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Ambos chicos estaban tirados en el piso mirando al techo, las lágrimas y lamentos de Jimin fueron parados gracias a la astucia natural de Taehyung. Ahora no quedaba nada, más que el cansancio.

—No lo hizo para lastimarte

—Lo se TaeTae

Taehyung suspiro, aquel día había estado lleno de emociones fuertes, por un lado se enfrentaba a un corazón roto y por el otro su mejor amigo tenía tanto miedo que no dejaba de llorar y repetir que lo matarían, sentía tanta impotencia por no ser capaz de ayudarlo o ayudarse a sí mismo. Porque ¿Como convencer a alguien de estar bien cuando por dentro se estaba cayendo?

—La gente es cruel, pero debemos de aprender a poner un límite, tal vez si lo hubiera hecho antes con SeokJin ahora no estuvieramos en esta situación, es necesario saber cuando parar ¿Lo entiendes Jimin?

El nombrado sólo atinó a asentir, él lo sabía, tenía que ser fuerte y poner un fin a sus desgracias, su cuerpo ya no aguantaba el maltrato, pero el miedo lo consumía ¿Y si cumplían sus promesas? ¿Si llegaban a asesinarlo como tantas veces se lo gritaron? No estaba listo para enfrentarse a ellos, no aún

—Taehyung pase lo que pase ¿Estarás conmigo?

Recibió un fuerte abrazo además de un beso en la coronilla. —Lo estaré, desde ahora estaré para siempre a tu lado ChimChim pase lo que pase y hagas lo que hagas

Una lágrima traicionera recorrió su mejilla, soñó tanto con escuchar esas palabras que ahora estaban sirviendo como un antídoto para su corazón herido.

—Tengo que irme, me gustaría quedarme pero nana necesita que le avise con tres días de anticipación

Jimin asintió y se levantó del piso, Taehyung recogió sus cosas y al ir a la puerta lo abrazo fuertemente como despedida. 

—Gracias por ser mi sostén hoy Jimin

—Gracias por ser el mío TaeTae

Observó como se alejaba mientras sonreía. Cerró la puerta y se puso a recoger todo, ya eran las seis de la tarde y posiblemente sus padres llegarían tarde de nuevo. Deseo comer algo pero optó por mejor tomar un litro de agua, eso mantendría a su estómago ocupado o al menos eso era lo que pensaba. Subió las escaleras y se acostó a dormir, estaba tan cansado que lo único que deseaba en ese momento era descansar, dormir por diez años y no despertar hasta que sus problemas se hayan resuelto por sí solos.





A la mañana siguiente se despertó sintiendo una gran angustia, si el director estaba al tanto de la situación lo más probable era que tomará alguna medida para solucionarlo, su escuela tenía una política muy estricta sobre la violencia y la intimidación después de que un chico de un curso superior se quitará la vida, no lo llegó a conocer pero su partida dejó una gran herida en los estudiantes y administrativos.

Sus bravucones habían sido muy claros a la hora de decirle que si se atrevía a hablar no saldría con vida de la paliza que le darían. Cada vez los golpes subían de intensidad y las humillaciones eran aún más atroces, en más de una ocasión llegaba lleno de golpes y algún fluido asqueroso a su casa, ellos lo disfrutaban, esos malditos psociopatas gozaban el verlo tendido aclamando piedad, desde el día que decidió dejar de llorar en frente de ellos su desquiciado temperamento estaba a flor de piel, lo sentían como un reto, el que hiciera llorar al puerco primero sería el ganador, pero siempre se preguntaba ¿Qué ganarían? Y lo más importante ¿Por qué los incitaba? ¿No sería mejor llorar y rogar para que así tuvieran la diversión que querían? Pero no podía hacerlo porque su espíritu no estaba del todo doblegado, aun quedaba en él un mínimo de dignidad.

 My Cute Chubby ♡Yoonmin♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora