Cristian estaba recostado sobre su motocicleta con una actitud sería, pero con un destello de preocupación y misterio en la mirada.
Me acerque lentamente y su rostro pareció sentirse aliviado cuando me vió y me lanzo una sonrisa. Me había pillado una vez mas desprevenida admirándolo que sentí mi rostro arder y desee que el no lo notara.
Cuando lo tuve enfrente el alargó el brazo hacia mí y apoyó con cautela la mano en mi hombro. Aquello no me lo esperaba y retrocedí instintivamente.
- ¿Así que Aquí estas? - pegunto alejando su mano y cruzándose de brazos - ¿No crees que tardaste un poco? - pregunto elevando una ceja.
Yo solté un respingo poniendo mis manos en mi caderas.
- No todos podemos darnos a la fuga. Algunos debemos dar pequeñas explicaciones a la ley - dije a la defensiva.
Cristian pareció notar mi desagrado. Pero él no tenía idea por lo que acababa de pasar.
- Bueno. Algunos solo salvamos traseros y huimos - dijo metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón y bajando el mentón hacia el suelo levantando solo la mirada hacia mi, lo que lo hacía ver accesible y algo inocente - Espero que esto haya sido motivo suficiente para que me perdonaras - dijo arrugando las cejas y frente.
- Claro que no - respondi rompiendo con su ilusión y haciendo que su media sonrisa desapareciera - Pero es un muy buen comienzo - agrege.
Una sonrisa picara volvió a su rostro- ¿Pero que tenemos aquí?. Una niña difícil de complacer - dijo admirándome como si me analizara por primera vez.
- Créeme ¡Estas bien jodido! - dije enseñandole una sonrisa maliciosa y echándo un mechón de mi cabello hacia atrás.
- Bueno, es una suerte que a mi me gusten los retos - dijo con un aire de superioridad y orgullo.
Una carcajada brotó sin permiso de mi garganta y por un momento de la noche me sentí tranquila y serena.
- Parece que no has tenido suficiente por hoy - murmure.
- Por hoy creo tener mas que suficiente - dijo llevando sus manos a su cabeza para frotarse la frente empujando su cabello hacia atras en un claro gesto de cansancio. Admire su labio inferior ya no tenia sangre en el, pero en su mejilla aún se reflejaba un marcado rojizo por los golpes.
- Gracias - murmuré bájamente apartandole mi mirada antes que la suya me encontrará.
- Jessi... Sobre lo que dije allí dentro...
- Estabas fingiendo un papel y lo comprendo - interrumpí - No me debes ninguna explicación. Yo solo quisiera olvidar lo de esta noche por ahora - dije tocándome la sien en gesto de agotamiento.
- Jessica yo... - empezó y gruño aclarando su garganta - Es que si te debo una explicación - afirmó - Es que el día de hoy yo... Yo en realidad fingí ser tu héroe.
No hablé. Mi rostro hizo el trabajo de revelar mi intriga.
- Verás. Los sujetos que te atacaron... - empezó mirando al suelo y luego a mi de forma dudosa - Ellos... no solo fueron enviados por Damián. Yo los deje acercarse a ti para que tú confiaras en mi y así me contaras todo lo que yo deseaba saber...
- ¿Que? - pregunté con un hilo de voz.
Cristian ahora mantenia su inamovible mirada fija en mi.
- ¿Todo fue un engaño?
- No enrealidad
- ¿Entonces que? ¿Que fue real y que fue mentira - pregunté rápidamente.
- Bueno... La paliza que les di, si fue real - confesó con una sonrisa nerviosa, acariciando su cabello y mirando al suelo distraído.
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SILENCIO
ActionJessica es una estudiante universitaria con parciales, una madre con problemas, trabajo y poco tiempo para una vida social activa, pero todo su mundo se pone aún más estresante cuando comienza a recibir varias amenazas. ¿De quien? ¿Que es lo que qu...