Capítulo: 5 El fallido plan

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Pasaron varios minutos y sin poder decir una palabra a rrastras y aún con la navaja en mi vientre apretando mi estomago llegamos al estacionamiento. Para mi desgracia era demasiado temprano como para haberme cruzado a algún compañero o Nathalie.

Depronto él sujetó me quito mi mochila y me empujó contra un auto oscuro mientras me ordenaba que subiera sin dejar de apuntarme y obedeci.

— No van a cometer más errores después de esto — dijo el encendiendo el auto y lanzando mi mochila junto con su morral al asiento trasero.

Puede notar un arma en su cintura mientras se ponía el cinturón de seguridad y un escalofríos subio por mi espalda. No recordaba nada bueno de ellas.

— El cinturón — ordeno y le obedeci.

Sentí una punzada en mi vientre y lleve mis manos a él en donde la navaja habia estado y apartando mi mano vi algo oscuro y húmedo en mi remera negra, era sangre. El maldito me habia cortado intencionalmente, aun no podía saber que tan grabe era, pero aquello me dolía.

— Escúcheme por favor... — pedi — Yo no tengo nada que ver en esto, tan solo me dijeron que le entregara ese pendrive nada más... Si me deja ir no diré nada...

— Eso a mi no me importa — dijo el arrancando el auto y acelerando con velocidad la inercia undiendome en el negro asiento — Se van a arrepentir de esto. No soy alguien con quien deban jugar — me dijo en seco.

— ¿Qué es lo que está mal? ¿A donde me lleva? — pregunté alterada conteniendo el pánico.

En ocasiones tenia la ventaja de ser una persona muy convincente, pero a este sujeto parecía no importarle nada de lo que yo pudiera decirle o hacer él solo quería ese algo en aquel pendrive y para mi desgracia yo no lo tenía.

La velocidad del auto me comenzaba a alterar aún más si no podía armar una estrategia rapidamente para librarme de él yo estaría prontamente pérdida.

— Eso es lo que está mal — dijo de pronto apuntando el jeep negro que nos seguía detrás — ¿Si tú no fueras importante porque nos seguirán? — preguntó

— Yo no soy importante. Solo tenía que entregarle eso. Ni siquiera conozco a la persona que me lo dio. Solo soy una mensajera. ¿Porque no lo entiende?

— Porque eso a mi no me importa — lanzo fríamente.

— Porfavor — suplique con mis ojos empañados por las lágrimas.

— Silencio, ya no quiero escuchar tus lloriqueos.

Había perdido. Ya no podía sacarle más información, ni convencerle. Mire por el retrovisor y note aquél jeep negro que nos seguia.

«¿Porque lo hacia?» me pregunté «Y de todas las personas en aquel lugar ¿Porque a mí?»

— Cuando estacione el auto vamos a bajar, en silencio y sin quejas — remarcó mientras giraba el volante  — Luego acabaré con tu amiguito — advirtio con una media sonrisa.

Al momento el auto ingreso a un estacionamiento amplio y muy lleno de auto. Él suto se comenzo a estacionar muy lejos de la entrada.

Apenas aparcamos visualize la salida y una garita de seguridad, pero no había nadie en ella y en lo que a mi respectaba no tenia muchas probabilidades de escapar, pero estaba segura que él no se atrevería a dispararme a quema ropa, dudaba que allí hubiera cámaras de seguridad, pero un disparo como ese llamaria la atencion y además  también sabía bien que él necesitaba algo que estaba en mi poder.

SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora