N I N E T H E E N

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El grito de Myrtle la hizo detenerse, miró hacia la bruja que abría sus ojos con intensidad

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El grito de Myrtle la hizo detenerse, miró hacia la bruja que abría sus ojos con intensidad.

Comprendió la situación y sin previo aviso metió sus piernas en la tina.

—¡Tempus Infinitum!–gritaron ambas a la vez. Mallory intentó apartar a Raven, sin embargo ya era tarde.

Sus cuerpos se sumergieron en totalidad, apretando con fuerza el mechón de Michael.

Parpadeó varias veces acostumbrandose a la cegadora luz.

Miró a su alredor sintiendo el pasto bajo sus manos causando comezón. Se levantó y observó a Constance que se alejaba dejando a un Michael lleno de sangre a media calle.

Supuso que Mallory había llegado antes y atropelló al joven que cruzaba la calle desprevenido.

Recordaba esa escena. Después de que Constance corriera a su nieto, ella lo siguió apresurada, sin embargo en aquel momento no existió camioneta y ella sí estaba a su lado.

Raven.–pronunció con dificultad mirando a la joven.—Regresaste rápido.

No comprendió aquello. Según recordaba, ella no había salido ese día. Quiso creer que tal vez era la consecuencia de viajar en el tiempo y alterar la línea.

Se agachó a la altura del joven y tomó sus frías manos. Sus ojos azules habían quedado mirando al cielo.

No vas a morir, cariño.–aseguró y cerró sus ojos para después soplar sobre su rostro.

Michael abrió los ojos y miró a Raven confundido. Ella lo ayudó a levantarse y sonrió derramando unas cuantas lágrimas.

Ahora ve a casa y has que la perra de Constance pagué por no ayudarte.–ordenó acariciando los suaves mechones rubios del joven.

Tomó una bocanada de aire apenas salió del fondo de la tina y se dispuso a salir para comprobar si realmente Michael no se había visto afectado por el hechizo.

Corrió con dificultad por sus ropas mojadas sin darse cuenta que una Mallory molesta la seguía.

Myrtle miró a Cordelia asustada, lo que vio no pasó, ella no se había sacrificado. El tiempo se había regresado y el anticristo seguía de pie, igual de confundido que las brujas.

—Su plan no funcionó.–pronunció Raven llegando entre pasos torpes.

Su sonrisa se vio apagada y soltó un ligero quejido. Llevó sus manos hasta su vientre y miró la barra que la atravesaba. De su garganta comenzó a brotar sangre.

—¡No!–gritó Michael corriendo hacia la chica y la tomó en sus brazos antes de que su cuerpo impactara contra el piso.

La suprema temblaba y sollozaba de dolor.

C H A O SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora