One Shot KrisHan

Libre 2/2

SeHun no podía creer lo que estaba leyendo, LuHan se había ido. Su cabeza dolía intentando pensar donde estaba.
Miró la fecha, hace una semana que ya no estaba en la casa y él apenas había llegado.

Maldijo. ¿Cómo se atrevía? ¿No recordaba de quién era novio?
Intentó llamarlo, pero la llamada no entraba, le escribió pero sus mensajes nunca llegaron, estaba bloqueado de todas las redes sociales del chico.

Frustrado llamó a todos sus amigos, pero nadie tenía la ubicación del pequeño. Ni siquiera YiFan.
LuHan no tenía muchos amigos aún así los llamó para saber de él, ¿cómo podía decir que no le importaba? ¿No veía su esfuerzo?

Tomó la carta y leyó:

Estimado SeHun:

Escribo esta carta porque ya no puedo mas con todo esto, estoy cansado de vivir encerrado, estoy cansado de soportar tus abusos y engaños, estoy cansado de no recibir el amor que realmente merezco.

No me busques, ya no te amo.
Desde hace mucho dejé de hacerlo, sólo estaba cegado, pensando en que nadie iba a quererme.

Pero hay alguien, encontré a alguien que me quiere realmente, sus ojos me miran con cariño y no con asco, me abraza y me protege como si yo fuera lo más valioso.
Así que me voy con él.
Soy feliz ahora, voy a ser feliz y libre por fin.

Espero no volver a verte.

Atentamente: LuHan.

No, Sehun aún no lo creía. LuHan no se había ido con otro.

De pronto, recordó, recordó a YiFan mirando a LuHan con amor y deseo, recordó a YiFan abrazando a LuHan, recordó las veces que YiFan defendió a LuHan, recordó cuando YiFan le dijo que iba a llevarse a LuHan porque le gustaba.
Sacó su teléfono y marcó el número del bastardo.

—Hable.— Dijo de manera cortante, como si estuviese molesto.

—Maldito bastardo, sé que está contigo.

—Lo está.

—Voy a buscarlo ahora.

—¡Mierda, YiFan! Sí, así. Más fuerte... —Sehun estaba rojo por el coraje. El imbécil se estaba follando a LuHan.

—Voy a matarte.

—Estamos ocupados, así que no puedo atenderte ahora.

—Voy a encontrarte.

—YiFan, ah... Oh, Dios... Y-ya casi... — YiFan tiró el teléfono en la cama donde estaba follandose al menor, no cortó, sólo se dedicó a golpear su culo mas fuerte, tal y como le pedía el mas bajo.

Sehun sólo escuchaba los gemidos y gruñidos, gemidos que deberían decir SU nombre.

—M-me vengo... ¡YiFan!

—Mierda, LuHan...

Sehun escuchó como los dos llegaban al orgasmo, maldijo en todos los idiomas conocidos.

—Te amo, YiFan...

—Yo te amo a ti, LuHan... Te amo mucho.

—Umh... ¿Quién llamó?

—Nadie, bebé. No era importante.

—Oh... Bien, oye, ¿podemos salir luego?

—Claro, mi vida.

Sehun cortó la llamada.
Lo había perdido.
Había perdido todo lo que tenía.
Lo hubiese tratado mejor, lo hubiese visto solo a él, hubiese notado las pequeñas cosas, hubiese saboreado mas las comidas que le hacía con tanto amor.

Pero ya no mas, recordó como los ojos de LuHan se apagaban todos los días, cuando lo miraba con miedo. Se odiaba, claro, era tarde, pero eran las consecuencias.

LuHan ahora estaba libre.