Capítulo 13

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Al entrar en la clase de los pequeños todos fueron a recibirle con besos y abrazos. Al principio se alarmaron cuando vieron  el rostro golpeado del ojiverde pero se quedaron más tranquilos cuando les explicó que había sido un accidente con una puerta y pronto el golpe desaparecería.

Erick intentó mostrar interés en las actividades que estaba realizando con los niños, sin embargo, su cabeza no debía querer corresponderle.

Después del incidente de esa mañana, el ojiverde no podía quitarse de la cabeza el mal estado en el que se había ido Lidia, la noticia repentina que había recibido Carla y el enfrentamiento que le esperaba a Johann por sus actos. Sin embargo, el dueño inconfundible de sus pensamientos era el ojimiel. No podía evitar recordar sus ojos posados en los suyos, el roce de sus dedos en sus labios, y especialmente, la pequeña sonrisa que le había dedicado. No podía explicar cómo ese chico le hacía pasar del miedo al extremecimiento absoluto de su cuerpo.

- Profesor, yo ya he terminado! - Una pequeña ojiazul lo sacó de su trance - Quiere venir a verlo?

Erick se levantó de su asiento y se dirigió a donde estaba la morena - Es un perro? - El ojiverde cogió la escultura que la niña había hecho con la plastilina y la miro detenidamente.

- Si profesor, es mi perrita Black, ella murió cuando yo era muy pequeña- La chica agachó el rostro entristecido - Me gustaría que estuviese conmigo.

- Bueno pequeña - Erick acarició su pelo con ternura - Aunque tu no puedas verla ella siempre va a estar contigo. Lo importante es que tu la recuerdes con amor - La ojiazul abrazo a Erick propiciandole un beso en la mejilla por lo cual él no pudo evitar una sonrisa.

Cuando iba a levantarse, una manita tiró de su brazo haciendo que retrocediera. Gabriel lo miraba con su carita tierna y un puchero en sus labios.

- Que pasa chiquitín? - Erick le dedicó una sonrisa mientras se acomodaba a su lado - No se te ocurre ninguna forma que te guste?

El ojimiel negó con su cabeza mientras abrazaba la pierna del moreno apoyando su cabeza en ésta. Erick retiro los rizos de su frente para poder ver mejor su tierno rostro - Prefieres dibujar o hacer otra cosa?

El pequeño volvió a negar y continuó abrazado a él. El ojiverde no se sorprendió por lo cariñoso que estaba siendo ya que siempre se comportaba de esa manera, pero si llamó su atención el gesto apenado en su cara.

- Gabriel suelta al profesor, eres un pesado! - Un niño que se encontraba al fondo de la clase le tiró una bola de papel provocando que el resto de la clase riese ante la acción. El rizado, sin embargo, aumentó su agarre y escondió su rostro en el pecho del mayor, el cual continuaba agachado a su lado.

- Daniel no vuelvas a hacer eso! Se puede saber por qué lo tratas así? - El niño continuaba con su sonrisa chulesca en el rostro.

- Porque Gabriel es tonto! Ni siquiera habla! Así nunca va a tener amigos!

Erick iba a recriminarle todo lo que acababa de decir pero la campana sonó  anunciando el final de la clase y todos los pequeños, incluido Daniel, salieron corriendo del aula.

Gabriel, que continuaba abrazado al ojiverde, liberó su cara mostrando innumerables lágrimas caer por su rostro.

- No creas nada de lo que te ha dicho pequeñín... Tu si tienes amigos.

Gabriel negó con la cabeza mientras esbozaba un gesto triste - Seguro? Pensaba que tu y yo éramos mejores amigos!! Esque ya no me quieres? - El rizado comenzó a reír  mientras asentía con ansias y apretaba el agarre en el ojiverde - No dejes que esos chicos te hagan daño con sus palabras enano... Tu vales mucho y no necesitas hablar para demostrarlo.

- Gabo que pasa? - Erick ni siquiera se habia percatado de la presencia de alguien mas en el aula. Se levantó de un salto, dejando al pequeño en el suelo. No pudo evitar sentir miedo, la  voz de Joel había sonado brusca y enfadada, y sabía cómo reaccionaba cada vez que le veía cerca de su hermano  - Y tú a donde te crees que vas? Quédate ahí!

- No he hecho nada, sólo estaba hablando con él! - El ojiverde quiso golpearse por lo estúpido y ridículo que había sonado - Quiero decir, Gabriel no se encontra...

- Cállate Colón! - Joel se acercó a su hermano y lo cogió en brazos. El pequeño respondió inmediatamente y se agarró a su cuello mientras escondía la cara en el cuello del mayor - Que ha pasado Gabo? Quieres contarmelo? - Erick estaba atónito por la voz suave y tierna que había utilizado.

El pequeño se acercó a su oído y comenzó a susurrar mientras Joel asentía con la cabeza a lo que le decía. El ojiverde miraba la escena totalmente descolocado, no sabía si estaba más sorprendido por el Pimentel tierno que tenía en frente o por Gabriel comunicándose a través de las palabras con su hermano.

- Que.. Que te ha dicho? - El ojiverde no pudo evitar preguntar cuando vio que el pequeño volvía a acomodarse en el cuello de Joel.

- Pimentel vámonos! - El dominicano entró por la puerta con notoria molestia - Ya nos hemos retrasado demasiado por tu culpa!

Erick se sorprendió al ver a Camacho después de toda la semana ausentandose a clase, sin embargo, permaneció en silencio observando la escena.

- Te puedes callar pedazo de mierda? He dicho que me esperaras a fuera! - Gabriel apretó el brazo de su hermano algo asustado por el tono que éste estaba utilizando - Y cierra esa bocaza si no quieres que te la parta!

- Nos están esperando Pimentel y sabes que está gente no juega! Así que date prisa porque no quiero tener ningun problema por tu puta culpa! - El moreno salió de la clase echando humo. Erick agradeció haber sido ignorado en esa conversación.

Joel resoplo mientras acomodaba a su hermano en el suelo - Gabo vas a estar bien? - El pequeño asintió con tristeza - Si quieres que me quede sólo tienes que decírmelo.

Gabriel volvió a acercarse a su oído y después de unos segundos se separó sonriendo. El rizado acarició su mejilla y dejó un beso en ella - Nos vemos el lunes vale?

Joel se levantó del suelo y miró a Erick fijamente, sin embargo, ninguno de los dos dijo nada. Cuando el ojiverde se quiso dar cuenta, el rizado ya se había marchado del aula.

El moreno recordó lo que le había dicho Martina de que los mayores podían salir del recinto los fines de semana y estaba claro que estos dos tenían algún asunto peligroso ahí fuera.

- Gabriel quieres jugar  con Álvaro y conmigo a fútbol? - Un pequeño de gafas entró a la clase con un balón en sus manos - Uno se pone de portero y los otros dos intentan meter gol.

El rizado sonrió ampliamente y abrazó a Erick a modo de despedida.

El ojiverde, sin embargo, continuó varios minutos en la misma posición dando vuelta a sus pensamientos.
Sentía que la situación  de estos chicos estaba comenzando a afectarle demasiado ya que cada vez se veía más involucrado con ellos y eso le asustaba.

El Orfanato - Joerick [Libro 1] {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora