21. Already gone.

190 18 7
                                    

Días después, la familia había permanecido en un profundo silencio, pues la salud de Génesis había empeorado: había caído en coma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Días después, la familia había permanecido en un profundo silencio, pues la salud de Génesis había empeorado: había caído en coma.

La doctora le dijo a Francisco que las probabilidades de que la mujer despertara eran totalmente nulas, fue cuando el hombre decidió desconectarla y darle fin al sufrimiento de la mujer con la que había compartido tanto tiempo de su vida.

Se le realizó un funeral, varias personas se presentaron. Y aún con tanta gente abrazando y tratando de consolar a Jesse, ella no podía evitar sentirse sola... y culpable.

Se había preocupado por Lukas en lugar de volver a la fiesta y esperar a su madre como habían quedado, quizá de ese modo ella no habría sufrido el accidente y nada de esto estaría pasando. Puso primero al rubio, alguien que no le había demostrado el amor que ella merecía, alguien que no se preocupaba por ella. Había estado en una relación con el rubio y de todos modos parecía como si solo de ella hubiera sido la relación.

Y comprendió, que todo lo que había pasado, era culpa suya. Por no ver las cosas como realmente eran.

Jesse salió de la funeraria, con la ira reflejada en su cuerpo, en su forma de caminar. En sus ojos, demonios, sus ojos. Nunca, nunca se había sentido así, y era inexplicable todo el odio que sentía en estos momentos hacia Lukas.

Al llegar al hospital, tomó una actitud calmada, respiró antes de entrar y miró sus manos. Después de eso, se adentró en el lugar.

-¿Puedo ver a Lukas? -miró a Joseph y éste asintió, apenado.

-Siento lo que pasó, Jesse...

-Gracias -contestó seca-. Yo también -susurró para sí misma y entró a la habitación del rubio.

Lo examinó. Nuevamente postrado en una cama de hospital, por sus problemas, sus problemas de siempre.

-Jesse...

-¿Por qué me engañaste?

-¿Engañarte?

-Me dijiste que aun tardarías una semana en salir del hospital. Que aún no tenían planeado darte de alta.

-Eso... -el chico río.

-¡No te atrevas a reírte!

-Jesse, escúchame, ¿bien? -suspiró-. No quise engañarte, es solo que... no sé, quise un tiempo para mí.

-¿Un tiempo para ti? -la castaña repitió incrédula lo que dijo el chico, y entrecerró los ojos-. Un tiempo para ti... ¿cómo no se me había ocurrido?

-Hey, no te pongas así.

-Lukas, mi madre... acaba de fallecer, por un accidente automovilístico, algo parecido a lo que viviste hace... ¿qué? ¿al menos un mes? -susurró.

-Jesse, de verdad lo siento.

La chica miró al rubio, de verdad no entendía, no comprendía por qué Lukas se mostraba tan insensible ante lo ocurrido.

-Yo... te di todo, te di absolutamente todo, Lukas.

-Y en verdad te lo agradezco. Pero lo que sucedió en la fiesta... Jesse, yo no te pedí que me ayudaras.

La chica estuvo a punto de perder el control ante tales palabras. ¿Cómo era capaz de hablarle así? No lo podía creer, y el verlo le estaba lastimando tanto que no podía creerlo. Era un dolor horrible en su pecho, algo incomprensible ante sus inocentes ojos.

-¡Me hiciste perder el control en mí misma, Lukas! ¡Te puse antes que mi madre y eso fue un gravísimo error!

-Cosa que tú hiciste. No fuiste obligada, fue tu completa decisión.

-Tu cinismo es terrible, Lukas -la chica estuvo a punto de soltar una pequeña lágrima, pero se limpió bruscamente la cara antes que eso sucediera-. ¿Por qué te comportas así? Lo único que hice fue darte de mi amor, mi tiempo... apoyarte, porque lo necesitabas. Estuve dispuesta a escucharte una y otra y otra vez, a pesar de todo, a pesar de lo cerrado que eras conmigo, estuve dispuesta a estar contigo en todo momento y... simplemente no entiendo por qué eres así conmigo. No... no puedo.

-Confías ciegamente. Y... no dudes de mi amor... porque...

-¡¿Amor?! -la chica gritó-. ¡¿A esto le llamas amor?!, Lukas... estás mal.

-Desconfiaste de mí, por culpa de Aiden, alguien totalmente independiente a mí, Jesse -Lukas sollozó-. Te atreviste a pensar que aquella noche en la que tomaste, te habría hecho algo -el chico miró sus manos-. Dudaste de mí. Del amor que profesé.

-En ningún momento dudé...

-¡¿Quieres saber de mi pasado?! ¡¿Eso era lo que más importaba de esto?! -Lukas rió-. Mi madre murió, mi padre también. No me gusta demostrar mi afecto, soy inseguro. Jesse, cuando te conocí cambiaste mi vida porque en ti encontré un brillo que me hizo ver las cosas mucho mejor, pero tus inseguridades sobre tu pasado, tu distinta y desgastante manera de ver las cosas, fueron la cara de la moneda que no enseñaste, pero no hizo falta, porque pude apreciarla. Al fin, después de todo este tiempo.

-No sabes cuánto deseo que tú hubieras sido la persona que iba en el auto de mi madre. No sabes cuánto te odio, Lukas.

-Por supuesto que lo haces.

Después de eso, Jesse solo se dio la vuelta.

Dispuesta a no volver.

Jamás.

Sleeping at Last | Lukesse | MCSM | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora