Capítulo 14: Los Tratos

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Ámbar

- ¿Qué hacés con los documentos de Rey? – Volví a cuestionar Luna. Ella solo respiró profundamente y se acercó. – Luna, te hice una pregunta.

- Prima. – Luna suspiró y puso la mano en mi hombro. – Era una sorpresa. Quería empezar a buscar tus padres biológicos sin que supieras.

- ¿Por qué? – Fruncí el ceño. – Si acabaste de decirme que deberíamos trabajar en eso juntas.

- Sí. – La rubia forzó una sonrisa. – Es que no estoy segura si estoy correcta, pero decidí buscar en las cosas de Rey para intentar encontrar alguna pista.

- ¿Y la encontraste? – Pregunté, nerviosa. Ella solamente negó con un movimiento de cabeza.

- Siento que estamos muy lejos de descubrir la verdad. – Luna bufó. – Porque no encontré absolutamente nada en las cosas del tío Rey.

- Quizás estamos dejando algo para atrás. – Cerré los ojos. – Quizás deberíamos intentar encontrar alguna pista en otro cuarto.

- Quizás. – Mi prima sonrió. – Discúlpame por haber tocado en las cosas de tu padre sin tu permiso. Yo solamente quería ayudarte, prima, pero aún no sé cómo.

- Gracias. – Sonreí y la abracé. – Gracias por siempre estar ahí conmigo.

- No, no me agradezcas. – Luna dijo apretándome más fuerte. – Yo sé que vos harías lo mismo por mí.

- ¿Vos? – La solté y me reí, mirándola fijamente. – ¿Qué está pasando con tu acento mexicano?

- No lo sé. – Ella parecía incomoda. – Creo que estoy perdiendo mis orígenes. Hace mucho no voy a México.

- Entonces, creo que ya tenemos las vacaciones perfectas. – Sonreí y ella solo asintió.

Luna volvió a clases junto a mí. Delfina me preguntó que había pasado con Simón y yo solo le dije que después contestaría a sus preguntas. Yo tenía que hablar con Simón y aclarar las cosas. Quería estar con él y esperaba que él aún quisiera estar conmigo. Después de las clases, volví con Luna y Delfi a mi casa. Comí lo que Mónica había preparado y avisé a las chicas que iría al hospital para visitar Rey. Cuando estaba saliendo de mi cuarto y lista para bajar las escaleras, escuché las voces de Simón y Luna. Los dos parecían estar susurrando algo. Me acerqué con cuidado de la puerta de mi prima y intenté no hacer ningún ruido.

- No sos ningún chiquito. – Luna parecía enojada. – Prometiste y vas a tener que cumplirlo.

- Ya sé. – Él parecía cansado de discutir. – Sé que prometí y que tendré que hacerlo.

- Muy bien. – Mi prima parecía reírse. – No tenés que quedarte preocupado. Nadie se va a enterar de lo que va a pasar.

- Fue el trato. – Simón bufó y se quedó callado. – Así son los tratos, ¿no?

- No te preocupes. – Ella intentó calmarlo. – Nadie se va a enterar.

- Sí, pero... – Él estaba hablando cuando me tropecé en mis propios pies. Me levanté rápidamente y bajé las escaleras antes que alguno de los dos me viera.

Salí de mi casa al escuchar pasos bajando las escaleras y tomé el primer taxi que pasó por la calle. El taxi se detuvo enfrente al hospital y yo bajé del auto después de pagar el viaje. Entré en el lugar y seguí hasta la recepción. Puse la identificación de visitante y seguí hasta el ala de cuidados intensivos. Respiré profundamente antes de abrir la puerta del cuarto donde estaba Rey, mi padre.

CUANDO NADIE VE | Fanfic Simbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora