❝ Son almas gemelas, es su destino estar juntos. Ella resurgió después de tantos años sólo para estar con él. Es complicado de explicar, simplemente se necesitan, es como el Ying y Yang, nada puede separlos, sin embargo debemos hacerlo porque juntos...
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—Era una bruja quemada en 1962, en Salem. Renació para estar al lado de él.–comenzó a relatar Vivien lo que había escuchado.—Su poder se fortalece con cada luna llena.
Raven se sentó en la cama con el viejo libro sobre sus piernas. Ahora lo recordaba todo, el hechizo desmemorizador estaba roto.
—¿Ya has preparado tus male...–la voz de Michael se apagó y con curiosidad se acercó. —¿Qué es eso?
—Un libro para brujas.–respondió cerrando la pasta.—¿Qué me decías?
Subió la mirada encontrando los azules ojos del chico, estaban cargados de malicia y resentimiento.
—¿Para qué lo necesitas?, ¿eres una bruja?–cuestionó de nuevo. No podía sacarse aquella voz de su cabeza.
Raven suspiro y dejó el libro de lado. Tomó las manos del chico entre las suyas tratando de tranquilizarlo.
—He tenido un sueño revelador.–contó recordando la escena.—Mis padres no murieron en un accidente automovilístico. Soy hija de una bruja. Me protegió de la molesta multitud que acecho nuestro hogar con antorchas. El aquelarre entero murió por culpa de esa mujer rubia.
—¿Por qué no lo recordabas?
—Mi madre puso un hechizo en mi después de hacerme beber la sangre del aquelarre. El poder de seis brujas y una Suprema esta atrapado dentro mi.
Raven mordió su labio antes de volver a hablar. Tenía miedo de como reaccionaría él. Conocía su temperamento y lo había visto atentar contra su abuela.
—Hay más.–dijo tocando el lunar de su estómago.—Cuando me penetraste todo pareció ser más claro. Me ví amarrada a una hoguera. Era yo, en 1962 y en Salem siendo quemada por brujería.
Apretó con fuerza el collar que colgaba de su delgado y fino cuello.
—Salvum me, mea vita tua in aeternum. Ne moriar.–repitió las palabras originales antes de traducirlas.—Sálvame, mi vida te pertenece por la eternidad. No me dejes morir.
Michael la miró con atención dudando por un momento de la fidelidad de su niñera.
—No me salvó en ese momento, pero me dio la oportunidad de renacer en ésta época. Tenerme a tú lado es lo que él quería.
—¿Qué pasó después?–preguntó Behold intrigado con la historia.
—Con la misa negra la mente de Michael alcanzó la madurez. La ambición de poder gobernar el mundo lo invadió. El papa negro tuvo celos de Raven, él quería ser su mano derecha así que le lleno la cabeza de ideas. Ideas que él creyó.
—No debes confiar en ella. Te abandonará cuando haya oportunidad, ya no te necesita, le has abierto los ojos mostrándole el camino.
—Michael resentido por los anteriores abandonos y los rechazos le hizo caso.–dijo Vivien.—Ella era la única que realmente lo quería y él no se dio cuenta.
