Capitulo 34 Máscaras rotas

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«Scott - gritó envuelta en lágrimas calientes que queman mi frío y oscuro rostro - Scott - gritó una vez más y mi voz es una completa máscara de dolor....

Sentía un enorme vacío que me quemaba por dentro y desgarraba cada oscura parte de mi ser.

El chico que se había robado mi interés y afecto desaparecía en la oscura negrura de la noche. Insistentemente lo buscaba incesante a pesar de saber que sería inútil. Cada segundo que pasaba la desolación y el temor de no poder encontrarlo se acrecentaba aún más, cada minuto, cada momento la imagen en mi mente regresaba, esa imagen de su rostro un rostro lleno de terror y miedo como jamás lo había visto, él sabía que su final llegaría que jamás me vería de nuevo y que todo sería solo un trágico final.

- Scott - lo llamó con esa voz hilarante y llena de terror.

Lo intente lo intente de verdad lo intente, corrí cuanto pude me arrastre en el suelo y a duras penas llegué a tomar su mano pero como siempre no podía hacer mucho, nunca pude y creo que jamás podré disponer de fuerza más de ordinaria o simple física y esa debilidad de la que sólo era capaz fue la culpable para que su mano resbalara de la mía. Lo último que vi fue el horror en sus ojos, "el miedo a la muerte tan conocido para mi y el vacío que yo sentiría sin el"

- Jessica - Escucho mi nombre a lo lejos chocando contra mí como el viento ligero y suave.

- Scott - grito y ya no es Scott quien cae en ese vacío sin final sino Cristián y en ese oscuro vacío también caigo yo viendo la temible figura de Damián siendo iluminada por un encendedor el tiene una notable sonrisa reflejada en la boca.

«No es verdad tú estás muerto»

Aún así ahí estaba él y ahí estaba yo vestida de blanco, un blanco hermoso, pero yo no lo podía notarlo por la inmensa oscuridad que me rodeaba.

- Di adiós Jésica - dice Damián y el encendedor cae al suelo.

El fuego se enciende, extiende y sigue un camino marcado con un líquido inflamable, llegando a mi y yo me prendo fuego... Lanzando miles de gritos y alaridos cargados de agonía y dolor.»

*********

Despierto gritando y de golpe. Estoy completamente agitada, mi respiración es entrecortada. Siento que me estaba ahogando en mi propio llanto.

La cabeza me late como si alguien me hubiera removido y zamarreado para despertar. Entre la oscuridad de la noche veo a Scott quien está frente a mí y me está sujetando de los hombros.

Cuando lo miro Scott me suelta y yo me desplomo sobre la cama. Mi pecho se desarma en fragmentos y me es difícil recomponerme. Apoyo la cara en mis abrazos y exhaló un profundo y agónico suspiro. Veo la oscuridad y los ojos de Damián una vez mas. Las lágrimas resbalan por mi cara. La pesadilla volvía a engullirme y me arrastraba a una profundidad desconocida para mí.

- ¿Jessica estás bien? - Pregunta Scott encendiendo la luz del velador junto a la cama.

Yo no puedo dejar de llorar. Scott toca mi hombro sintiendo como me sacudo violentamente con cada sollozo.

- Fue sólo pesadilla - digo con la voz ronca gracias al llanto.

- Tranquila ya pasó - Dice sobando mi espalda. Sus palabras y su voz suenan tan dulces y pacíficas que me relajan de a poco. - ¿Quieres contarme? - pregunta, pero yo no quiero recordar por lo que solo niego con la cabeza y me acomodo en su regazo aún llorando. Se que aquella paz que el me da es pasajera pero si es lo que necesito para almenos dormir en paz lo tomo.

- Olvídalo entonces. Ya todo pasó ya estás a salvo... - Alienta el, me acomodo en sus brazos intentando recuperar el sueño pero las preguntas llegan con gran facilidad:

SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora