Ese tipo mayor que yo

parte 28

Deje que me besara en los labios.
Estaba a punto de alejarme pero el me   tomo más fuerte y me atrajo hacia el.

-Por favor, no te alejes.

La confusión que sentía en mi cabeza no se comparaba con lo seguro que se sentía mi corazón.
Lo amaba, pero mi mente volvía con los recuerdos.

-Esto no está bien.

Hable por lo bajo. Rápidamente lo aleje y de un salto estaba parada a la orilla de mi cama.
Lo vi ponerse de costado, más sexy que nunca y la bata se abría mostrado su pecho, el que note aún con poca luz, estaba agitado.

-Me temes?

-No

-Regresa

-mejor será que te vallas, tu mujer te ah estado llamando..

Le dije con mucho rencor.
El esbozo una sonrisa, se levantó de la cama, estaba a unos sentímetros de mi.

-¿Eso quieres?

-Por favor.

Abrí la puerta de mi habitación con su ropa en mis manos y desvíe la mirada hacia el suelo.

Me tomo por la cintura y sentí chocar con la pared, sentía sus labios en mi cuello.

Era más fuerte que yo, me arrastraba hacia la lujuria. Y me perdía con el, en este mundo donde lo nuestro se había vuelto imposible.

Perdimos la noción de las horas, con nuestros cuerpos enredados en mis sábanas de seda.
Pero no hablamos de nosotros, solo nos mirábamos y volvíamos a Besarnos una y otra vez, hasta que estuvimos dormidos.

El sol se filtraba por mi ventana, gire para abrazarlo, pero ya no se encontraba a mi lado.

Revise mi celular, eran casi las once de la mañana.
  Debí dormir muy profundo.

Tenía dos llamadas perdidas de Maite.
Pensé en devolverle la llamada pero fui por algo para beber.

Mientras bajaba las escaleras la veo allí parada hablando con papá. Muy preocupada y me mira a los ojos.

-¿Maite? ¿Qué haces aquí?.

Maite solo seguía mirandome y solto una lágrima.

-¡Contestame!

-Yo solo lo ví allí tirado, a un costado de su auto. No sabía que más hacer... lo lamento tanto..

-Por dios, de que me hablas.. ¿que sucede?.

-El profesor Stanley...

-No.. no. No puede ser. No es verdad.