𝐄𝐋 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 𝐘 𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐈𝐎 [Namjin/Taekook/Yoonmin]

El encuentro

Salí por la puerta trasera del burdel con prisa, llegaba tarde a clase.

- ¡Hoseok como no salgas me voy!- Hoseok salió poco después por la misma puerta e igual de acelerado.

- ¡CORRE!- fue lo único que dijo después de recuperar el aliento por breves segundos.

Quizás para un alumno normal llegar tarde no era para tanto, pero no éramos alumnos normales, una beca en un instituto era difícil de conseguir y a la mínima te la quitaban. Por lo que no podíamos llegar ni un minuto tarde. Y eso ni siquiera significa que fuéramos a un instituto privilegiado, si no que no teníamos dinero y el director necesitaba un cupo de niños desfavorecidos para cobrar un dinero extra del estado. Si tuviéramos dinero no tendríamos que correr kilómetros para llegar pronto, si tuviéramos dinero no trabajaríamos en un burdel para empezar.

Conseguimos pasar la verja semi-cerrada y cada uno entró en su clase dejando un eco de pisadas en el pasillo, todos se me quedaron mirando cuando entré pero ya estaba más que acostumbrado. La gente solía llamarme "el chico misterioso" y no podía culparlos, la mayoría sólo sabía mi nombre y poco más. Todo parecía normal en la clase de mierda de siempre menos por un chico que esperaba delante de la pizarra, "Kim Namjoon" se leía en ella. Me senté silenciosamente en el último asiento cerca de la ventana y observé el paisaje sin interés.

- Buenos días,- su voz grave llamó mi atención- mi nombre es Kim Namjoon. Un placer conoceros- el chico hizo una inclinación perfecta de noventa grados. Menudo panoli... pero he de admitir que es guapo. Sus hoyuelos y su pelo rubio hicieron que todo el mundo cayera a sus pies, parecía que se había tatuado angelito en la frente.

- Siéntese donde quiera- dijo el profesor también cautivado por su encanto, me sorprendió bastante cuando sus ojos encontraron los míos durante unos míseros segundos y empezó a caminar en mi dirección.

- Hola- no le respondí el saludo, así se acostumbraría antes a mi personalidad.

Las clases siguieron como siempre, bueno, eso no me lo creo ni yo. Mi nuevo compañero de mesa era insufrible, ¿quién es tan idiota como para esperar una respuesta de mí después de más de cien rechazos?

- ¡Escucha!- le corté antes de que siguiera haciendo intentos interpersonales- No tengo ninguna intención de hacer amigos así que deja de perder el tiempo conmigo, ¿queda claro?- pregunté exhausto.

- ¿Por qué?- fue lo único que respondió frunciendo sus perfectas cejas.

- Son una pérdida de tiempo- sonó el timbre y recogí mis cosas lo más rápido posible.

- ¡Vamos, Jin!- Hoseok apareció por la puerta y se acercó- Vaaaya, ¿has hecho un amiguito?- preguntó incrédulo al verme hablar con alguien.

- Hola, soy Namjoom- se presentó con una sonrisa mostrando sus hoyuelos angelicales, Hoseok le tendió la mano y en menos de cinco segundos ya estaban conversando y riendo por algo.

- Hoseok, te recuerdo que tenemos prisa- él entendió y se despidió con un "hasta pronto".

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- Me gusta tu amigo- dijo mientras caminábamos por el barrio rojo.

- No es mi amigo y nunca lo será- le advertí antes de que siguiera especulando.

- He pensado que podríamos salir el sábado con Jimin y Suga- ignoró mi respuesta olímpicamente.

- El sábado es cuando hay más clientes, ve tu- Hoseok suspiró exageradamente.

- ¿Puedes dejar de pensar en el dinero aunque sea solo por un segundo? Te recuerdo que también eres un adolescente, sal con amigos ¡Diviértete!- el malhumor que ya me había creado Namjoon solo se intensificó.

- Para ti es fácil decirlo, ¿verdad? ¡Tu no tienes que mantener a dos personas y además ahorrar dinero para los estudios de Kookie! ¿Acaso quieres que tenga que trabajar como nosotros? ¿Teniendo que follar con ancianos para llevarnos algo a la boca? ¡Él tiene que ir a la universidad y solo yo puedo ayudarle!- exploté en mitad de la calle- ¡Sal y juega con tus amigos mientras yo atiendo mis responsabilidades de adulto! 

- Hagamos esto- propuso Hoseok más calmado intentando abrazarme- Salgamos el jueves por la tarde, ¿si?- me balanceó de un lado a otro poniendo morritos- Por favor, Jin- hizo ojos de cachorrito batiendo sus pestañas.

- ...Está bien- él mostró su brillante sonrisa- pero solo por que hace tiempo que no les veo...- seguimos caminando con un emocionado pelirrojo haciendo de la acera una pista de baile.

Me despedí poco después enfrente de una casa a una manzana del burdel y llamé al timbre igual que había hecho durante ya tantos años, se escucharon unos pasos estruendosos y sonreí inconscientemente.

- ¡HYUNG!- Jungkook saltó a mis brazos y se agarró como si fuese un koala- Te he echado de menos.

- Nos vimos ayer- rodé los ojos- Bájate, ya tienes 15 años. Eres ya mayor como para andarte colgando en la gente- mi bebé hizo un puchero y se bajó.

- Escuché de Tata que ya sólo te queda este curso para graduarte, ¿podré verte más entonces?- sus ojos brillantes y su sonrisa de conejito irradiaban ilusión y pureza. Haría cualquier cosa por mantenerla.

- Seguramente bebé, pero ahora tengo que hablar con la señora Tata- revolví su cabello suavemente.

- Aquí estoy, niño- una anciana fumando salió de la cocina y me hizo una indicación con la cabeza para que la acompañara al salón- Kookie, ve a tu cuarto- Jungkook obedientemente subió las escaleras después de darme un abrazo, seguí a la señora nervioso y me senté en el sofá.

- El jueves solo voy a trabajar por la noche- avise esperando una reacción positiva.

- Supongo que está bien- se encogió de hombros- Kookie va a cantar en su instituto y quiere que vayas pero no se atreve a decírtelo por que sabe que estás ocupado- dijo con su voz rasposa y dando una calada.

- Mándeme la hora y el día, estaré encantado de oírle. Ahora si me disculpas, me voy a trabajar- hice una ligera venía.

- ¿No has pensado lo del señor Kang?- me preguntó exhalando humo- es una oportunidad que no todo el mundo tiene, ¿entiendes?

- No quiero un sugardaddy- respondí molesto. 

El señor Kang era un cliente semanal que tenía una obsesión con mi cuerpo. Lo bueno, pagaba muy bien. Lo malo, era un hombre peligroso.

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