6. Smell.

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Ese día, las clases se le hicieron eternas a Jesse

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Ese día, las clases se le hicieron eternas a Jesse. Por algún extraño motivo, el hablar con Lukas al final de clases le había provocado algo de ansiedad, pero no lograba entender el por qué.

Un momento después, el timbre había sonado y ahora la castaña podría hablar con el extraño chico rubio que había estado presente en sus sueños.

—Hey, ¡Jesse! —la nombrada volteó nerviosa, ante el llamado de Olivia—. Te vengo llamando unas cuatro veces y al fin te apetece hacerme caso, ¿estás enojada o algo así?

—No, no, de ninguna manera —la chica le sonrió a su amiga—. Pasa que Lukas me acompañó a mi salón en la mañana, y antes de irse me dijo que quería hablar conmigo... ¿sabes? Me dejó pensando; tú, al igual que yo, notaste que actúa como alguien... raro.

—Pues...

—Realmente, ¿te cuento algo? Cuando lo vi por primera vez, creí que lo conocía, te juro que pensé que lo había visto en algún lugar, pero no era capaz de recordar en dónde —le confesó—, y la pregunta ni siquiera me dejaba dormir. A veces me lo encontraba por los pasillos, pero solamente le echaba una mirada y seguía mi camino como si nada.

—Jesse...

—Pero ayer, soñé con él. Fue extraño, digo, ¿quién sueña con el tipo extraño, que además pertenece al grupo de Aiden? Tú misma lo dijiste, se portó muy como nadie lo haría la vez que lo conocimos. Y por unos momentos consideré no hablarle para nada. Pero en mi sueño... no sé, fue inesperado.

—¿Entonces soy extraño? —la chica se detuvo y cerró los ojos, no podía ser cierto.

—No hablaba de ti.

—Oh —pronunció el rubio con tono sarcástico—. Entonces, ¿alguien más nos acompañó esta mañana hasta tu salón y te dijo que quería hablar contigo? Vaya coincidencia, ¿no crees, Jesse? —quizá solo había sido una idea errónea en la cabeza de la castaña, pero pudo haber jurado que el sonido de su nombre en los labios de Lukas había sonado casi... con desagrado—. ¿Ahora no dirás nada?

El rubio la estaba mirando de una manera en la que ni ella misma, ni Olivia y mucho menos Axel (que también estaban presentes) se imaginarían que Lukas pudiera hacer. Era una mirada un tanto pesada, con un sentimiento indescifrable.

—Lukas, perdón —la chica se arrepintió enseguida—. Es que... la manera en la que te comportaste había sido un poco...

—Extraña. Ya lo has dicho —le interrumpió—. No necesito que lo repitas, lo entendí. Como sea. Hasta luego Axel —se despidió del chico que había permanecido a su lado—. Olivia —hizo un movimiento de cabeza—. Jesse —le susurró al pasar a su lado, lo suficientemente cerca para percibir su olor.

Un olor, que solamente había percibido una vez en su vida.

Y a pesar de que habían pasado años desde que lo había hecho, podía reconocerlo en cualquier lugar. El olor de su padre, algo inigualable.

Eso le dio un golpe, directo al pecho. Su padre.

Sin detenerse de todos modos, siguió su camino, saliendo del lugar y yendo directo a su casa.

Sleeping at Last | Lukesse | MCSM | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora