Llegamos a la ciudad de Hudson Canadá en un vuelo privado de papa y nos alojamos en un lujoso hotel. El día paso rápido papa se reunió con varios empresarios, estaba realmente exhausta.
Ya era de noche. Prepare mi ropa, tome un baño y fuimos a un bonito restaurante.
– hija me temo que mañana debo viajar nuevamente tengo que volver a la empresa hubo unos inconvenientes que debo resolver y aun no termino unas cosas aquí. Vamos del brazo con mi padre mientras lo escucho atentamente.
-Pero no te dejare sola, el Doctor Nicholas te ayudará con los papeles y se hará cargo de las cuestiones legales.
Mis ojos quedaron blancos. Seguimos avanzando hacia la mesa y de espaldas lo veo que se levanta de su asiento abrochándose un botón de su saco y con una sonrisa estrecha la mano de papá. Luego la mía.
– Sr Spencer tomemos asiento. Su mirada fue provocativa, como la de un lobo por comerse su presa. Sentí un escalofríos recorrer mi cuerpo.
– Buenas noches Doctor Stanley vamos a ultimar detalles para la reunión de mañana ya que deberá a ayudar a Lara en estos asuntos. Papa me señala y yo no he dicho palabra alguna. Estaré sola con Nicholas, era en lo único que pensaba en ese momento. Necesito decirle que... Preguntarle lo de la noche pasada.
Su mirada era penetrante, su sonrisa perfecta y su seriedad era muy atractiva, era el hombre perfecto. Podría morir de amor cuando estaba cerca de él. Papa extendió la charla y yo estaba incómoda y cansada. Ya quería regresar al hotel.
¿ un momento en donde estaría el alojado?. Quizás... ¿En nuestro mismo hotel? por razones del universo la contestación llegó a mí. Observe la tarjeta de su habitación en su cartera cuando saco el dinero para abonar, era igual a la nuestra con el mismo logo. Ahora si los nervios me invadieron y él seguía observando con aquella mirada.
De vuelta en el hotel me despedí de papá. Solo era un día más que debía quedarme. Quedarme cerca de el.
– hija mantenme al tanto.
-Si papa. Llámame y no te estreses demasiado con los asuntos de la empresa yo te ayudaré aquí. Salude a papa con un beso.
Me retiré a mi habitación, me puse mi camisón de seda negro y me recosté en mi cama creo que me quede dormida al instante.
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Ese tipo mayor que yo
RomansaLara Spencer es una estudiante de leyes de tan solo 21 años de edad. Todo cambia cuando se enamora de Nicholas Stanley su profesor de facultad de 38 años de edad. ¿Que sucederá cuando se enamoren? ¿que deberá enfrentar Nicholas para defender a su jo...