Parte 13

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Un conjunto de encaje adornaba mi cuerpo.

Mi puerta sonó con dos golpes continuos y se abrió, en silencio el entro. La luz estaba tenue yo de espaldas.

-Por dios Lara. Escuchó su vos ronca, la vos más sexy que eh escuchado en mi vida y su perfume me invadió.

Una suave caricia dibuja el contorno de mi cuerpo y la piel se me eriza. Un beso en mi nuca me desestabiliza y sus manos me rodean. Un susurro en mi oído me enloquece

– Lara hermosa y sensual. Que estás haciéndome. Me has vuelto loco desde el momento en que te vi.

– me doy la vuelta y nos besamos, siento su excitación debajo de su pantalón y me arrastra contra la pared. Me trepo en sus caderas

– Nicholas. Yo.

– Shh... Me calla con otro beso. Su mano viaja debajo de mi entrepierna y sus caricias me humedecen. Gimo y el besa mi cuello me alza y me lleva a mi cama. Lo ayudo a quitarse la ropa, el arranca mis bragas y mis sostén se levanta y me observa. Me sonrojo y toco sus abdominales perfectamente marcados. Toma mis manos y las entrelaza con las suyas. Siento su duro musculo penetrándome una y otra vez.

Sus besos se extienden por todo mi cuerpo. Nuestros gemidos son un coro celestial. Grito su nombre – Nicholas. El clímax alcanzado me supera. Y mi cuerpo se desploma, Nicholas me alza y me poner encima de él, estamos sentados. Me besa sin dejarme respirar y estoy lista de nuevo. Le acaricio su pelo.

–Espere tanto por esto Lara. Su voz se escuchaba agitada. De repente no éramos profesor y alumna. Éramos Lara y Nicholas.

Nicholas Dormía profundamente eran casi las 5 Am. Pero era invierno y amanecía más tarde estaba cansada pero a gusto al lado de él. Era perfecto. ¿Qué pasaría ahora? Pensé ¿fue solamente esta noche o acaso había algo más? Pero no debíamos, era una locura. Él era mi profesor el abogado de papa. El desde luego no lo permitiría.

Entre a la ducha, el agua estaba calentita. Siento que él está parado detrás de mí.

– ¿no me esperas? Sus manos abrazaron mi vientre y me besaba debajo del agua.

– Lara hermosa.¿ Como es que llegamos a esto? Me dice.

– no lo sé solo sé que te deseo desde que te conocí. Y siempre estás en mis pensamientos. Miro sus ojos.

Hicimos el amor en la ducha y luego en la cama. Estábamos exhaustos. Nuestros vuelos esperaban al mediodía. Pero lo retrasamos por la tarde.

Dormimos abrazados. Como recién casados. Pero no tenía en claro que pasaría luego. Solo de pensarlo me volvía loca. Pero no me animaba a planteárselo. Solo lo disfrute a mi lado.

Ese día tomamos el vuelo para regresar a casa.
Nos despedimos nuevamente en el aeropuerto y dijimos que luego hablariamos. . .

Ese tipo mayor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora