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Jimin caminaba hacia la escuela un miércoles por la mañana, ese día Yoongi le había llamado para disculparse por no poder pasar por él,  aparentemente padecía de gripe y su madre le había obligado a permanecer en cama a pesar de su oposicion. 

Era la primera vez que se iría solo desde que salió del hospital, mentiría si dijera que no estaba asustado, sus peores recuerdos sucedieron en el parque cercano de la escuela por donde estaba obligado a pasar.

Después de haber dado su declaración no quiso saber nada de YiFan y su pandilla, por lo poco que sabía ellos estaban fuera de Corea, eso le tranquilizaba pero al mismo tiempo el trauma le hacía una mala jugada. Era como si una ola gigante de recuerdos arrasara con su interior, con Yoongi se sentía seguro, estaba seguro de que este fungía un papel importante como escudo, le proporcionaba la enajenación necesaria para olvidarse de sus problemas. A su lado no pensaba en sus abusadores, en las peleas de sus padres y en sus inseguridades. 

Con Yoongi y los chicos podía reír sin cubrir su rostro por vergüenza, ellos le brindaban la felicidad que solo no podría darse. Su terapeuta le hablaba de lo importante que era comenzar a buscar su independencia emocional, pero ¿Cómo podría hacerlo? ahora tenía atención, carió y apoyo, ¡Un novio! cosas que jamás creyó encontrar y que sabía que no duraban para siempre por eso trataría de aprovechar por completo el momento. 

Después de temblar indeciso en la esquina, trató de suspirar y avanzar, pero sus pies no respondían ante sus ordenes corticales. Todo sería más fácil si en esos momentos tuviera un cigarrillo para calmar su mente y relajarse. Podría ir y comprar algunos, fumarlo y que nadie se enterara, pero si lo hacía no podría ver a Yoongi a la cara. 

Tomó ambas correas de su mochila fuertemente, mirando hacía el piso, paso por el pequeño parque. Un escalofrío recorrió su cuerpo entero, los vellos se erizaron y su respiración se volvió errática...el trauma lo abrumó

Recordaba cada palabra, cada insulto y por supuesto los golpes que recibía. No había forma de deshacerse de aquellos dolorosos recuerdos.

"Maldito gordo"

"Nadie te quiere inútil"

"Vamos a ver cuanto lloras"

Rogaba en su interior que se detuviera, que ese sufrimiento de esfumara en el viento pero era imposible. Llegó a la escuela pasando primero al baño, se mojó el rostro, y miró el espejo con desprecio, al final seguiría siendo débil, la carne de cañón, aquel que tenía que sacrificarse por el bienestar de otros, no era justo.

Deseó salir de la escuela y caminar a su casa, pero eso sólo significaba volver a enfrentarse a aquella extensión de tierra que tanto lo atemorizaba. Cuando estuvo listo salió rumbo a su clase.

—Taehyung buenos días— dijo cuando se sentó a su lado, fingiendo estar bien, algo que le salía casi a la perfección.

—Hola ChimChim—sonrió encantado—. ¿Por qué tienes esa cara? ¿Has llorado?

Negó con una ligera mueca, tal vez no era un experto fingiendo. —Tengo sueño, mis ojos están cansados ¿Qué tal tu mañana?

—Horrible, Nana se fue a un pequeño retiro espiritual y dejó a Namjoon a cargo, no confío en él para que cuide de mi chica

—Dale una oportunidad —sonrió—. Puedes llevarte una sorpresa

Su castaño amigo lo único que hizo fue asentir estando de acuerdo, las clases iniciaron como una buena distracción. Mordía el lápiz con disimulo para aguantar la ansiedad de estar en ese lugar. Nadie se daba cuenta y estaba bien. A la hora del almuerzo los chicos se portaron amables como siempre, salvo que está vez trataron de sacarle alguna información jugosa sobre su repentina relación con Yoongi

 My Cute Chubby ♡Yoonmin♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora