir con nuestro linaje real... Y dado que Sofía esta enferma, pues... El parlamento sugiere que...

~¿Qué sugieren? Tartamudeo.

~Sugieren que busques una nueva prometida, una mujer sana, que pueda darte su apoyo y un hijo.

~¡No lo haré! Jamás dejaré a Sofía. Gritó lanzando los papales que habían sobre el escritorio.

~Sabia que dirías eso, yo tampoco estuve de acuerdo y pedí que te dejarán pensarlo.

~¡No hay nada que pensar! Además ¿Quiénes son ellos para decidir mi vida?

~No lo harán si tú no lo permites, pero todo depende de ti, además... Ellos sugirieron que Sally, dado que se convirtió en una princesa y que es parte de nuestra familia, podría convertirse en la mejor opción.

~Sally... Ella es maravillosa, pero no podría hacerlo, ¡es como una hermana para mí!

Sally se encontraba escuchando detrás de la puerta y un sollozo salió de su boca, haciendo que Axel y Garrick se alertarán.

~¡Sally! Gritó Axel corriendo detrás de ella.

~¡Déjame Axel! ¡No me sigas!

~Yo no quería decir eso... Sabes que te aprecio mucho.

~Tu me aprecias, pero yo te amo y no se compara lo que tú sientes por mí a lo que yo siento por ti.

Atrapada en el amor  (Sofia y Axel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora