† twenty three: once you cross the line

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C A P Í T U L O  23

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O N E    Y  O U   C R O S S

  T H E   L I N E
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" Satanás tiembla cuando ve al santo más débil de rodillas "

          El arcángel Miguel hizo su segunda aparición ante las brujas mientras tocaba la mejilla de la pelirroja y la miraba con una sonrisa melancólica.
Ninguna dijo nada, no hacia falta decir nada.
Miguel miró a Cordelia para luego asentir, la rubia sonrió tímidamente antes de ser cegadas por la intensa luz para luego desaparecer.

Amelia despertó agitada mientras se llevaba las miradas de Cordelia y Mallory.
Sus ojos se enfocaron en Madison, la rubia se intimidó encogiendose en el sillón.

— Pensé que te había hecho algo — murmuró Cordelia mientras la envolvía en sus brazos.

— Amelia — la voz de Mallory resonó en su cabeza, sin embargo, la pelirroja mantenía su mirada en Madison.

— ¿Cómo lograste sobrevivir? — Amelia  preguntó a la rubia mientras esta intentaba no mirarla.

Madison no habló, eso irritó a la pelirroja quien se acercó a ella, el resto de las brujas veían a Amelia impactadas.

— Siempre fuiste egoísta — recalcó cerca de su rostro — una perra engreída que se mofaba de las desgracias de los demás — el cuerpo de Madison había quedado completamente pegado al respaldo del sillón — siempre salvandote a ti primero antes que a los demás — con un ligero movimiento Amelia había cortado el aire entre ellas, Madison dispuesta a encararle — Una perra egoísta — elevó su mano para golpearla, pero antes de que pudiera hacerlo, Amelia había tomado su mano mientras apretaba su agarre y la acercaba a ella, Madison sollozo ante su fuerza mientras imploraba que la soltara.

La rubia miró al resto pero estas mantenían su vista entre unas y otras, Madison gimió de dolor al percatarse que sus muñecas ardían, comenzando a ponerse rojizas.

— ¡Oh por Di... ! — murmuró Madison al ver un ligero destello en sus ojos.

Y todo pareció regresar a la normalidad, Amelia miró a Madison para luego sonreírle, con pasos lentos caminó de regreso a la cama mientras se sentaba en la espera de que el resto de las brujas regresaran a la normalidad.

— Madison, ¿Qué te ha ocurrido? — preguntó Coco al ver la herida de su brazo, la rubia miró a Amelia y esta de vuelta.

— Solo es un raspón — habló mirando hacia el piso, todas asintieron mientras atendían a Amelia, Madison se removió incómoda en su lugar, a pesar de que Amelia no la miraba, podía sentir sus ojos observandola desde lejos, por lo que salió fuera de la cabaña, a las brujas no pareció molestarle en lo absoluto.
Mallory miró a Amelia mientras esta le sonreía.

Cordelia se encontraba junto a Mallory y Myrtle en el baño, la pelirroja mayor  había propuesto un hechizo:  "Tempus infinitum".

Amelia estaba recargada en la entrada mientras Madison no podía evitar dejar de mirarla, su miedo había comenzado a crecer mientras su muñeca ardía como los mil demonios.
Coco simplemente se mantenía alejada e intentando distraer su mente.

Hasta que las luces comenzaron a parpadear, con la intención de irse.
De un momento a otro, Amelia caminó hasta el césped sentándose en él, cerró los ojos por un momento y dejó que la suave brisa la envolviera.
Cuando sus  dedos comenzaron a trazar, lo que parecían ser, líneas, sin sentido, alrededor de la palma de su mano, cada vez siendo más pronunciadas y ligeramente lastimandola.

Cuando abrió los ojos, se encontraba en Siberia, caminando entre los pasillos, oscuros que conducían al sótano.
Los pasos y voces de varias personas llamaron su atención, por lo que bajó las escaleras lentamente.
Un grupo de soldados apuntaban hacia la familia Romanov mientras que estos exigían una explicación.

Los llantos y gritos no se hicieron esperar mientras la princesa Anastasia recitaba el hechizo, Amelia se perdió entre el grupo de soldados, a su vez que Mallory aparecía junto a Anastasia para ayudarla, Amelia vio a ambas recitar cada una de las palabras, pudiendo sentir el miedo de la princesa.
Sus pasos se volvieron menos lentos y más calculadores, la espesa neblina rojiza comenzaba a ser un impedimento para las armas.
En menos de un segundo la neblina comenzaba a desaparecer, escuchó el griterio de la familia Romanov, Anastasia y a Mallory diciéndole que no se detuviera, por lo que la neblina comenzó a cubrir a la familia, de nuevo.

Sus ojos se cerraron mientras extendía sus manos al frente de la sala haciendo que la neblina desapareciera.

Los disparos no tardaron en resonar e inundar el lugar, sus ojos se abrieron, viendo a la familia siendo asesinada y a Mallory gritar por no lograr su objetivo.

— Amelia — la voz de Coco hizo que la chica regresará a donde ellas.
La rubia se posicionó enfrente de Amelia mientras miraba sus ojos, había algo diferente en ellos pero eso no le pareció importar — ¿Qué sucedió? — preguntó preocupada al ver la mano ensangrentada de la chica, pero Amelia no reflejaba ninguna pizca de emoción — ¡Pediré ayuda! — exclamó alejándose de la pelirroja.

Cuando Coco estuvo lo suficientemente lejos, limpió la sangre mientras una lágrima se derramaba por su mejilla.
Con un movimiento de manos intentó desaparecer sus heridas, la sangre se había detenido, pero las líneas seguían ahí.


"La luz se apagó y la oscuridad comenzó a entrar"

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ungodly; michael langdon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora