Capítulo 5: No Importa

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Ámbar

Bajé las escaleras de la mansión en el medio de la noche. Estaba caminando hasta la cocina cuando algo me llamó la atención. La televisión de la sala estaba encendida. Me acerqué con cuidado al no ver nadie en el sofá. Cuando llegué cerca pude ver Simón acostado en el sofá y riéndose de algo.

- ¿Qué pasa? – Pregunté y él apuntó en dirección a la televisión. - ¿Es una película o qué?

- Sí, una película. – Simón me contestó y puso pausa en la televisión. Él se sentó en el sofá y me miró. - ¿Qué te pasa? ¿No puedes dormir o qué?

- Sí. – Asentí y me senté a su lado. – No puedo dormir. Mi mente no me deja en paz.

- ¿Sobre el mensaje? – Él me cuestionó y yo confirmé. – Pero debe ser solo un juego idiota, no te preocupes con eso. Nadie tiene pruebas, Ámbar.

- Sí, pero es difícil. – Asumí. – No sabés como son las cosas y esto me hace mal.

- ¿Y por que no me cuentas como son las cosas? – Simón pidió y yo negué. - ¿Y por qué no?

- Es difícil. – Repetí. – Es solo lo que puedo contarte, Simón. – Él se calló y yo lo miré. - ¿Y por qué estás aquí?

- Si no me vas a contar las cosas, ¿Por qué tengo que hacerlo yo? – Simón me enfrentó y sonrió. – Es que tenía que quedarme en algún lado de Argentina.

- ¿Por qué? – Volví a interrogarlo. – Vamos, Simón, no seas malo conmigo.

- Lo que pasa es que voy a estudiar aquí. – Él me confesó y yo lo encaré. – Sí, vamos a estudiar juntos, Ámbar.

- Eso no puede ser verdad. – Dije confundida. – ¿Por qué toda la situación tenía que quedarse tan rara así?

- A mí no me importa. – Simón contestó y yo fruncí el ceño.

- ¿Cómo no te importa? – Me levanté del sofá. – Yo soy la novia de tu amigo, estuvimos juntos y ahora estamos viviendo en la misma casa y vamos a estudiar en el mismo lugar.

- No me importa que seas la novia de mi amigo. – Él fue sincero y yo bajé la cabeza. – No me importa lo que pasó, Ámbar. Sé que podemos llevarnos bien y no hacer que las cosas se queden más difíciles.

- Es muy raro tenerte aquí. – Susurré, volviendo a sentarme en el sofá. – Pensé que jamás volvería a verte, Simón.

- Ya no hablemos de eso. – Él sugirió. – Vamos a vivir juntos, estudiar en la misma escuela y no podemos dejar que las cosas se queden más difíciles. Para mí es un honor verte de nuevo. – Simón me sonrió y yo tapé los ojos. - ¿Qué pasa?

- No hagas eso. – Pedí aún con los ojos tapados.

- ¿Qué hice? – Simón se rió con mi reacción.

- La sonrisa. – Admití y rodeé los ojos. – Yo creo que tu sonrisa puede hacerte ganar todo.

- ¿Incluso tu corazón? – Él se acercó y yo volví a tapar los ojos.

- No coquetees conmigo. – Pedí y me levanté. – Tu sonrisa no va a ganar nada conmigo.

- Es lo que vamos a ver. – Simón volvió a sonreír y yo empecé a caminar y alejarme. Él tomó mi brazo y nos hizo quedar cerquita. Yo intenté mantener mi respiración en su ritmo normal y él alzó una de sus cejas. – Buenas noches, Ámbar. – El chico susurró en mi oído y me dio un beso en la mejilla. Él se alejó y yo lo miré boquiabierta.

CUANDO NADIE VE | Fanfic Simbar (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora