4. Sight.

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Jesse estaba emocionada

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Jesse estaba emocionada. Empezaba un nuevo semestre, el tercero, para ser exactos. El estudiar Administración de Empresas la llenaba, muchas de las veces sentía que había nacido para ello, y le hacía feliz poder dedicarse a lo que en verdad quería.

Más sin embargo, había que aceptar que la primera semana de cada semestre era primordial para empezar a organizar libretas, portafolios, y temer por trabajos finales que siempre eran los más importantes.

Desde que había entrado a la Universidad, Jesse había corrido con la suerte de seguir viendo a sus amigos, ya que tanto Olivia como Axel, habían logrado ingresar a la misma que ella, pero en diferentes carreras. Olivia estudiaba Ingeniería en Telecomunicaciones y Axel Arquitectura, pero al último le iba fatal en su carrera, pues no se le daba, pero su padre quería que fuera arquitecto.

Pero sólo tenían una clase juntos: Cálculo lll.

El trío de amigos entró al salón, tomaron sus respectivos lugares y hasta el pase de lista se dieron cuenta de que el grupo de Aiden, habría quedado en la misma clase que ellos.

Aiden solía molestar a la mayoría de personas a las que trataba; y, al igual que Olivia, el castaño estudiaba Ingeniería en Telecomunicaciones.

El tipo amaba presumir, ¿cómo no hacerlo? Era increíblemente inteligente, aunque no lograba superar a Olivia (que era la mejor de su facultad), solamente por décimas. Pero eso no era impedimento para presumir la mayoría de cosas que poseía.

Aiden y Jesse se venían conociendo desde ya hace tiempo, pero eso era algo que ni Olivia, ni Axel... ni siquiera el grupo de Aiden sabían, y era mejor dejar las cosas así.

—No puedo creer que nos haya tocado cursar con tremendo patán —Axel miró a Aiden, quien alardeaba -como siempre-.

—No es tan malo —dijo Olivia alargando la 'a' de 'tan'.

—Claro que lo es. No puede entablar una conversación normal contigo sin hablar sobre su 'gran casa' o de su 'increíble dinero'. Ojalá alguien le diera una lección. ¿O no, Jesse?

—¿Eh? —la chica había estado pensando mientras curiosamente miraba a Aiden.

—Aiden apesta, ¿cierto? —preguntó Axel.

—Oh, sí, es un gran torpe.

—Lleva promedio de nueve punto seis —interrumpió la morena.

—No tan torpe —sonrió incómoda Jesse.

—Buenos días —un hombre de al menos cincuenta años entró al salón, y su saludo fue correspondido por algunos alumnos—. Soy el maestro Ivor. A algunos de ustedes ya los conozco, a otros no... tengo el placer. Impartiré la materia de Cálculo lll, y los haré sufrir como nadie nunca.

Jesse sonrió. Vaya forma de presentarse. Tomó notas acerca de horarios, libretas, y especificaciones que aquel hombre pelinegro solicitaría a la hora de entregar trabajos. Sin darse cuenta la clase habría terminado y en algún momento sus amigos habían comenzado a recoger sus cosas.

—Hey, hey, hey, ¿a quiénes tenemos aquí? —Aiden se acercó a su pequeño grupo y Jesse sólo rodó los ojos—. Sin rencores chicos, he decidido cambiar. Empezando por el trato que le doy a otras personas, ahora quiero ser más... amable —se detuvo y miró a su amigo Gill, quien estaba a su derecha—. ¿Qué haces aquí? Mi agua no se va a comprar sola, idiota.

El pelinegro salió del salón en busca de la bebida de su "amigo".

—Vaya trato amable —susurró Jesse sin mirarlo.

—¿Dijiste algo, Jesse?

Olivia miró disgustada a aquellos dos sujetos. Jesse nunca se expresaba del todo mal sobre Aiden, y aunque éste otro fuera el peor de todos con cualquier persona que fuera capaz de cruzar su camino, con Jesse jamás se había comportado mal. Era como si se tuvieran alguna clase de respeto mutuo.

—No —contestó cínica.

—Mira Jesse, si tienes algún problema podemos arreg...

—No, debemos irnos —la pelinegra interrumpió.

—¡Esperen! Queríamos presentarles a nuestro nuevo amigo —Aiden dejó ver a un tipo detrás de él. Se miraba tranquilo. Se miraba como una persona que no le hablaría a un tipo como el castaño—. Se llama Lukas. 

—... ¿Hola? —Axel, extrañado, saludó al sujeto rubio que se posicionó delante de él y éste sólo levantó la mano vagamente.

Respondió el saludo, se podría decir.

—Si... bueno, ¿y qué estudias? —Olivia cuestionó a ese chico que ni siquiera se había dignado a saludar bien.

—Chicos, no quiero cortar su amabilidad, pero debemos irn... —Jesse cortó en cuanto se decidió a dirigir la mirada a quién sea que fuera el sujeto que Aiden les estaba presentando tan extrañamente.

—Derecho —contestó el rubio.

Jesse juraba, juraba haber visto a éste sujeto antes, pero en esos momentos no lograba recordar cuándo y en dónde.

Nunca le había pasado algo como esto. Su rostro reflejaba total duda y en su cabeza todo era un completo lío.

—Si, nos vamos. ¿Jesse? —logró escuchar a su amigo pelinegro a lo lejos y volvió a la realidad. Se había quedado ensimismada por unos segundos.

—Vámonos —les dijo, y los tres amigos caminaron fuera del salón.

Llegaron al estacionamiento y se subieron al auto de Axel. Al ser 'apoyado' económicamente por sus padres, a pesar de que la carrera que le habían escogido era pésima, le habían concedido la oportunidad de tener un auto, y el chico no veía problema en llevar a sus amigas a sus respectivas casas, de todos modos le gustaba pasar tiempo con ellas.

—Eso fue extraño —dijo Olivia en el asiento del copiloto—. Fue... realmente inesperado, quiero decir: Aiden no es el tipo de persona que va y te presenta a sus nuevos amigos.

—Yo creo que estará tramando algo. Jesse, ¿tú qué piensas? —Axel no lo decía para no incomodar a su amiga, pero había notado que había estado vacilando desde que salieron del salón de clases.

—Siento que conozco a Lukas, amigos. Pero no logro recordar de donde... —susurró más para sí misma.

—¿Qué dijiste? —preguntó la morena.

—Nada —dijo de inmediato.

Algo era seguro, conocía a Lukas. Lo sabía. Ella recordaba haber visto ese rostro antes pero no lograba que su mente le dijera en donde. Jesse sabía que su memoria era muy mala, pero había cosas que era incapaz de olvidar y ese tipo... lucía verdaderamente extraño.

—Lukas parecía raro —soltó Jesse de repente.

—Se veía... agradable —contestó Axel—. ¿Escucharon que estudia Derecho? Su facultad está al lado de la mía. Quizá tenga la oportunidad de hablarle y decirle que tenga cuidado con Aiden.

—Yo concuerdo con Jesse, parecía raro. Ni siquiera saludó como lo haría una persona normal —dijo la morena mirando a su amigo.

—Tendrá sus razones.

Jesse miró por la ventana, y el resto del camino de regreso a sus respectivos hogares, los amigos estuvieron hablando de temas triviales.

Sleeping at Last | Lukesse | MCSM | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora