E P Í L O G O

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A pesar de haber colaborado junto a las brujas en realizar el Tempus Infinitum con la esperanza de que Raven apareciera, ella no había regresado

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A pesar de haber colaborado junto a las brujas en realizar el Tempus Infinitum con la esperanza de que Raven apareciera, ella no había regresado.

Debes recordar el momento que quieres cambiar.–murmuró Cordelia con un atisbo de desconfianza.

Michael asintió mirando un punto fijo en la pared. Apretó su anillo, pronunciando las palabras y se hundió en la tina.

Regresó al momento en que Cordelia le había ofrecido su ayuda después de quemar a los brujos y a la señora Mead.

Miró a la rubia y aceptó su mano, está vez no dijo que mataría a sus brujas, la abrazó y lloró en su hombro.

Por más que buscó a Raven no la encontró. En la casa maldita le dijeron que no sabían de ella. Constance apareció después de mucho tiempo y le gritó que estaba loco y tal niñera jamás existió.

Mallory, Coco, Madison, Zoe y Queenie estaban vivas y disfrutaban plenamente de sus vidas con el aquelarre.

Cordelia tenía un gran y enorme corazón y un claro ejemplo fue perdonar a Michael por todos sus pecados dejándolo vivir junto a ellas en la academia. Estaban al tanto de lo sucedido y de cómo se había alterado el futuro.

Michael se los contó con la esperanza de que dichas brujas con su experiencia lo ayudarán a encontrar una respuesta de la desaparición de su amada.

Es un mandato divino, cariño. No podemos intervenir con eso.–le dijo Myrtle con tristeza.

Estaba destrozado y no podía esconder el enorme sentimiento que lo abatía día y noche.

—¿Saldrás?–cuestionó la rubia viendo al chico bajar las escaleras con prisa.

—Iré a dar una vuelta.–respondió metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón.

Algo que jamás cambiaría en ellos sería su forma de vestir. El negro que portaban de pies a cabeza con elegancia, aunque para él significaba un luto eterno.

—No vuelvas tan tarde.–sonrió y siguió mirando a las jóvenes que practicaban magia.

Myrtle se acercó a Cordelia sin apartar la mirada del joven que se alejaba.

—Jamás creí que lograría arrepentirse.–comentó con su tranquila voz.

—Siempre hubo algo bueno en el fondo de su alma. Las personas que lo rodeaban solo colaboraron en alimentar su odio.–argumentó la Suprema soltando un suspiro.—Perder a su alma gemela lo hizo ver demasiadas cosas, entre ellas el egoísmo de su padre al no ayudarlo.

Las dos brujas experimentadas asintieron y siguieron haciendo sus actividades como siempre.

Michael caminaba por el parque observando a los niños que corrían y reían. Un atisbo de tristeza lo invadió al recordar el amor que su propia familia le había negado y que había encontrado en la persona que ya no estaba a su lado.

C H A O SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora