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A Jesse le gustaban las letras, y los primeros dos días en los que sus padres estaban disfrutando de ese bello viaje de ensueño, le habían servido para poder expandirse y escribir un poco, algo que estaba disfrutando verdaderamente, por cierto.
La mayoría de sus escritos, eran muy, muy cortos. Y trataban de amor, y aunque en cierto modo le había cansado escribir sobre ese tema, al mismo tiempo lo adoraba. Pues le recordaba a Lukas. Aquel chico que, se atrevía a decir, le había tocado el alma.
Al mismo tiempo, el rubio se sentía igual. Por más que quisieran, no llegaban a ser tan cursis, pero de algún modo se entendían, y cuando muy rara vez se les salía lo empalagosos, era mínimo, pero lindo. Algo normal.
Y la castaña se encontraba escribiendo, estaba tan concentrada, que maldeció cuando su celular empezó a sonar y vibrar en su buró. Lo odiaba. Tonta superficie de madera que hace que se sienta un terremoto literario en sus pensamientos, y que toda la inspiración se le escape por los dedos como si de agua se tratase.
—¿Aló? —no pudo evitar que el tono molesto se le notara.
—Uh, perdón, Grinch —dijo Olivia al otro lado de la línea, conocía suficiente a su amiga para saber que le había molestado—. ¿De nuevo andas con el corazón en la mano, plasmando tus cursis sentimientos?
—Ja, ja, qué graciosa.
—Bien, ya paro —contestó con una ligera risa—. ¿Irás a lo de Aiden?
—¿Es hoy? —lo había olvidado por completo.
—Jesse, está bien que Aiden te caiga mal, pero vamos, no puedes olvidar el día de la fiesta anual más increíble de nuestra generación.
—Apoyo la idea, apuesto a que hasta los marcianos saben de lo que hoy se celebra en la bonita Tierra —dijo una tercera voz.
—No pensé que estuvieras con Axel —comentó—. Realmente no pensaba ir...
—Ni nosotros —confesó Olivia—, pero tu caballero en armadura dorada le llamó a Axel para preguntar si tú irías. Lukas pensó que estarías con nosotros y que juntos iríamos a la fiesta —su amiga paró de hablar, como dudando en decir algo o no.
—Olivia, sabes cómo se ponen esas cosas de locas. ¡Conoces a Aiden mejor que yo!
—Eso es dudable, señorita Conozco A Aiden Desde Hace Siete Años Y Otros Lo Saben Pero Ustedes No Porque Los Odio.
—No puedo creer que Lukas les haya dicho eso.
—No fue Lukas —Olivia parecía tener un tono brusco. Y eso le habría preocupado a Jesse, pero se quedó pensando en que no había sido Lukas quien le dijo.
¿Acaso Aiden se había atrevido...?
—Es algo que da completamente igual —le quitó importancia.
