† eighteen: one look in my eyes

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C A P Í T U L O 18

O N E  L O O K  I N  M Y  E Y E S

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O N E  L O O K  I N  M Y  E Y E S

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      La noche había descendido mientras que la oscuridad se adueñaba de su habitación.
Dispuesta a dormir, la pelirroja pudo sentir una presencia, Michael apareció en su mente, aunque sabía que no era él o algunas de las chicas, pues habían decidido salir, caminó hacia la presencia, la voz de Cordelia llamó su atención al discutir con otra persona.

— Quiero el alma de todas tus chicas - un hombre habló — o, al menos una — pareció suspirar — Ese ángel tuyo, que escucha detrás de las paredes, podría ayudarme como su padre solía hacerlo.

Al escuchar aquello, regreso de vuelta a su habitación mientras sentía su corazón latir con fuerza mientras se escondía entre sus mantas e intentaba conciliar el sueño.

La mañana siguiente, Amelia salió de su habitación sintiendo el sueño inundar su cuerpo, durante la noche, no pudo dormir, sintiendo que alguien la vigilaba.

Ese día habían decido salir de la academia, Amelia comenzó a alejarse de las chicas.
Mientras Madison sentía una opresión en el pecho, llamando la atención de Zoe al ver que la pelirroja ya no estaba con ellas.

Amelia se había adentrado al bosque mientras escuchaba el viento susurrarle a dónde ir, sentía la luz penetrar su piel, las hojas secas crujir ante sus pisadas, algo la llamaba desde dentro, sus dedos se movían de acuerdo al cantar de las aves, estaba segura de que al cerrar los ojos, el mismo viento la llevaría a ese lugar.
Sus sentidos se alertaron al notar una presencia seguirla, abrumadora e inhumana, tan familiar.

Su vista se enfocó en el pequeño lago, sus pasos se hicieron más cortos hasta lograr sentir el agua tocar sus pies.
Miró detrás suyo viendo a Michael junto a un gran árbol, este la observaba cual depredador a su presa, sin dejar pasar desapercibido algún movimiento del rubio, su vestido cayó al suelo, dejándola con uno blanco y más sencillo.
Sintió el aire colarse por su piel, al igual que la mirada de Michael al recorrer su cuerpo, sus piernas se dirigieron hacia el agua, mientras escuchaba los pasos del chico caminar hacia ella.

La chica miró de regreso al agua para luego sumergirse completamente en él, cuando salió a la superficie Michael, se hallaba a unos metros suyos, la sonrisa que había en su rostro era inigualable y presumida, pero cuando estuvo a punto de poner un pie en el agua y dejar que esta lo envuelva, miró a Amelia, sintiendo su pecho comprimirse, se alejó de ella tomando el mismo camino por donde había llegado.

Involuntariamente derramó una lágrima, esta cayó al agua, tornandola aún más cristalina, pero a los pocos segundos, se tornó oscura, antes de que Amelia pudiera regresar a la orilla, sintió una corriente debajo suyo, que en un movimiento la arrastró hacia el fondo, sus intentos por alcanzar la superficie se hacían más cansados y lentos, sentía como el agua comenzaba a inundar sus pulmones, sentía su piel arrancarse, gritaba silenciosamente por ayuda, sus manos se agitaban pataleando para que la soltaran, sintió su cuerpo pesado mientras dejaba de luchar, sus ojos ardían por el agua haciendo que lentamente cerrara los ojos, dejándose envolver por la oscuridad.

ungodly; michael langdon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora