One Shot KrisHan

Asco.

La carita de LuHan sólo mostraba dolor y mas dolor, pero no era dolor físico, era el dolor de ver a la persona que mas amaba alejándose cada vez mas de él.

Su mente repetía la escena, todo había pasado demasiado rápido, primero estaban viendo películas abrazados y besándose... luego... Luego todo se volvió un completo desastre.
Su celular vibró indicándole que un mensaje había llegado a su bandeja, dejó que vibrara por bastante tiempo, le pareció curioso, nunca le llegaban tantos mensajes, se levantó del regazo de su novio para ver de qué se trataba, tenía un mal presentimiento, pero no sabía porqué. No le dio importancia y desbloqueó su teléfono, fue ahí donde se fue todo a la mierda.

—Quiero que te vayas en este momento de mi casa y no quiero volver a verte.

Dijo mientras se iba a la habitación que había estado compartiendo con el mas alto, el corazón de LuHan dolía, y claro, ¿cómo podía sentirse después de ver las fotos de su novio engañándolo?
Se sentó en la cama asimilando las cosas, tal vez eran fotos antiguas, volvió a mirarlas... Pero no, eran de esa misma tarde.

—¿LuHan?

Él entró a la habitación como si no entendiera nada, el mas pequeño le entregó el teléfono con las fotografías.
YiFan lo miró iba a pedir disculpas, pero LuHan no dejó que hablara.

—No quiero volver a saber de ti, Wu Yi Fan.

—Yo... Puedo... No sé, lo siento, puedo arreglarlo.

—No puedo creer que luego de engañarme, vengas a mi casa como si nada estuviese pasando, ¿por cuánto mas ibas a hacerlo así?, ¿cuánto tiempo mas ibas a fingir que venías del trabajo a estar conmigo?
Por favor, vete de mi vida.

YiFan no habló, sabia que la había cagado y esta vez, no había sido como cuando se emborrachó y quebró la loza que había comprado el mas bajito, esta vez, había quebrado el corazón de LuHan y no podría comprarle uno nuevo.

Tomó todas sus cosas y las guardó en su maleta, miró por última vez al destrozado muchacho que lo miraba con odio, intentó acercarse para por lo menos tomar un último beso, pero, como era de esperar, LuHan le dio una cachetada y se alejó.

—Me das asco.

Con un nudo en la garganta, YiFan abandonó la habitación... Caminó a la puerta de salida, diciendo mil y una maldiciones, pero ya de nada servía.
Miró todo por última vez y salió.

Mientras tanto, LuHan luchaba por no quebrar en llanto... Pero, fracasando en el intento.