P R E F A C I O

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Salem, 1692.

Larga cabellera rubia, ojos grandes y oscuros, piel blanca y suave, podría seguir describiendo a Agnes Bishop, sin embargo el pueblo sólo podía describirla con una sola palabra "bruja"

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Larga cabellera rubia, ojos grandes y oscuros, piel blanca y suave, podría seguir describiendo a Agnes Bishop, sin embargo el pueblo sólo podía describirla con una sola palabra "bruja".

Agnes vivía en el bosque acompañada de su soledad y animales. Era joven y se negaba a contraer matrimonio, esto causaba habladurías entre las personas.

Despertaba de madrugada e iba al establo para ordeñar a sus cabras, posteriormente elaboraba queso y salía a venderlo de casa en casa por todo Salem.

Era hermosa y atraía las miradas de los hombres, pero había uno en especial; Jacob Williard, joven apuesto y orgulloso, proveniente de una buena familia.

—Podría darte todo, casa, ropa, comida. Tendrías todo a tus pies.–le decía mirándola con admiración. 

—Ya te he dicho que no. No quiero nada de ti, alejate.–replicó y lo empujó escapando de sus brazos.

Jacob herido y cegado por la venganza se prometió que si no sería de él, nadie más la tendría.

Con el orgullo destruido acusó a Agnes de brujería, diciendo que por eso vivía en el bosque y no había contraído nupcias.

La muchedumbre emprendió camino hacia dentro del bosque en donde la pobre joven vivía. Con antorchas, palos y trincheras sacaron a Agnes de su hogar.

Llevada al pueblo entre golpes y jalones la interrogaron.

—Se te ha sido acusada de practicar brujería, ¿Qué tienes que decir en tú defensa?

—Soy inocente, lo juro.–pronunció entre lágrimas y lamentos.

—¡Es una flasfemia!–intervino Jacob saliendo de entre la multitud. Su satisfacción era evidente y Agnes comprendió todo.

—Voy a demostrarlo.–entregandole la antorcha a un campesino se acercó a la rubia y comenzó a romper el camisón de dormir.—He aquí la prueba.

Un lunar rojo se observaba sobre el plano abdomen de Agnes, quien con vergüenza miraba al suelo. Las lágrimas descendían por su rostro.

—¡La marca del demonio está en ella!–gritó alguien desde la muchedumbre.

—Todo está claro. La hoguera será su condena.–murmuró el sacerdote.

Agnes fue arrastrada por toda la plaza, desnuda e indefensa con los pueblerinos gritándole y escupiendo.

Clamaba por su vida, pero nadie le hizo caso. La amarraron al pilar y entre leña la dejaron.

—Que Dios te perdone.–murmuró el sacerdote y encendió la hoguera.

Jacob miró con felicidad como Agnes era castigada injustamente.

Agnes Bishop era bruja de nacimiento, poder que su madre le había otorgado por descendencia, sin embargo ella se alejó del aquelarre. Su alma era demasiado pura para practicar brujería y decidió marcharse al bosque para que nadie la molestará. Su único delito fue haber rechazado a un hombre egoísta que la llevo a la muerte.

Con su último aliento evocó un conjuro, uno de magia oscura, rogando que aquellas palabras se cumplieran.

Con su último aliento evocó un conjuro, uno de magia oscura, rogando que aquellas palabras se cumplieran

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