Ese tipo mayor que yo

Parte 26

Salude al señor Cuter y a papá que hablaban de negocios como siempre.

-ya debo irme estoy un poco cansada.

-Pero hija, ¿no te quedaras para el brindis?

-Señor Spencer no se preocupe yo acompañare a su hija.

La cara de papa insinuaba que pasaba algo entre nosotros.

-Si, deja a los muchachos que se marchen. Deja que se diviertan.

Opinaba el señor Cuter con cara picaresca.

-Muy bien, si no hay más remedio, hija ve con cuidado.

-Buenas noches.

Aquella mujer tuvo la osadía de acercarse a saludar del brazo de Nicholas.

Se lanzó al cuello del Señor Cuter saludando con una gran confianza.
Y se acercó a mi para tomar mis manos.

-querida debes tener cuidado. Podrías haberte lastimado aún peor.

Su voz era sarcástica y su sonrisa malvada.

-Pero, ¿Lara que te sucedió?

Papa se preocupo, y le quite mis manos de encima a Julia.

Como la odiaba. Me trataba como una chiquilla.
Podía ver en los ojos de Nicholas rabia. Pero no hizo mucho para calmar a su maldita mujer.

-No es nada. Sólo un rasguño. Con permiso ya debo irme.

Mire a Nicholas que se encontraba parado detrás de ella. Tome del brazo a Richard y camine hacia la salida antes de que papa comenzará con su cuestionario. Aunque no sacaba los ojos de encima de Nicholas. No se molesto en saludarlo.
El señor Cuter por su parte le encantaba esta novela que presenciaba.

Uno de los sirvientes traía el coche de Richard.
Me encontraba parada esperando a que el me abriese la puerta del coche. Y sentí que me agarro fuertemente del brazo.

-Mocosa, es hora que sepas cual es tu lugar. Deja de perseguir a mi marido. Por que no sabes con quien te metes.

-Julia basta!

Era la voz de Nicholas tomándola del brazo y alejando a la mujer de mi.

- Estas loca.

Mire a Julia y lo mire a el con la cara confundida.
Esa mujer estaba enferma por el.
Jamás lo dejaría ir.

- Vamos Lara.
Richard me abrió la puerta del coche y los fulmine con la mirada.
Jamás dejaría que me vuelva a tocar.
Los vi discutir mientras me alejaba. Nicholas se tomaba de la cabeza como siempre lo hacía cuando tenía rabia. Y lo vi alejarse de allí.
Se que sufría por la miserable vida que llevaba con aquella mujer. Pero no podía marcharse de su lado ya que su hija iba a odiarlo por siempre.
Esa mujer es capas de cualquier cosa para obtener lo que quiere pensé.

Richard conducía en silencio.
-¿Acaso no tienes curiosidad por lo sucedido?

-Creo que tienes una vida amorosa bastante complicada.

-Creo que debería viajar y alejarme de todo.

-Pues aquí tienes un acompañante.

Logró sacarme una pequeña sonrisa.
limpio las lágrimas que quedaban en mi rostro.
Y se acercó tanto que podía sentir su respiración.

-Debería acompañarte hasta la puerta.

Insinuó Richard.

- ¿O debería consolarte el resto de la velada? Tu puedes elegir que hacer con migo Lara.

-Por favor. No quiero que te confundas.

-No lo are.

- Tu me agradas. Pero será mejor que me valla a descansar.

Me aleje, y el dibujo una sonrisa en su rostro.

- Y tu me gustas.
Si me necesitas Sólo llámame.

- ¿Debo creer que eres mi servidor o algo por el estilo?

- Puede ser...

-Adiós Richard.

-Adiós Lara.

Mientras intentaba relajarme obserbe por la ventana, aún seguían los fuegos artificiales.

Mire al cielo y luego hacia la calle donde pude ver a un tipo alto acercarse a mi ventana...