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Yoongi comenzó a ver el cuerpo de Jimin más de la cuenta, de repente el chico tierno de mejillas sonrojadas se volvió un muchacho de dieciocho años que desbordaba sensualidad al moverse al compás de la música. Lamió sus labios, normalmente no actuaba como un adolescente hormonal, aunque lo era, pero la cercanía del ahora pelinegro lo mataba lentamente, Jimin estaba cambiando, su cabello ahora lucía más oscuro dándole un toque varonil y parecido a un príncipe encantador, su cuerpo era un tanto más delgado, aunque este lo negara, no sólo físicamente, Jimin había adoptado una singular sonrisa desde hace dos semanas cuando comenzó a asistir al club de baile. 

Era deseable, Yoongi no quería pensar en él de esa manera, se negaba a admitir que el menor le atraía mucho más de lo pensado, porque estaba mal, era incorrecto desear su compañía, esperar sus besos sabor caramelo en los descansos y los tímidos abrazos cuando lo recogía o dejaba en su casa. 

Seguía teniendo miedo, era un conejito asustado, pero cuando estaban a solas su risa inundaba sus oídos, le encantaba la manera en que sus manos encajaban a la perfección, como si estuvieran hechas para permaneces unidas, Jimin le daba la tranquilidad que su mente y alma le pedían. Pero nuevamente era incorrecto, él no podía ser feliz, tenía prohibido enamorarse, pero poco sabía que eso estaba fuera de su control. 

Cuando el baile terminó y el cuerpo sudoroso con respiración errática se acercó sintió un extraño hormigueo en el estómago, sus manos fueron a parar a la mejilla caliente del muchacho, sus labios rosas le invitaban a acercarse, se despidieron de todos con una sonrisa, pero permanecieron en ese salón de baile, completamente solos. 

Jimin lo sentía, hubo un cambio en su relación, la confianza que iban ganando con el tiempo se convirtió en un pase libre para hacer cosas que antes no se imaginaba, no estaba seguro de que Yoongi lo deseara de una manera física, pero él se moría cada que sus caricias y besos se volvían mucho más profundos. 

Se quedaron en silenció observándose y sonriendo con nerviosismo, Yoongi no dejaba de acariciar su mejilla mientras lamía su labio inferior, Jimin tuvo la osadía de acercarse lo suficiente como para oler el fresco aroma a colonia, sus labios se juntaron en un suspiro de satisfacción mutua. El pálido entendía que con Jimin debía tener mucho más cuidado de lo habitual, el menor no estaba acostumbrado al millar de emociones que se desencadenaban por los toque inocentes y necesitados que se daban, estaba por explotar, ese pequeño que se alejaba con un sonrojo y un lo siento le hacía experimentar cosas que no había conocido antes, sensaciones que se prohibió desde hace tiempo. 

Jimin subió sus manos hasta colocarlas en su cuello y él aprovecho el momento para posicionar las suyas en la cadera,  la piel de Jimin era suave al tacto incluso sobre la ropa podía sentirlo, el menor de forma traviesa como Taehyung le había dicho que hiciera mordió su labio inferior, para él era muy difícil tomar la iniciativa, cada vez que quería poner en practica algún truco que su mejor amigo le decía los nervios le traicionaban, se decía que Yoongi se reiría por tratar de ser "seductor"

Esa tarde después de hablar con Taehyung, este le dijo que simplemente se dejara tomar, que no se escondiera y tratara de imaginar que Yoongi y él estaban en un mundo imaginario donde sólo el deseo los atraía, sólo tenía que mostrarle sin palabras lo que quería, pero era muy difícil. 

Yoongi al ver que Jimin no paraba el beso aprovecho el momento para levantar ligeramente la negra camisa y delinear con sus dedos la piel de la cadera justo sobre la cinturilla del pantalon deportivo, como lo imaginó era suave, pudo sentir alguna que otra estría pero no le importó, al contrarío eso lo hacía mucho más real. Jimin se tensó de inmediato, estaba por separarse cuando el mayor le tomó de la nuca impidiéndoselo, quería mostrarle que estaba bien, que no tenía nada de malo ser tocado y adorado porque su cuerpo lo merecía, su existencia entera era digna de admirar. 

Jimin de a poco fue tranquilizándose y comenzó a relajarse ante el contacto con el otro, sin vergüenza tomó los hombros de Yoongi y los apretó, su cuerpo era delgado pero firme,  abrió los ojos soltando un jadeo de sorpresa cuando sintió que acariciaba con mucho cuidado su trasero, al menos un toque penoso y tímido, cerrando nuevemanete los ojos le abrazo con fuerza y siguió provocando la danza sensual y lenta de sus lenguas, besar a Yoongi era una de las cosas que más le gustaba, en sus brazos se olvidaba del mundo entero y sobretodo del universo cruel y despiadado de su cabeza. En esos momentos pensaba que una persona como él podía llegar a ser feliz. 

La emoción por tocarlo y descubrir cada parte de su ser lo orillo a acercarlo mucho más aunque fuera imposible ya que entre ellos el espacio personal en esos momentos no existía. Tocó su cuerpo, subierondo la palma de la mano desde su lindo trasero, a su espalda hasta llegar a la nuca. Estaba muy concentrado en hacerle sentir que en verdad lo deseaba, que en verdad lo quería. Con aquellos pensamientos de necesidad y amor se separó tratando de recuperar el aire perdido, estaba completamente asustado, no podía hacerle eso a Jimin y mucho menos faltar a su promesa. Él no podía ser feliz 

—Vamos—le dijo con voz cálida porque la realidad era que quería salir de ese lugar antes de que se le ocurriera tirarlo en el piso y hacerlo suyo 

—Va...vamos—dijo Jimin con las mejillas sonrojadas y los labios hinchados, sus pecho subía presa del aire perdido

Yoongi tomó su mano y lo sacó del salón, estaba absorto en sus pensamientos. Jimin se sentía en las nubes, tal vez Yoongi lo llegaría a querer como quiso a Jisung. 



¿Como va la historia? 🌹♥🍪

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 My Cute Chubby ♡Yoonmin♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora