Parte 2 sin título

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Zeta

Terminé otro día de trabajo sin darme cuenta de nada.

Zeta: *Tiempo...*

Ya no consigo controlarlo, no sé cuanto trabajo, hace cuanto que no duermo, ni cuando es mi cumpleaños.

Bajé al piso -100 una vez más, pero algo me impresionó antes de bajar los últimos escalones. Había una chica en el otro extremo donde me suelo poner yo. Tenía el pelo de color rojo y llevaba puesto un abrigo de plumas.

No le di más importancia y bajé los escalones que me faltaban. La chica se asustó y se tapó con el abrigo. Me fui a la otra esquina y encendí un cigarrillo.

???: U-Uno...

Miré a la chica, la cual se asustó aún más.

Zeta: *¿Será por mi aspecto?*

Supuse que lo quería era un cigarrillo así que se lo ofrecí y se lo encendí con un mechero a punto de acabarse.

Volví a mi sitio y miré a los pisos inferiores, mientras ella miraba al horizonte. No nos hablamos en todo el tiempo que estuvo allí, solo pude ver de reojo que me miraba varias veces.

???: ¡Por fin te encuentro María! ¿Hmm?

La chica terminó rápidamente el cigarrillo y se puso nerviosa cuando llegó esta nueva persona. Tenía de espaldas a la persona que acababa de llegar, pero por el tono de voz sabía que era una mujer joven.

???: ¡Ohhh! Ya veo, estabas aquí haciendo cosas indecentes con este hombre. Dime, ¿te gustaría pasar un buen rato también conmigo?

La mujer se acercó a mí y tocó mi hombro, haciendo que yo me diese la vuelta para mirarla a la cara con mis ojos sin vida. Entonces ya supe quien era; Estrella, la jefa del prostíbulo del piso -15.

Estrella: L-Lo siento, no sabía que eras tú, Zeta...¡Vámonos María!

Se asustó un poco al saber que era yo y agarró la mano de la chica antes de comenzar a subir las escaleras.

Zeta: *¿Desde cuando me volví una persona de la que tengan que asustarse?*

Subí ha mi apartamento a coger otro mechero y vi a Bran en la puerta de su apartamento.

Bran: ¡Zeta!

Zeta: Hola Bran...

Bran: Oye, ¿no te gustaría venirte a una orgía en el piso -52? Yo invito.

Zeta: No, gracias.

Bran: ¡Venga Zeta, no seas así! 

Zeta: Simplemente no estoy interesado Bran.

Bran aceptó a regañadientes y se fue a aquella orgía. Por mi parte, abrí mi la puerta de mi vivienda y busqué en un par de cajones hasta que encontré otro mechero, pero solo estaba hasta la mitad. Seguí rebuscando a ver si tenía otro mechero, pero no encontré ningún otro.

Zeta: Tsk...

Cerré la puerta de mi apartamento y subí al piso 0. Con suerte el chiringuito de Mic aún estaba abierto. Me acerqué y dejé 1 Dragon en el mostrador.

Zeta: Mecheros...

Mic: Está bien.

Tardó un par de minutos pero trajo lo que necesitaba, una caja llena de mecheros nuevos. Le di las gracias a Mic y volví a mi apartamento a dejar los mecheros.

Zeta: *¿Hace cuanto no como?* 

Me sobé las tripas después de dejar los mecheros en un cajón y miré si tenía algo de comer en los armarios que estaban encima de la cocina. Estaba casi todo lleno de latas de conservas vacías. Aunque encontré una sin abrir entre todas.

Zeta: *¿Albóndigas?*

Metí todas las latas vacías en una bolsa y bajé hasta el último nivel para tirarlas. Después cogí mi navaja multiusos y abrí la lata de albóndigas para comer algo.

Zeta: *Debería comprar comida mañana*

Fue mi único pensamiento mientras me comía las albóndigas.

Aún con la lata de conservas vacía me quedé allí tranquilo por un momento hasta que comenzó a iluminarse la pulsera de mi mano izquierda. Tiré la lata al vacío y subí las escaleras.

Al llegar al piso -15 vi a María, desnuda, corriendo. Al verme pude ver que se puso un poco contenta y se colocó detrás mía por alguna razón. Y supe cual era la razón, un hombre de unos 45 años venía, también desnudo, y furioso a por ella.

???: ¡Vuelve aquí perra asquerosa!

No me quería involucrar en problemas ajenos, pero María estaba agarrada a mí y no me dejaba avanzar. Aquel hombre llegó hasta donde estaba yo y María comenzó a temblar detrás mía, mientras lo miraba de arriba a abajo, viendo que aquel no era un buen hombre. 

Zeta: No sé que ha pasad-

En ese instante el hombre me soltó un puñetazo que me tumbó al suelo y me hizo sangrar por la boca.

Zeta: *Mierda, voy a llegar tarde a trabajar*

El hombre agarró con fuerza a María y la puso sobre su hombro mientras le daba algunas nalgadas. Al final me conseguí levantar aunque estaba un poco mareado.

Estrella: ¡¡¡Zeta!!! ¡¿Q-Qué ha pasado?!

Zeta: No es nada Estrella.

Una vez estuve de pie seguí subiendo escaleras hasta llegar al piso 0 y me dirigí a la fábrica a trabajar.

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