8. Hearing.

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—Aquí está su orden —la mesera de uniforme rosa se acercó a la mesa y dejó las bebidas a cada uno de los compañeros

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—Aquí está su orden —la mesera de uniforme rosa se acercó a la mesa y dejó las bebidas a cada uno de los compañeros.

—El sueño... —Jesse susurró en cuanto se fue la tercera persona—. Mira, en cuanto te vi por primera vez, sentí que te conocía. Podía reconocer tu cara y tu voz. Y fue algo muy extraño, porque me sentí acosadora, ¿entiendes?

Lukas río, en verdad le había causado gracia ese comentario.

—Yo no había soñado contigo hasta ayer —contestó—. Y no planeaba decírtelo, pero sentí que cuando estábamos los dos se formaba alguna aura de tensión, y sé que tú también la sentías —Jesse asintió, dándole la razón—. Así que... bueno.

—¿Qué soñaste?

—Bueno... —Lukas lo pensó.

En su sueño, Jesse hablaba con su padre, su ya fallecido padre hace ya catorce años. ¿Y cómo explicarle eso? Sería hablar de su vida, contarle lo que a nadie le había contado jamás. Abrirse con alguien. Iba a ser difícil. Solía hablar mucho, claro, pero solo con su abuelo. Con su familia.

—No lo recuerdo bien —mintió—. Recuerdo haberte visto, estabas ahí, y movías la boca, pero no entendía nada, parecía que no escuchaba —algo simple, seguramente la chica le habría creído—. ¿Tú qué soñaste?

—Me dabas consejos, por situaciones que ya han pasado hace algo de tiempo. No sé, supongo que de alguna manera me hacían falta —suspiró—. Pero no entiendo por qué soñaba contigo. No nos conocíamos.

Lukas asintió.

Por un momento la conversación pasó a otro tema, y a ambos compañeros les pareció bien. Pasaron el resto del tiempo platicando de cosas triviales y lo disfrutaron, fue como un respiro a su difícil convivencia y trato.

Habían pasado varias semanas, pero desde aquel día conversando sobre ambos sueños, la relación amistosa de Lukas y Jesse había mejorado notablemente; salían a hablar muy seguido, o de todos modos hablaban por mensajes

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Habían pasado varias semanas, pero desde aquel día conversando sobre ambos sueños, la relación amistosa de Lukas y Jesse había mejorado notablemente; salían a hablar muy seguido, o de todos modos hablaban por mensajes. Pasaban mucho tiempo juntos, dentro o fuera de la escuela, por lo que Lukas ahora pertenecía al grupo de amigos de Jesse. Era agradable, cualquiera que los viese pensarían que eran mejores amigos, pues se habían empezado a tener una confianza increíble y se llevaban de maravilla, hasta Olivia se sorprendía de lo abierta que era su amiga con alguien, usualmente solía ser muy apartada del mundo, menos con ella y Alex, pero no se había desenvuelto tanto como lo había hecho con el rubio.

Y por parte de Lukas, él estaba sorprendido de sí mismo. Mientras que Jesse ignoraba por completo su cambio de actitud con alguien que no perteneciera a su pequeño círculo social, esa relación mantenía pensando a Lukas muy seguido. Es decir, ¡estaba realmente impactado! Sentía que la castaña había logrado trascender en él como nadie nunca.

Pero eran amigos, sólo amigos.

Sin embargo, eso no evitaría que alguno de los dos comenzara a tener sentimientos por el otro, o muy quizá, ambos. Siendo correspondidos mutuamente sin que se den cuenta. Encerrados en su pequeña burbuja.

—Esa canción es buena —le dijo un rubio, que estaba sentado a su lado en la cafetería, estaban en receso.

—¿Cuál? —cuestionó la chica, elevando una ceja por su confusión.

—¿Qué otra? La que estás escuchando —contestó con una pequeña sonrisa de burla.

La castaña bajó la mirada al celular que permanecía en la mesa, y al ver el nombre de la canción, sólo asintió.

—Sí. Es buena —susurró bajo la extraña, pero atenta mirada de su ahora mejor amigo.

Sleeping at Last | Lukesse | MCSM | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora