Capítulo 23

275 37 1
                                    

- No vuelvas a tratarme así - Erick pretendía continuar con su reprimenda y hacerle ver al rizado lo mal que lo había hecho sentir con sus palabras, sin embargo, los suaves y delicados besos en su cuello comenzaban a nublarle las ideas.

- No lo haré... - Su voz ronca hizo que el ojiverde soltara un largo suspiro.

El ojimiel aprovechó para introducir la mano debajo de la camiseta de éste pudiendo palpar su delgado y deseado cuerpo haciendo que Erick se estremeciera con sólo su tacto.

- Puedo? - Joel levantó levemente la camiseta del contrario mientras pedía permiso para deshacerse de ella recibiendo un asentimiento como respuesta.

Se la quitó despacio mientras con la otra mano acaricibia su cintura bajo la atenta mirada del ojiverde, quien parecía corresponder a todo lo que el rizado le ofrecía.

Pimentel miró durante unos segundos el pecho desnudo de Erick para después comenzar a besar cada parte de él poniendo especial hincapié en sus pezones. Comenzó a hacer círculos con su lengua apreciando como éstos respondian a sus provocaciones.

- Joel... - Un gemido ahogado salió de la boca del ojiverde haciendo que el rizado perdiese parte del control que estaba intentando mantener.

Joel continuó masajeando la zona de sus pezones mientras con su otra mano comenzaba a bajar por su cintura para dirigirse al bulto que se había formado en los pantalones del más joven.

- Déjame hacerte sentir bien Erick - La cara roja y el calor que emanaba del cuerpo del ojiverde demostraban que el moreno deseaba lo que estaba pasando tanto como él,  sin embargo, Joel quería escucharlo de su boca - Me dejas? - Continuó acariciando su erección por encima de los pantalones.

- Joder si... - Erick se encontraba fuera de sí. Quería apartarse y salir corriendo de allí de sólo pensar quien era la persona que lo estaba tocando pero su cuerpo parecía no querer seguir a su mente. En contraposición, estaba totalmente abrumado con cada caricia, cada beso, con ese hombre que se encontraba enfrente y le hacía perder todo el control.

Ante la afirmativa del ojiverde, Joel desabrocho el pantalón del más bajo y tiró de ellos bajandolos hasta los tobillos de una sola vez llevándose con ellos su ropa interior. Erick pareció ruborizarse e intentó taparse como pudo, sin embargo, el rizado sujetó sus manos colocándolas en su cadera para después comenzar a acariciar su erección haciendo que el ojiverde se olvidará de sus vergüenzas en el acto.

Pequeños gemidos escapaban de la boca del menor sin poder detenerlos mientras que Joel se deleitaba con la imagen de un excitado y deseoso Erick entre sus manos. En un movimiento rápido Pimentel agarró de la cintura al ojiverde y lo tumbó sobre la cama quedando encima de él. El rizado pudo sentir como las manos del moreno levantaban su camiseta pidiendo silenciosamente que se desiciera de ella y él obedeció sin resischar. Volvió a la misma posición y comenzó a restregar sus penes necesitando su ya más que notable erección algo de atención mientras que ahora el ojiverde parecía deleitarse con cada zona al descubierto de su cuerpo.

Se sorprendió cuando notó como Erick buscaba el botón de sus pantalones mientras se besaban desesperadamente buscando más y más del otro. La total excitación de Joel hizo que se levantase de la cama y el mismo se desiciera de toda la ropa quedando totalmente desnudo ante la atenta y deseosa mirada del ojiverde.

Volvió a su posición pero está vez Erick se anticipó y aprovechó para rodar y quedar encima de él.  Comenzó a dejar besos por su cuello para deslizarse suavemente por su perfecto torso hasta llegar a su ombligo. Ahí lo rodeó con su lengua y dejó pequeños besos húmedos a su alrededor haciendo que Joel comenzar a desesperarse. Sin previo aviso, bajo hasta su miembro y comenzó a lamer la punta llevándose con su lengua el presemen que yacia en él.

