CUANDO NADIE VE | Fanfic Simbar (Completa)

Capítulo 1: Chico Misterioso

Ámbar

Estaba recostada en la tumbona con los ojos cerrados. El sol estaba muy fuerte y había olvidado a mis gafas oscuras. Solo lo que quería en aquel verano, era tranquilidad, al menos una vez. Deseaba un lugar donde mi padre no me obligara a ser la chiquita perfecta para ayudar en su trabajo, mi tío me dejara un poco en paz sin sofocarme, mi prima llegara de viaje, mi novio no aburriera tanto y mis amigas fueran menos aburridas que ya son. Como nada es perfecto, estaba en mi casa de playa y aquello me bastaba.

- ¡Ámbar! – Escuché a una de mis mejores amigas gritando. - ¡Ámbar!

- ¿Qué pasa? – Me senté en la tumbona y intenté mirarla. El sol seguía muy intenso y casi no podía dejar mis ojos abiertos. – No grites. – Pedí, rodeando los ojos. - ¿Por qué me interrumpís?

- Tenés que ver lo que tengo aquí. – Delfina me contestó y yo bufé.

- Espero que no sea uno de sus crushes. – Dije aburrida. – Espero que sea algo realmente importante porque jamás te voy a perdonar por haber interrumpido mi descanso.

- Sí, es muy importante. – Delfi volvió a afirmar. – Es sobre Benicio, tu novio.

- ¿Y que pasa con ese ser? – Pregunté, bostezando. - ¿No estaba en otra ciudad?

- Sí. – Delfi cruzó los brazos. – Tenés que ver el vídeo que Matteo me mandó.

- ¿Qué quiere tu hermano ahora? – Volví a bufar. – Hablá de una vez, Delfina, ya estoy aburrida solo en escucharte.

- Mirá. – Delfi extendió su móvil a mí. Yo lo tomé y ella dio play en un video. – Mirá. – Ella repitió y apuntó en la dirección de Benicio.

- ¿Él se está besando con dos chicas? – Pregunté sin creer en lo que estaba viendo.

- ¿Qué? – Mi otra mejor amiga, Emilia, dio un salto y estrechó sus ojos en dirección al móvil de Delfina. - ¿Benicio?

- Ay, chicas, pero ya sabemos que Benicio me traiciona con cualquiera. – Sonreí incómoda.

- Pero aún no habías visto. – Delfi levantó una de sus cejas y yo asentí.

- ¿Por qué tu hermano grabó eso? – Interrogué. - ¿Él sigue con la fijación por mí?

- No. – Delfina negó. – Matteo lo hizo porque es amigo de Benicio, pero es tu amigo antes de todo. Ámbar, tenés que despertar y olvidarlo.

- Ay, ¿Pero por qué? – Rodeé mis ojos y devolví el móvil a Delfi. – Delfina, yo no me importo con eso, ¿ok? No me importa con quien él esté.

- Jamás te voy a entender. – La morocha rodeó sus ojos. – Benicio te traiciona hace mucho y seguís con él. Te entendía porque jamás habías visto antes, pero ahora no entiendo, Ámbar. No entiendo porque estás siendo tan estúpida por una mierda como él.

- Delfina, si realmente sos mi amiga, olvídate de eso. – Pedí, levantándome. – No necesito de niñeras y creo que Benicio tampoco. Él sigue siendo mi novio y ya. Ya sé que él no me quiere, pero yo tampoco lo quiero. No intentes entenderme, jamás lo harás. Sos una estúpida y por eso seguís en las riendas de tu papá. – Ella me miró sin creer en lo que estaba escuchando y yo sonreí, yéndome de allá.

Tomé mi móvil cuando me di cuenta que no había nadie cerca de mí. Marqué el numero de Benicio y aguardé que él me contestara.

- Hola. – Escuché una voz femenina en el otro lado de la línea. – Benicio está ocupado.

- Yo sé que él no está ocupado. – Contesté. – Escúchame, chiquita, sé que pasaste la noche con él, pero si él no me contesta ahora, se va a arrepentir mucho.