Pasaron tres semanas, y Lukas fue dado de alta.
Pero no está de más decir, que le había dicho a Jesse que lo darían de alta hasta una semana después.
Actuaba raro, era más frío. Se cerró aún más de Joseph, pero también se había encargado de ello. Su abuelo creía que la relación de su nieto y la castaña había terminado, aun cuando no era así.
—¿Cómo sigue Lukas? —Génesis miró a su hija, preocupada. El estado del rubio había hecho que la salud de Jesse fuera para mal.
—No lo sé. Lo llamé en la mañana para avisarle que lo visitaría, pero me dijo que Joseph pasaría el día hoy con él. De todos modos, lo darán de alta hasta la siguiente semana.
—Hija, no puedes estar pensando todo el tiempo en él. Eres joven, y puedes salir a divertirte. Hace tiempo que no veo a Axel ni a Olivia por aquí, y ellos parecían ser mis otros hijos —la mujer soltó una risa—. Deberías llamarles.
—Si... tienes razón.
La castaña tomó su celular y marcó a sus amigos. Génesis tenía razón, debía distraerse. No podía seguir estando así. De cualquier modo, su novio estaba fuera de peligro y no tenía por qué preocuparse.
—¡Hasta que te apareces! —ahí estaba Olivia.
—Lo siento...
—¿Es Jesse? —escuchó la voz de Axel un poco lejana y sonrió.
Sus amigos le habían mensajeado esos días, pues no se daba el tiempo de verlos. Al visitar a Lukas al hospital cada vez que podía, sus recorridos diarios eran escuela-casa, casa-hospital, hospital-casa, y se repetía su rutina.
—¿Dónde están?
—En el centro, Olivia está escogiendo unos zapatos. Ya lleva horas —la castaña río al escuchar la voz cansada de Axel alargando la 'o'.
—¿Les parece si los alcanzo y vamos a comer?
—Me parece una increíble idea, chica. Nos vemos en un rato.
—Nos vemos.
Jesse colgó con una sonrisa y corrió a abrazar a su madre.
—Regreso en un rato.
—Claro hija, te veré para la cena.
La chica le plantó un beso en la mejilla a su madre y salió corriendo de casa. Le emocionaba estar con sus amigos después de centrarse un buen rato en Lukas.
Después de pasar un buen rato en un café, el trío de amigos salía del estacionamiento en el auto de Axel. Iban riendo y platicando de bobadas. Y nada podía hacer a Jesse más feliz, después de un tiempo de preocupaciones.
—Habrá una fiesta esta noche amigas, ¿no quieren ir? —en ese tiempo, Axel se empezaba a ambientar más al estilo de las fiestas y le gustaba, así que cada vez que podía invitaba a sus amigas, para que pudiera disfrutar un buen rato con ellas.
—Suena bien, ¿qué dices Jesse? —la castaña asintió desde el asiento trasero. No estaría mal. No tomaba desde lo sucedido con Lukas y ahora sentía una repugnancia al alcohol muy intensa. Sabía que no haría cosas que no.
—Sí, iré.
Axel se detuvo fuera de la casa de Jesse y la miró.
—Espero... esperamos que todo esté bien con Lukas. Pasamos por ti a las ocho y media, ¿vale? —Jesse asintió y bajó del vehículo.
Entró a su casa y corrió a abrazar a su madre.
—Me la pasé demasiado bien.
—Me alegra tanto escuchar eso, ya era hora de que quitaras esa cara de pocos amigos, linda.
—¿Me ayudas? —Génesis hizo un ceño desentendido—. Axel nos invitó a Olivia y a mí a una fiesta en un rato, quiero arreglarme con tu ayuda.
—Claro que sí.
Probaron distintos tonos de sombras, y al final la chica optó por usar un tono café que hacía que sus ojos resaltaran. Hoy era su noche. Al fin se sentía bien por sentirse como ahora.
—Jesse... —Génesis le llamó, al momento que le cepillaba el cabello. Eso le gustaba a la castaña, le hacía sentir una pequeña niña de nueve años nuevamente—. Por favor, hija, prométeme que nunca volverás a estar así por un chico. No tienes por qué.
—Si mamá, pero entiende que me sentía culpable. Tomé descontroladamente y él casi muere.
—Y aprendiste tu lección. Pero sé que no es la primera vez que él toma así, hija, y tú no tienes por qué hacerte responsable o sentirte culpable por un chico que ya es un adulto y que es capaz de tomar sus propias decisiones respecto a su bienestar y salud, ¿bien?
—Sí mamá —la chica se dio la vuelta y abrazó a su madre. No sabía cuanta falta le hacía abrazar a aquella mujer hasta que lo hizo.
—Bueno querida, estás lista y falta poco para que tus amigos vengan por ti. Diviértete mucho. Lo mereces —pensó—. Y otra cosa, hoy, yo iré por ti. Me llamas cuando salgas.
—Si mamá —como en la mañana, le dio un beso en la mejilla a Génesis y se despidió.
—Ah, ¡y recuerda que mañana viene tu papá de visita! ¡Saldremos a desayunar!
—¡Sí, mamá! —al abrir la puerta vio el auto aparcado de Axel y corrió a subir.
Después de un rato en la fiesta, bailando, cantando, haciendo de todo, Jesse fue al baño. No había tomado, y además habían encontrado a otros cuantos amigos con los que se estaba ambientando perfecto la fiesta.
Al salir, vio que una pequeña bolita se amontonaba justo en la entrada de la casa, y por mera curiosidad se acercó.
Sintió una enorme preocupación al ver el cuerpo mal herido del rubio. Tirado en el suelo, cual basura.
—¡Lukas!
ESTÁS LEYENDO
Sleeping at Last | Lukesse | MCSM | #1
FanfictionSerie de anécdotas que relatan la historia de amor de Jesse y Lukas. De inicio a fin. Universo Alternativo. Personajes pertenecientes a Telltale Games Series: Minecraft Story Mode ©. No se permiten copias ni adaptaciones.