- Jodeeeer - Pimentel elevó sus caderas inconscientemente queriendo buscar una mayor profundidad mientras Erick parecía totalmente concentrado en lo que estaba haciendo buscando el máximo placer en el rizado.

Sacó el pene de su boca y comenzó a masturbarlo mientras pasaba la lengua por uno de sus testículos para después introducirselo completamente haciendo que Joel perdiese todo el control.

Agarró a Erick de los hombros y lo apartó recibiendo una mirada de confusión - Si seguías así iba a correrme y no iba a poder hacerte todo lo que quiero - Se colocó de nuevo encima de él y abrió sus piernas sin pedir permiso.

Cogió una de las almohadas y la colocó debajo de la cintura del ojiverde teniendo un mejor acceso a él. El corazón del más joven latía sin control pareciendo salirse de su pecho, estaba excitado como nunca lo había estado y estar en esa postura totalmente expuesto a Pimentel hacia que deseara aun mas todo lo que Joel tenía pensado hacerle a su cuerpo.

Cerró sus ojos y pudo sentir como la lengua del rizado tanteaba su entrada haciendo pequeños círculos alrededor de su palpitante agujero. Un fuerte gemido escapó de su boca cuando la humedad de su saliba comenzó a abrirlo poco a poco mientras el se desgarraba con cada lamida. La intrusión de su lengua y sus perfectos movimientos en su interior hicieron que su autocontrol se perdiese y comenzase a alzar su cadera buscando más de ese perfecto placer.

Pimentel abandonó su entrada y comenzó a besar sus muslos mientras metía de una sola estocada dos de sus dedos en su interior haciendo que Erick gritara por la reciente intrusión. Sentía que no podía aguantar más, la cara totalmente roja y excitada del ojiverde, sus ojos dilatados, y el ofrecimiento total de su cuerpo hacia él hacían que su erección doliese pidiento su atención.

- Voy a entrar Erick - Ni siquiera supo como había salido su voz ya que no era capaz de centrarse en otra cosa que no fuese meter su miembro en el apretado agujero del ojiverde.

Sin esperar respuesta, alineó su pene en el ya dilatado ano y golpeó lentamente hasta el fondo haciendo que los dos gimiesen del placer. Viendo que Erick aguantaba con maestría la intrusión, comenzó a moverse suavemente haciendo que todos sus sentidos se activasen de una forma que nunca lo habían hecho.

Necesitaba más de él,  quería meterse bajo su piel, que disfrutase, que gritase sin control, que pidiese más y más de su gran miembro en él, necesitaba sentirlo todo, nada era insuficiente si se trataba de Erick.

El ojiverde gemia cada vez con más frecuencia mientras las embestidas aumentaban su ritmo a uno cada vez más frenético y desesperado. Los dos se acariciaban, se arañaban, se besaban y sin embargo, nada parecía suficiente.

El rizado vio como el más joven dirigía la mano a su miembro para comenzar a tocarse y no pudo evitar apartarla  para ser él el que le proporcionara todo el placer. Comenzó a tocarlo al ritmo de sus embestidas notando como llegaba al más profundo orgasmo mientras el continuaba acariciando su próstata queriendo que sintiese lo que nadie le había hecho sentir antes.

Erick comenzó a correrse sin control manchando su abdomen y la mano del rizado, mientras sentía como el mayor llenaba todo su interior con una abundante corrida acompañada de un sonoro gemido provocado por la imagen del ojiverde empapado con su propio semen.

Permanecieron un par de minutos en la misma posición sin parar de besarse, ahora más lento y suave de lo que lo habían hecho hasta ese momento. Joel se tumbó a su lado haciendo que el ojiverde pudiese respirar mientras recuperaba el ritmo habitual de su cuerpo.

Pocos minutos después, el ojiverde comenzó a cerrar sus ojos totalmente agotado dejándose caer en los brazos de morfeo. A pesar de estar en estado de ensoñación, pudo escuchar perfectamente como una puerta se cerraba a sus espaldas dejándolo sólo de nuevo.

El Orfanato - Joerick [Libro 1] {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora