Capítulo 2

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Los pasillos parecian ser todos iguales, Erick sentía que no hacía más que dar vueltas en círculos continuamente. Agradecía que no hubiese demasiada gente  en ese momento ya que eso dificultaría considerablemente su búsqueda. Cada paso que daba al rededor de las aulas le hacía repetirse aún más  de haber querido demostrar una valentía que cada vez estaba más seguro que no tenía.

- Hola, perdona - Un chico acababa de salir de una de las clases dando un portazo cuando Erick imprudentemente le agarró suavemente del brazo llamando su atención y arrepintiéndose en el mismo momento en el que el joven le fulminó con su oscura mirada irradiando rabia contenida - per.. perdona, no quería molestarte, solo... Que.. quería saber dónde están los despachos de los profesores - Deseaba desaparecer en ese mismo momento.

- Me has visto cara de profesor estúpido? No verdad? Pues déjame en paz y búscate la  puta vida, joder! - El chico lo miró de arriba abajo mientras le contestaba de malas maneras. Se saco el agarre de su brazo y continuó su camino.

- Señor Pimentel vuelva aquí ya! - La voz de un hombre de edad media y cara desesperada retumbó en los pasillos desde la clase donde minutos antes había salido el joven maleducado.

El chico continuó su camino sin siquiera hacer amago de volverse. El profesor entonces clavó su mirada en Erick, el cual continuaba parado en el profundo pasillo sin pestañear.

- Y usted quién es señorito? Puedo ayudarle en algo? - La cara de este tomó un tono más amable, haciendo que el joven psicólogo se sintiese por primera vez desde que había pasado la puerta de esta " pequeña cárcel" aliviado.

- Bueno si... En realidad le agradecería si me pudiese indicar dónde están los despachos de profesores, soy nuevo aquí y... - Los gritos dentro de la clase hicieron que el profesor le interrumpiese sin dejarle acabar.

- Si mira chico, debes continuar este pasillo hasta el fondo y a la izquierda tienes la sala de profesores. Justo a la derecha dentro de ella hay una puerta que te lleva hasta los distintos despachos - Sonrió mientras se disponía a cerrar la puerta -  Ah y por cierto, bienvenido! - El hombre cerró de inmediato sin dejarle responder ya que los ruidos que salían de esa clase eran cada vez más propios de una jauría que de unos adolescentes.

Erick suspiró con alivio agradeciendo internamente haber encontrado a alguien que todavía parecía mantener  las buenas formas y amabilidad en ese centro.

Sus pensamientos se detuvieron al llegar a la habitación que le había indicado el profesor. A la derecha de la puerta había una pequeña placa que indicaba que se trataba de la sala de profesores. Justo debajo de esta, había otra más grande con letras mayúsculas que decía "Sólo personal autorizado". Erick giró el pomo con lentitud, sin querer armar demasiado escándalo y temiendo que encontrarse al otro lado de ésta.

Sintió alivio al comprobar que se encontraba solo. La sala era grande y parecía haber sido reformada hace poco tiempo. Numerosos libros y carpetas ocupaban la gran mesa que se encontraba en el centro, mientras que una cantidad de fotos colgaban de las paredes. Sin querer ver más y que alguien le encontrase siendo una entrometido, se adentró por la puerta derecha como le había indicado el amable profesor.

Erick entró al despacho en el cual tampoco había nadie. Acomodó sus cosas sobre la ordenada mesa y suspiró. Parecía que ese despacho había sido desalojado hace no mucho ya que aún se podía ver algún resto del anterior inquilino. Sacó el horario que le había entregado la "amable" recepcionista y comenzó a ojearlo.

Se sorprendió al ver que ese mismo día tenía su primera terapia, aunque agradeció que fuera con los más pequeños. Desvió la mirada sobre el calendario para finalmente ver que la clase comenzaba a las 12. Miró su reloj y su rostro se torno pálido cuando vio que solo quedaban cinco minutos para empezar. Echó un último vistazo buscando el aula al cual tenía que derigirse, la "15A".

El joven cogió sus libros y salió disparado de nuevo a los pasillos del colegio. Ahí se quedó estático durante unos segundos ya que no tenía ni idea hacia donde dirigirse y preguntar le daba pánico viendo los resultados que había tenido hasta ese momento.

- Perdona estás perdido? Quieres que te ayude? - Una voz angelical sonó a sus espaldas provocando que se girase hacía a ella en ese mismo instante - Hola, soy Clara, y me ha parecido que no sabias hacia donde ir. Perdón si me entrometo.

- Oh no, muchas gracias Clara. Te lo agradezco mucho. Yo soy Erick Colón y soy el nuevo psicólogo. Y si, estoy totalmente perdido. Podrías decirme dónde queda la clase 15A? - El gesto tierno de la chica hizo que el ojiverde se calmase un poco. Su pelo rubio y largo junto a sus ojos azules le daban un aspecto aniñado y dulce para una chica de más o menos 15-16 años.

Claro, le acompañó si no le parece mal. Yo ahora tengo clase en la 17A y quedan muy cerca. Me alegra mucho ver que alguien como usted está en un lugar como éste. Al principio puede intimidar pero acabarás acostumbrándote - Clara le regaló su mejor sonrisa mientras frenaba en la puerta de una de las clases sin dejar de observar a el recién llegado - Aquí es, mucha suerte en tu primer dia! - Se fue alejando sin apartar la mirada y su tierna sonrisa.

- Gracias Clara! - Grito el ojiverde mientras sostenía su cara de agradecimiento.

Cuando iba a entrar por la puerta  alguien la golpeó haciendo que retrocediera.

- Se puede saber que haces tú aquí y por qué sales de esas formas? Esta no es tu clase! - El chico maleducado que se había encontrado hace un rato en los pasillos tenía una sonrisa burlona adornando sus labios.

- Para tu puta desgracia vas a tener que  ir acostumbrandote a verme aquí, pero tranquilo "profesor" que yo ya me iba... Y tú deberías hacer lo mismo! - Su modo brusco y sarcástico retumbaba en la cabeza de el joven, pero no iba a dejar que un niñato le incomodase.

- Usted debería ir acostumbrándose a verme aquí! -  Se golpeó mentalmente por sonar suave y estúpido.

El chico se alejó de la clase mientras movía su mano despidiéndose e imitando las palabras de Erick con una sonrisa burlona. A los pocos segundos desapareció perdiéndose entre la gente que se encontraba por los pasillos.

El Orfanato - Joerick [Libro 1] {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora