Capítulo: 28 Lo amó

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Pasaron casi cinco horas y comencé a escuchar unos cuantos gritos provenientes de la cocina. Me tensé por completo, llevaba todo el tiempo acostada en la cama sin haber comido nada. Creo que en algún momento logré conciliar el sueño pero mi cabeza solo se llenaba de horribles imágenes que solo hacían que mi vientre sea invadido por olas de nerviosismo que me despertaban. También recordaba vagamente haber soñado con Eleonor y entonces no sabía exactamente si los gritos y golpes que acababa de escuchar afuera de la habitación, eran reales o simples productos de mi imaginación.

Ya despierta abrí mis ojos y los volvi a cerrar consecutivamente hasta dejarlos clavados en el reloj de la pared el cual marcaba las nueve de la noche.

«No estaré aquí mucho tiempo sin comida»: Pensé. Aunque de  todas formas solo  pensar en comer me hacia sentir nauseas y nuevamente me obligaba a levantar de el mullido colchón para lavarme la cara una vez más.

En eso exactamente estaba cuando la puerta se abrio sigilosamente y Eliot apareció sumergiéndose en la oscuridad de la habitación solo disuelta por luz que el baño lanzánba. Apenas me movi de mi lugar cuando lo ví.

- ¿Cómo estás? - preguntó encontrándome parada junto a la blanca bacha y viéndome a la cara.

Sus ojos lucian cansados, estában rojos y surcados por oscuras ojeras demasiado inchadas. Su rostro era todo menos tranquilo, a pesar de que su voz si lo era pero aún así no respondí a su pregunta. Era obvio como me encontraba.

- Toma. Llama a tu mamá o estará preocupada - Explica y me extiende el teléfono de línea - Y... no hagas algo estúpido Jess. - Aconsejo


Asiento con la cabeza y tomó el teléfono de su mano, me siento en la cama y marcó el número de mamá a la mitad. Eliot para mí sorpresa se retiró de la habitación.

Miro el teléfono y luego al suelo. Deslizo mi dedo y comienzo a borrar el número y a marcar el de Cristian.

A lo lejos el sonido de un teléfono móvil de celular comienza a elevar su sonido. Me levanto de la cama sintiendo como el piso de madera chilla bajo mis pies. Me arrodilló sobre el siguiendo aquel sonido que parece provenir de la rendija de el conducto de ventilación.

El teléfono en mi mano continúa marcando y el sonido se escucha aún más fuerte.

De pronto para y la voz en el celular me informa que el celular al cual deseo comunicarme se encuentra desconectado.

Retrocedo de aquella rendija confundida. Mi espalda choca con algo duro, volteo de golpe y el libro junto con el velador en la mesa de noche terminan en el suelo formando un gran estruendo al caer. Maldije por lo bajo mordiéndose el labio inferior.

El corazón me latia con fuerza. Mi espalda choco a propósito contra las duras patas de la cama y ahí me quede estática admirando aquel conducto de ventilación del cual había salído ese anterior sonido.

El celular en mis manos vibra y aquel numero de telefono me está devolviendo la llamada. Trago saliva y suspiró bajó mientras me comienzo a poner de pie con el celular aún en mis manos. Pienso que Cristian está aquí y viene por mi. Me pongo de pie y corro hacia la puerta pero al abrirla mi mirada choca contra la dura figura de Elliot frente a mí.

Sus ojos me ven fijos, son tan oscuros que a pesar de tener la luz brillante tras el no produce ningún efecto sobre ellos.

- Contesta - Ordeno Elliot con voz lejida.

SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora