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C A P Í T U L O 2.
S A I L A M O N G L I A R S
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A lo lejos se escuchaban pequeñas voces alrededor, un dolor intenso se cosechaba en su cabeza, su garganta pedía a gritos agua.
¿Cuánto había dormido ya?.
Dispuesta a volver a descansar, para calmar el dolor, recordó lo sucedido, "mis padres", fue el primer pensamiento que tuvo, sobresaltada se levantó de golpe y con la respiración agitada.
El lugar era tétrico, rejillas por doquier, sentía la falta de aire.
No era un sueño, el fin del mundo había sucedido.
Con rapidez se incorporó caminando hacia la puerta de acero, golpeó con todas sus fuerzas, sin importar lastimar sus manos.- Hey, no sigas haciéndolo, te lastimaras - mencionaron debajo de ella, asustandola y haciendo que caiga de lleno al suelo - respira, estás bien - mencionó un chico de mi edad, tratando de tranquilizarla pero era en vano, lo único que recordaba era a sus padres para luego desvanecerse y no saber más.
- ¿Dónde estamos? - preguntó mirando la división que los separaba.
- No sabemos - una segunda voz llamó su atención, por lo que se topó con una chica - llevabas dos días inconsciente, nos preocupaste.
- ¿Cómo llegamos aquí? - su voz se escuchó un poco más tranquila.
- Dijeron algo sobre nuestro ADN, solo nos trajeron y nos pusieron aquí - explicó el chico.
- ¿No te dijeron nada? - preguntó la morena - Digo, antes de llegar nosotros, ya estabas aquí - eso pareció desconcertar a la pelirroja mientras repartía miradas a ambos chicos.
Antes de que pudiera contestar, un fuerte temblor sacudió el lugar, poniendo a los tres chicos tensos.
- Tranquilizate - gritó al chico, quien aún desconocía el nombre - vamos a estar bien, lo vamos a estar - susurró mientras en su mente comenzaba a orar.
Tan solo dos semanas habían pasado y el mundo era un completo caos, o al menos lo que quedaba del mundo.
La neblina cubría cada centímetro de carretera, era incluso imposible de mirar, Timothy junto a Emily escuchan atentos las indicaciones de aquella mujer, quien resultaba imponente, mientras que Amelia se limitaba a imaginar el mundo como era antes.
La carroza se detuvo de golpe mientras que le extendían un traje para evitar la radiación.- Pontelo, servirá - no contradijo, simplemente se puso aquel traje, que si no fuera por la radiación, haría miles de comentarios estúpidos acerca de cómo se veían - Caminen y no se detengan - habló por última vez antes de cerrar la puerta y dejar a los tres chicos en la deriva.
- Supongo que no debemos separarnos - mencionó suspirando mientras caminaban en línea recta.
- ¿Esto no puede ser tan malo, no? - caminaban rápidamente hasta lograr visualizar, a unos metros, un inmenso edificio con un aspecto similar a un laberinto negro.
- ¿Muy Halloween para la situación, no creen? - preguntó la pelirroja, sin embargo los dos chicos no hicieron comentario alguno, Amelia rodó los ojos mientras veía a un grupo de personas en el campo - ¿Qué están...? - no terminó su preguntar al ver cómo disparaban a dos de esas personas.
- Vamos - Timothy la tomó del brazo para que no se detuviera.
Al entrar a aquel edificio, resultó ser una casa al estilo victoriano, iluminado únicamente por velas.
La señorita Venable resultó ser una perra que tenía unas reglas exigentes, un grupo de sobrevivientes demasiado excéntricos, asumió que eran riquillos para estar ahí, para Amelia le resultaba agobiante ese tipo de personas, en especial Coco St. Pierre Vanderbilt, solía tolerarlas, pero había algo en esa rubia que le hacía querer arrancarle la cabeza.
Respecto al resto de las personas, no le interesó mucho hacer amigos, por lo que al tener asignada su habitación, no se molestó en lo más mínimo por convivir con ellos y fue a su habitación para descansar, recordando las reglas de la señorita Venable con respecto a los alimentos.El tiempo fue pasando, aunque para Amelia y el resto nunca sería notorio, dieciocho meses habían transcurrido mientras que había un sobreviviente menos, y la señorita Venable redujo un cubo de alimento a medio y una vez por día, los reclamos no se hicieron esperar, constantes por parte del señor Gallant alteraron al resto, sin embargo Amelia no se inmutó, le daba exactamente igual si vivía o moría de hambre.
Las rabietas de Gallant habían llegado lejos, tanto hasta de aventar su plato a la pared.
- Dios, escuchalo - murmuró por lo bajo mientras juntaba sus manos para orar, a su vez que una de las que acompañaba a la señora Mead caminaba peligrosamente hacia él.
- ¿Podrías dejar de hacer esas ridiculeces? - preguntó Coco con desagrado antes de poder contestar Gallant habló.
- ¿Qué harán matarme? - preguntó sin importar que en cualquier momento una bala podría atravesar su cráneo.
Justo antes de tocarle siquiera un cabello, las alarmas sonaron, causando que todos se espantaran.Timothy de inmediato se acercó a Emily mientras que ambas chicas miraban confundidas la reacción de Venable. Amelia se levanta de su asiento, colocándose justo a lado de la chimenea.
En ese momento, la pelirroja comenzó a sentirse mal, leves mareos y un revoltijo en el estómago, tal vez se arrepentida de haber comido ese medio cubo, sentía el ardor recorrer su garganta.
Justo cuando Timothy y Gallant la miran y se acercan a Amelia, la chica se desploma en el suelo, golpeando su cuerpo con el duro suelo mientras que el resto corren hacia ella.- Amelia, llamen a la señorita Mead - habla Timothy al ver que la pelirroja comenzaba a convulsionar.
- ¡Ahora! - grita Emily haciendo que todos buscaran ayuda, a excepción de una, Coco.
- Señorita Venable, no interrumpiría si no fuera grave - mencionó la señora Mead interrumpiendo la conversación con aquel rubio perteneciente a la cooperativa.
- ¿Qué sucede Mead? - preguntó irritada.
- Una de las chicas, se ha desmayado y no ha recuperado el conocimiento. Temen que pueda sucederle algo - Michael Langdon asiente con la cabeza, permitiendo que Wilhemina vaya a ver a la chica.
Mead le lanza una mirada de desconfianza al chico antes de cerrar de nuevo las puertas.- Estoy aquí, cariño - murmuró Langdon jugando con uno de sus anillos mientras que veía como las llamas consumían la escasa leña.
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ungodly; michael langdon
Fanfiction❝ 𝔓𝔞𝔯𝔞 𝔠𝔞𝔡𝔞 𝔠𝔬𝔰𝔞 𝔰𝔞𝔫𝔱𝔞, 𝔥𝔞𝔶 𝔞𝔩𝔤𝔬 𝔭𝔯𝔬𝔣𝔞𝔫𝔬 ❞ ╌────═✞═────╌ 𝑫𝒐𝒏𝒅𝒆 𝑴𝒊𝒄𝒉𝒂𝒆𝒍 𝒔𝒆 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒑𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔, 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒉𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒍𝒂𝒔𝒕𝒊𝒎𝒂𝒅𝒐 𝒂𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒔...