My Cute Chubby ♡Yoonmin♡

25🍓

—¿Quieres hablar esta vez?

Jimin lo observó con el semblante repleto de seriedad e inconformidad, llevaban dos sesiones y en esas dos semanas había evitado hablar, total estaba pagando y no habría nada que lo obligara a cooperar.

—Aún no entiendo por qué estas aquí sino estas listo para recibir atención—el hombre frente a él se mantenía apacible en todo momento, Jimin sintió lastima de su desdicha no debía ser fácil estar sentado escuchando la mierda de los demás, bueno, al menos cobraba por ello—. Pero si así lo prefieres nos quedaremos nuevamente en silencio, de hecho aprovecharé este momento para continuar con mi lectura, suponiendo que no te importa —espero una respuesta que claramente no escucharía de sus labios. Se levantó del sillón que estaba posicionado estratégicamente frente a él, Jimin trataba de ocultar su angustia ¿Qué los psicólogos no veían a través de sus movimientos? pensaba y con miedo se quedaba quieto.

El terapeuta volvió al cabo de unos minutos sosteniendo en sus manos un libro, la pasta dura y oscura no le dejaba ver el titulo del ejemplar "cosas aburridas debieran ser", pero el hombre de al menos cuarenta años se reía, al principio tenuemente para después pasar a tener un sin fin de carcajadas, Jimin volteo la vista molesto ¿Que clase de profesional era este? Los ruidos no cesaban

—¡¿Qué es tan gracioso?!— reclamó cuando el sonido se hizo insoportable

—Lo....Lo siento Jimin es sólo qué esto es gracioso —reía aún apenado de a ver incomodado a su paciente

—¿Qué es lo que está leyendo?—preguntó curioso

—Una nueva adquisición, en realidad fue un regalo del más joven de mis pacientes, es un niño de casi seis años, lleva una vida trágica, sus padres murieron cuando nació en un accidente y al cuidado de su abuela que es muy anciana han abusado de él —suspiro el hombre —. No habla mucho, pero le encanta dibujar, el otro día me trajo este libro para que viera los bonitos dibujos que había en él —sonrió al recordar —Justo ahora acabo de terminar el primero ¡Es magnifico!

—¿Y de qué trata el cuento?—dijo conmocionado con lo que había escuchado ¡Pobre criatura! pensaba

—¿Conoces el muelle de las plumas?—Jimin asintió—. Bueno hubo una vez un pequeño muelle que se sentía feliz y tranquilo dentro del bolígrafo que habitaba, tenía mucho miedo de lo que había allá afuera que prefería estar donde pertenecía —miró al chico quien a su vez lo observaba como un pequeño emocionado con el relato—. Pero un día, el artista que se dedicaba a escribir poesía se levantó de su asiento y en un momento de descuido tiro la pluma al piso, el pequeño muelle salió volando hasta caer en el desagüe, viajo por la tuberías hasta llegar al mar, allí se puso a llorar, estaba desconsolado, asustado, por un momento mientras abría sus ojos observo con atención la magnificencia del mar, jugo con los peces y cuando estuvo listo salió a la orilla a ver el bosque, allí se encontró a una flor que había sido aplastada por un conejo dejándola chueca, accedió a ayudarla poniéndose en su tallo, desde ese momento el muelle y la flor fueron felices, aquel que pensaba que su vida dependía del bolígrafo ¿No es gracioso?

Jimin lo observó con detenimiento, la verdad es que el cuento le había parecido muy significativo.

—No entiendo, ¿Qué es lo gracioso?, me pareció un lindo cuento

—¡El muelle es lo gracioso! ¿No te das cuenta? —preguntó con una ligera risa —. El muelle cambio por completo su uso, dejo lo que conocía, para ser el sostén de una flor ¡Un esclavo!

Lo miró confundido. —No, eso no es lo que ocurrió, el muelle no es un esclavo

—Por favor Jimin, fue el esclavo del bolígrafo, que era esclavo del artista para después convertirse en el esclavo de la flor ¿No lo entiendes? el muelle nunca dejo su encarcelamiento

—No—negó—. Está equivocado, el muelle no es un esclavo, tal ves no fue su decisión pero salio al mundo real, conoció distintos escenarios y al final quiso ayudar a aquella amable flor, no como esclavo sino como complemento

—¿Sacrificio? —indagó el terapeuta—. ¿No será mejor llamarlo sacrificio? El muelle fue feliz porque encontró la manera de ser útil no estando atrapado en el bolígrafo, pero si nos ponemos a pensar su libertad tuvo un precio, tal vez ya no esta dentro de la jaula pero si custodiado por ella, respondeme esto ¿Cuantas veces no hemos dejado de lado nuestra libertad por creer que existimos con el único fin de ser de utilidad para los demás? el muelle fue feliz pero ¿A que costo? No puede moverse sin lastimar a la flor, ha amarrado su destino a esta ¿Qué pasará con lo que pudo haber sido pero ya no lo será? es bueno ayudar y más cuando son criaturas llenas de cariño, pero no entregando todo de ti

—Lo entiendo, pero ¿Qué podría hacer? el muelle paso mucho tiempo encerrado, sin nadie y con miedo, pensó que la pluma lo protegería pero al final al igual que el artista lo dejó a la deriva, ¿Y si los peces eran crueles? ¿Y si se oxidaba bajo el agua? ¿Alguien pensó en el sufrimiento que tendría al nadar en contra de la corriente? Vio en la flor la oportunidad de ser el sostén, de ser útil ¿Usted no hubiera tomado aquella decisión?

El hombre sonrió. —¿Qué tanto hay del muelle en ti Jimin? y más importante aún ¿En donde te encuentras?

Pensó la pregunta con detenimiento, una parte de él la cuerda y sensata no quería contestar ¿Lo estaba analizando? pero los sentimientos inexplorados lo apuñalaron desde dentro

—A la deriva de océano—respondió con un hilo de voz

—¿Te gustan los cuentos Jimin?

—Sí, leía mucho en mis tiempos libres, ahora ya no lo hago, hace mucho que deje de hacerlo

—Pues yo amo leer ¿Te parece si intercambiamos lecturas? para la próxima semana podrías traer un cuento o relato que te agrade y podemos hablar de él ¿Te parece?

Asintió con una sonrisa, eso era mucho mejor que hablar de sí mismo. Al termino de la sesión se despidieron con una sonrisa y un estrechón de manos, ambos estaban complacidos pero por razones completamente distintas, el terapeuta al quedarse solo cerró su libro que llevaba como título "Leyes de la física vol. 3"

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