Oscuro

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No podía ver nada.
No podía moverse.
Estaba todo oscuro.
¿Qué pasaba?

Su mente intentó recordar algo, algún mínimo acontecimiento que le diera a entender porqué estaba en un lugar en completa oscuridad.
Su cabeza dolía demasiado.

Sintió una puerta y luego vio como la habitación se iluminaba por braves segundos antes de volver a la profunda oscuridad.

Ahora no estaba solo.
Tenía miedo.

Siempre fue un hombre temerario y valiente, pero, este no era un buen momento.

—Entiendo que estés asustado, yo también lo estaría. Después de todo, despiertas, no ves nada y estás amarrado... Da terror.

Dijo la voz, intentó reconocerla, pero fue inútil, su cerebro no estaba funcionando al cien.

—Debes estar tranquilo... Es difícil, pero no voy a hacerte daño, a menos que lo pidas.

Rió al terminar de hablar, lejos de causarle escalofríos escucharlo, hizo que se sintiera más tranquilo.

—Me gustas. Por eso estás aquí. No es una buena manera de hacer las cosas, ya , pero... No hacer las cosas correctamente.
No voy a dañarte, es mas, voy a cuidarte. Pero por más que me gustes, no voy a soltarte. Vas a irte y no quiero eso... No porque vayas a la policía, si no,porque no quiero que te vayas de mi lado.

La completa oscuridad y las palabras del contrario debían hacerle sentir asustado, pero, después de escucharlo se sentía bien, no sabía porqué, pero lo hacía.

—No voy a irme.

Dijo con la voz rasposa, como si no la hubiese utilizado en días, ¿cuánto tiempo había estado ahí?

—Eso lo dices para dejarme tranquilo, pero esto funciona así. que si te suelto vas a irte, no soy idiota.

—¿Quién eres?

—No voy a decírtelo, así vas a odiarme.

La voz se escuchaba desesperada, él no quería eso, ¿por qué?, estaba secuestrado, no debía querer proteger a esa voz que se escuchaba rota.

Te gusto.

—Sí.

—¿Y si me besas?

No sabía porqué, pero anhelaba un beso de esa voz, quería sentir el calor.

—No estoy para bromas.

—No estoy bromeando.

—¿En serio?

—Sí.

Sintió como se acercaban, sintió la respiración del otro cerca de su cara, olía a menta, le encantaba la menta.
Sintió unos labios rozando los suyos, tomó entre sus dientes el inferior ajenos y luego lo besó, era lento, sabía exquisito, quería poner las manos sobre el otro cuerpo en ese mismo instante, pero, estaba amarrado.
El beso siguió hasta que ambos se quedaron sin aire y sedientos de más.

LuHan...

Susurró sobre los labios del contrario.
Sintió el cuerpo tensarse.

—Te he extrañado todos los días desde que te fuiste, no vuelvas a hacerlo.

El otro suspiró, dudaba de algo... Y luego supo, él lo soltó del amarre.
De inmediato puso las manos sobre el cuerpo del contrario, necesitaba sentirlo, saber que era real.

Sus manos recorrieron todo lo que podían, no podía cargar el cuerpo, se sentía débil, pero, no por falta de comer o algo, si no que, se sentía débil junto al otro.

—Sobre , ahora.

Después sintió el cuerpo a horcajadas sobre él, sus manos viajaron a la pequeña cinturita.

Te amo.

No paró de susurrarle que lo amaba, no se detuvo en ningún momento.
Menos se detuvo cuando el de menor edad comenzó a deshacerse de sus ropas para terminar quedando completamente desnudos en la cama.

Quiero verte... Te he extrañado.

—No, aún no.

—¿Por qué?

Todavía no quiero que me veas.

Dejaron escapar una risa, luego se besaron, se besaron miles de veces antes de que el de mayor edad decidiera colocarse entre las piernas del contrario.

No pararon de besarse.

Se extrañaban.

Se amaban.

Se lo repitieron hasta que ambos llegaron a un delicioso orgasmo.
El más alto dentro del bajito, el bajito entre ambos cuerpos.

Suspiraron.

LuHan dudó, dudó nuevamente antes de, estirar la mano y encender una pequeña lamparilla.

Los ojos del mayor lentamente se acostumbraron a la luz... Luego lo vio, vio su carita y su corazón volvió a latir.

Lo había extrañado.
Lo abrazó con fuerza.
Tenía miedo, miedo de que volviera a irse.

LuHan... No te vayas.

—No... Esta vez, me quedo contigo, YiFan.

Y se besaron, se besaron nuevamente, sellando la promesa.
LuHan no iba a irse nunca más del lado de YiFan.

Y YiFan, no iba a irse jamás del lado de LuHan.

One Shot KrisHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora