El Orfanato - Joerick [Libro 1] {Terminada}

Capítulo 18

Erick llegó a su casa bastante temprano aquel día, había estado preparando ejercicios y terapias en su despacho pero había decidido marcharse al notar lo poco productiva que le estaba siendo la mañana.

- Hey enano, como te ha ido? - "Fatal" pensó Erick, sin embargo, dudó unos segundos antes de contestar.

- Genial Zabdi, tenía ganas de volver a la rutina - En realidad el ojiverde no estaba mintiendo aunque lo que habia pasado a primera hora lo había descolocado totalmente provocando que no pudiese pensar en otra cosa en toda la mañana.

- Ya no te duele nada? - El mayor se acercó a él y colocó una mano en su hombro - Erick sabes que si necesitas más tiempo para recuperarte...

- No de verdad, estoy bien- El ojiverde lo interrumpió agradeciendo en ese momento que su hermanastro no supiese la verdad - No te preocupes que si me duele algo te lo haré saber.. Enserio.

Erick abrazó cortamente al moreno y se dispuso a salir de allí lo más rápido posible para poder tirarse en la cama y descansar por fin.

- Erick una última cosa! - El ojiverde retrocedió dándose media vuelta - Llama a Chris, el muy pesado lleva dando la lata toda la mañana porque no le coges el teléfono.

El ojiverde asintió y se dirigió a su habitación. Podía entender perfectamente la preocupación que sentía su amigo ya que él había estado sufriendo tanto como él o incluso más, así que marcó su número de inmediato.

- Erick como estas? - A penas dos tonos después el ojimiel ya había descolgado con un tono agitado - Los has visto? Te han hecho algo? Erick tienes que denunci...

- Chris para! Me estás poniendo nervioso! - Un sonoro suspiro se escuchó a través de la línea - No puedo contarte nada si no dejas de hacerme preguntas...

- Está bien, lo siento, pero no puedes imaginar lo preocupado que he estado toda la puta mañana! - Erick se recriminó en ese momento no haber respondido ninguna de sus llamadas.

- Lo se Chris... - Ninguno de los dos habló durante unos segundos. El ojiverde decidió continuar - Camacho está en el hospital, en coma.

Un chillido ahogado se escuchó a través de la línea - No puede ser... - A pesar de todo lo que quería saber minutos antes Christopher parecía haberse quedado en shock - Por qué?

El ojiverde cada vez veía más difícil el continuar sin echarse a llorar recordando lo que había pasado esa mañana - Pimentel le dio una paliza cuando paso... - Las lágrimas de Erick no tardaron en aparecer - Bueno ya lo sabes.

El moreno no podía ver la cara de su amigo, sin embargo, no fue difícil para él imaginar su piel más pálida de lo normal con una expresión de "O" en su boca.

- Por qué? - El castaño volvió a preguntar pareciendo no entender nada.

- Joder Chris no lo sé! Solo se que ahora Camacho va a querer matarlo por lo que hizo y no se como ayudarlo!

- Perdona que estas diciendo Erick? - Christopher pareció reaccionar en ese momento? - Que no sabes como ayudarlo? No es tu puto problema lo que le pase a ese hijo de puta!

- Chris no puedes estar hablando enserio! Tu mismo dijiste que si Pimentel no llega a apartar a Camacho en el baño ahora el resultado sería otro!

- Se perfectamente lo que dije! Y también te dije que ese imbecil decidió actuar demasiado tarde! - El ojiverde pudo notar el enfado en la voz de su amigo a pesar de que pocas veces reaccionaba de esa manera.

- Chris tu no lo entien..

- Por supuesto que no lo entiendo - El castaño lo interrumpió - Erick - Suspiró intentando calmarse antes de continuar - Por favor no hagas nada, no es tu problema - Erick podía notar como la voz de su amigo se iba debilitando debido a que había empezado a llorar - Joder no soy capaz de olvidar ni un solo minuto lo que pasó, no puedes seguir con esto...

- Lo siento, tienes razón - El ojiverde cerró los ojos pensando en lo próximo que iba a decir - Te prometo que no voy a hacer nada Chris, no voy a involucrarme más en esto - El castaño suspiro aliviado - Voy a intentar descansar un rato, vale?

- Está bien, adiós Erick. Descansa.

El ojiverde dejó su teléfono en la mesilla y se tumbó en la cama intentando recomponerse. Podía entender perfectamente la preocupación de su amigo y sus continuas súplicas para que permaneciese sin hacer nada.

Después de varios minutos dando vueltas sin cesar intentando despejar su mente sin ningún éxito, su móvil volvió a sonar anunciando un nuevo mensaje.

"Mensaje de número desconocido"
Camacho ha vuelto.

El corazón de Erick comenzó a latir a mil por hora pensando que en cualquier momento se le saldría del pecho. El dominicano estaba de vuelta y el ojiverde estaba seguro que había vuelto con la intención de acabar lo que había empezado.

El moreno apretó la opción de responder en su teléfono. A pesar de no haber puesto quien enviaba el mensaje sabía perfectamente de quien se trataba, ni siquiera quiso saber cómo había conseguido su número.

"Mensaje de Erick"
Y ahora que vamos a hacer?

Erick se golpeó internamente por haber enviado ese mensaje incluyéndose a los dos en la misma frase.

"Mensaje de número desconocido"
Cuando te mudas aquí?

El ojiverde ni siquiera había vuelto a pensar en eso después del incidente.

"Mensaje de Erick"
Mañana.

En un principio ese iba a ser el día de su mudanza antes de haber faltado la última semana, así que pensó que lo mejor era seguir con lo que se había acordado, aunque en realidad, sólo quería saber a donde queria llegar Pimentel con todo esto.

"Mensaje de número desconocido"
Esta bien.

Erick continuó mirando su teléfono esperando alguna respuesta más concreta que pudiese acabar con sus dudas, sin embargo, ésta no llegó.

Su pulso estaba acelerado y su cuerpo estaba sudando sin control, ni siquiera sabía en qué momento había empezado a hiperventilar. Quitó su ropa rápidamente y se metió en la ducha esperando que el agua fría calmase sus nervios.

Cuando se encontró en mejor estado salió encontrándose con su reflejo en el espejo. Sus ojos continuaban irritados por las lágrimas y su piel tenía un color más pálido de lo normal. Lo que más llamo su atención era el gesto preocupado de su rostro, no era habitual verlo en ese estado.

Colocó una toalla alrededor de su cintura y salió del baño mientras innumerables gotas caían de su cabello mojando el suelo con cada paso que daba.

- Joder Colón, no esperaba este recibimiento...