Roto.

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LuHan estaba cansado de las constantes ausencias de YiFan, ¿Cómo no tenía ni siquiera cinco minutos para hablarle?

Cuando llegaba a casa siempre pasaba directo a su habitación y sin hablarle, se dormía.

LuHan entendía, estaba cansado por el trabajo y todo, pero ¿tan cansado hasta para no darle un miserable beso?

Por esas ausencias, comenzaron las discusiones, poco a poco, la maravillosa relación que tenían, se volvía tóxica y fea.

Todos se daban cuenta, menos LuHan, él no quería ver como todo lo bueno se iba sin poder detenerlo, no quería ver como el hombre que él amaba se alejaba cada vez más en la cama que compartían, no quería ver que su relación estaba rota desde hacía meses, cuando YiFan dejó de llegar a casa temprano porque su trabajo exigía demasiado. Definitivamente no quería ver eso.

LuHan hizo todo lo posible para que su relación no acabara, pero, no pudo detener el horrible destino cruel.

El día anterior había discutido con YiFan, pero tenía intenciones de arreglarlo, así que hizo un regalo para él.

En una pequeña caja dejó fotos de ellos juntos y notas que decían todo lo que amaba del más alto y una pequeña carta que decía lo mucho que le gustaría volver a lo que eran antes.

Emocionado esperó a que YiFan despertara, cuando bajó las escaleras y fue a la cocina, un sonriente LuHan recibió a un molesto YiFan. —Hice esto para ti.— Le dijo mientras le entregaba el regalo. El alto sólo lo miró por encima, leyó el principio de una nota, y con voz molesta dijo —Ah, hey, debo irme a trabajar. — LuHan se molestó, apenas había visto lo que había dentro. Se sintió herido y un estúpido por hacer algo para arreglar todo.

Cuando YiFan se fue sin siquiera dedicarle unas pequeñas palabras de amor, supo que todo lo que hiciera, sería inútil.

Al llegar la noche, LuHan esperaba a YiFan.
Cuando escuchó la puerta, se levantó y fue a recibirlo. Debo hablar contigo.— Dijo antes de volver al sofá. YiFan lo siguió.

—Se acabó.— Dijo al borde de las lágrimas, tal vez YiFan iba a darse cuenta de que no podía dejarlo ir. Pero, en vez de eso, las palabras que dijo le congelaron el corazón.

Bien.— Y se levantó para ir a buscar sus cosas.

Escuchó como se iba, tirando a la basura todos los años de amor, sintiéndose terrible, se golpeó mentalmente, le creyó a YiFan cuando decía "No voy a dejar que te vayas tan fácil de mi vida." pero ahí estaba, solo en su casa fría y llena de recuerdos.

Caminó a la cocina, el regalo seguía ahí, lo tomó y lo rompió en miles de pedazos, la misma cantidad de pedazos en los que ahora estaba hecho su corazón.

LuHan, una vez más, estaba roto.

One Shot KrisHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora