Parte 24

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Se acercaba el final del año.
Pasaron casi dos meses desde el último día que lo vi, volvi a clases sabiendo que no lo encontraria se había alejado de su trabajo y finalmente de mi vida.

Paso tanto en este tiempo.
Mis veintidós años llegaron, Maite organizó un pequeño festejo para celebrarlo.

También estaba Renzo que se había vuelto un buen amigo, aunque insistía con sus sentimientos hacia mi pero yo no podía responderle del mismo modo. No podía sacar de mi cabeza a Nicholas.

Para despejarme seguía con el trabajo de la empresa de papa.

El custodio aún cuidaba de mi, aunque la policía nunca llegó a nada. Pensé que podría tratarse de algún problema de la empresa, pero papá hizo sus propias averiguaciones y no obtuvo nada.

Mi vida seguía vacía sin el.

La noche de año nuevo llegó y mi padre tenía una cena. Decidí acompañarlo y luego reunirme con mis amigo para seguir celebrando.

Pensé como vestirme, mi ánimo había mejorado. Saque un vestido negro del armario que había comprado en algún viaje.
Me quedaba perfecto pensé, llevaba el pelo suelto y unos pendiente que mi padre me habia obsequiado para navidad.

Esta reunión era muy importante para mi padre había muchos empresarios dispuestos a invertir a comienzo del año, así que decidí acompañarlo.

Era una mansión muy elegante y había personas muy distinguidas, el señor Cuter por supuesto también estaba allí.
Así que decidí acompañarlo del brazo a saludar a las personas.

-Querida Lara te prensento a mi sobrino Richard creo que será una buena compañía.

La verdad no tenia ni el más mínimo interés en tener una compañía, pero el señor Cuter se salio con la suya y entregó mis manos a la de aquel chico.
No podía ser grosera rechazando su compañía frente al señor Cuter, así que sólo lo mire y le sonreí.

-luces encantadora Lara, mi tío me hablo de ti.

-gracias.

En cuanto nos alejamo me solte de su brazo y camine rápidamente hacia un mozo para tomar una copa, pero Richard se adelantó y con una sonrisa pícara me leyó el pensamiento.

-¿seguro te aburre este lugar verdad?
Me entrego una copa en la mano y haciendo seña de salud bebí hasta el fondo.

-Un poco. ¿Tu De donde eres? Jamás oí de ti. El señor Cuter tiene muchos familiares pero no sabia de tu existencia.

-¿Te digo un secreto? No soy de su familia pero me adoptó como su sobrino hace tiempo y la verdad que es que no es mala idea acompañarlo a éstas reuniones.
sirven excelentes banquetes. Me susurro.

Sonreí ante tal comentario, no me pareció un mal chico después de todo y seguimos en compañía el resto de la noche.

Mientras reia con sus ocurrencias sostenía una copa en mis manos, levantando la mirada y borrando la sonrisa de mi rostro mi corazón se detuvo. Todo parecía un sueño...
No era un sueño era una pesadilla...

Allí estaba el, acompañado por aquella mujer que sostenia con su brazo.

Mi copa se soltó de las manos volviéndola añicos contra el suelo y nuestras miradas se unieron después de tanto tiempo....

Ese tipo mayor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora