Culpa.

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A veces LuHan miraba a YiFan, sentía que era el hombre más maravilloso del planeta.
Por eso era su mejor amigo.

YiFan siempre estuvo ahí para él, en los momentos malos y buenos, nunca lo abandonó.

El día que le confesó que llevaba saliendo con SeHun desde hacía varios meses, sintió que algo había cambiado.
YiFan ya no se quedaba en casa, lentamente dejó de ir, antes se quedaba los siete días de la semana, prácticamente vivían juntos, luego eran seis días, luego cinco, después cuatro, tres, dos, uno y luego, luego simplemente no se quedaba.

Las horas de estar con él también fueron disminuyendo, antes llegaba a las diez de la mañana hasta casi las doce de la noche.
Después llegaba a las una de la tarde y se iba a las diez de la noche, los días pasaban y luego YiFan no tenía tiempo para LuHan.
Siempre había una excusa "Es que trabajo" "Estoy ocupado" "Te llamo si puedo ir luego"
Hasta que un día simplemente dejó de contestar las llamadas y mensajes.

LuHan estaba asustado, ¿había hecho algo mal? Tal vez dijo algo malo y eso molestó a su dragón. Iba a averiguarlo, definitivamente iba a saber qué pasaba.

Necesitaba de su mejor amigo, quería contarle lo bien que se la pasaba con SeHun y que pronto iban a casarse.

Y fue por ese motivo que fue a casa de YiFan.

Grande fue su sorpresa cuando le abrió la puerta ZiTao, LuHan hirvió y sintió odio, ¿qué estaba haciendo ahí? ¿Por qué estaba en casa de su dragón? Iba a cuestionarlo, pero apenas dijo "Hola" cuando el alto habló.

YiFan no quiere verte, vete de aquí.

Y cerró la puerta en la cara del pequeño ciervo. Los grandes ojitos de LuHan, ya no mostraban felicidad, ahora estaban llenos de lágrimas de tristeza que lentamente caían por su linda carita. ¿Qué había hecho para que YiFan ni siquiera quisiera verlo?
Pensó cada posible situación, palabra, acción, pero nada. No se le ocurría nada.

Un mes luego de eso, LuHan se casó con SeHun. Sin avisarle a nadie, sólo ellos dos.
Y YiFan, seguía sin aparecer.

Una semana.
Dos semanas.
Tres semanas.
Cuatro semanas.
Y aún no veía a su amigo.

A veces, mientras estaba con SeHun, no podía evitar pensar en YiFan, él era tan calido, cuando veían películas juntos, YiFan siempre llevaba cosas de comer y lo abrazaba. Una que otra vez LuHan se alejó porque, su amigo siempre estaba a punto de besarlo, había veces que sí le daba pequeños besitos, pero ya, eran bromas. Eran mejores amigos y eso no estaba mal.

En cambio SeHun, era tan frío y distante, su comida era de él, si LuHan le pedía un poco, SeHun se molestaba, si le pedía cobijo le decía que fuera a buscar una manta él, cuando le pedía un abrazo o simplemente le daba un pequeño beso, SeHun se molestaba y se iba, alegando de que no lo dejaba mirar en paz lo que sea que vieran.

LuHan realmente extrañaba a su dragón.
Un pedazo de él faltaba.
No había día que no llorara por la perdida.

Intentaba recordar, pero nada... No entendía porqué se había alejado.

Mientras pensaba lo recordó, tan claramente, que sintió un nudo en su estómago y lloró con más fuerza. Dios. Realmente sí era un idiota.

—LuHan, me gustas muchísimo, te lo he dicho antes, lo , pero, es que realmente me gustas. que somos mejores amigos, pero no puedo evitar este sentimiento, cada día crece más y más. Amo tu sonrisa, tu risa, tus ojos, tu nariz, amo tu personalidad. Te amo, quiero despertar todos los días a tu lado, que seas lo primero que mire al despertar y lo último que vea al dormir, quiero cuidarte, cuidarte y hacerte feliz como lo he estado haciendo hasta ahora... LuHan, ¿quieres ser mi novio?

YiFan no me gustas ya te lo he dicho antes, no sigas insistiendo, y... estoy saliendo con SeHun desde hace cuatro meses. Así que no quiero. Eres un buen tipo, pero no.

—Oh, entiendo. Vale, lo siento.

—No hay problema, después de todo, no te había contado.

—Es tarde, debo irme.

—¿No vas a quedarte?

—No.

YiFan salió de ese lugar con el corazón hecho polvo, se sentía humillado y patético. ¿Cómo pudo pensar que LuHan iba a estar con alguien como él? Era un imbécil.

Mientras tanto, ahora, en el presente, LuHan se sentía el idiota más grande, no podía creerlo, había lastimado a la persona que jamás le hizo daño, lastimó a quién más lo cuidó, a quien siempre se preocupó por él, cuando ni siquiera SeHun lo hacía.

Lastimó a su dragón.
No una, si no, muchas veces.
Su hermoso dragón rojo.
Su hermoso dragón, por fin se había cansado.

Lo dejó por alguien a quién le daba igual si tenía frío, no le importaba si tenía hambre o le daba igual si estaba bien o mal.

Sí, LuHan tenía la culpa.
Y eso le iba a doler por siempre.

One Shot KrisHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora