1. Acepto.

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Suspiro una vez más. He estado toda la tarde con mi padre haciendo cuentas, para ver si algo de nuestra querida empresa puede ser salvada, pero eso sólo sería si alguien la saca a flote, un inversionista.

-Seguiremos más tarde,cielo.- me dice quitandose las gafas y frotando sus cansados ojos- Ve a cambiarte, recuerda que James Denovan viene a comer esta tarde.

-¿Enserio crees que quiera invertir, papá?- pregunto en un susurro desesperado- Estamos en banca rota.- sollozo y mi padre se levanta a abrazarme.

-No lo sé, querida. Pero se nos acaban las opciones.

Dicho esto me manda fuera de su despacho a que me cambie de ropa y me arregle para recibir a otro señor adinerado que pueda salvar nuestra empresa, ya van 5 en este mes y ninguno quiere invertir en Cardeen Inc.

Hace unos años yo era una chica rica y caprichosa, que viajaba por el mundo, tenía millones de amigos e iba a fiestas seguido, eso lo hacía siempre con mi hermano Kendall, ambos estabamos en la universidad que nos preparaba para tomar el lugar de mi padre como cabeza de la empresa que estaba en las primeras 3 mejores del país, primero iba el señor Denovan, luego nosotros y al final Gordo y Farden West. Pero eso terminó cuando le detectaron a mi madre un terrible cáncer que acabaría con ella si no la trataban pronto. Así que mi padre, Kendall y yo estuvimos de acuerdo en que mi padre gastara todo lo necesario en las quimioterápias y medicamentos. Al principio, dijeron que el cáncer se había ido. Pero poco después regresó con más fuerza necesitando más tratamientos, fue tan caro todo aquello que mi padre tuvo que pedir prestado mucho dinero. Y así todo la vida que había llevado se fue al caño, me sacaron de la carísima y prestigiosa universidad, deje de viajar, de ver a mis amigos, de ir a fiestas...y todo para ayudar a mis padres a reponerse del fuerte golpe. Afortunadamente, hoy en día mi madre está viva, pero se siente culpable por lo que pasamos ahora.

Después de todo aquello, nuestro personal se redujo a 1/4 de lo que solía ser, quedandonos con la gente de confianza y muchos aceptaron el no tener paga durante un tiempo.

Por eso ahora buscamos empresarios que saquen a flote todo esto, y hoy toca ver a James Denovan. Seguro es un viejo cascarrabias como todos los demás, nunca lo he visto, pero eso supongo.

Me meto a la ducha y dejo que el agua tibia calme un poco mis nervios.

Cuando salgo me envuelvo en una toalla, me pongo desodorante y salgo en busca de algo que ponerme.

Finalmente me decido por un vestido azul marino liso de tirantes que queda justo arriba de la rodilla, me pongo unas sandalias de correas y ato mi pelo en un moño dejando que se hagan rulos en mi cabello. Mi maquillaje consiste en delineador, rímel y un poco de brillo labial.

Mi puerta se abre dejando ver a mi hermano vestido con un pantalón de mezclilla ajustado, unos mocasines, una camisa azul cielo fajada y su deslumbrante sonrisa, puto Kendall, se veía guapísimo.

-Cath, Denovan está a punto de llegar, dice mamá que bajes.- me dice en tono de fastidio, odia estas cenas tanto como yo.

-Ya bajo.- le aseguro y le doy una sonrisa tranquilizante.

Él se va dejandome sola con mi reflejo en el espejo.

La verdad extraño a la vieja Cath. Esa que salía y hacia amigos por todos lados. Ahora fue reemplazada por una jodida chica con ojeras y llena de responsabilidades, sin embargo, creo que lo mejor que me ha pasado es saber que mi mamá está fuera de peligro y ya no tiene esa puta enfermedad.

Me paro del tocador y salgo de mi habitación. Bajo a la primera planta y ahí me encuentro con mis padres y mi hermano.

-Te ves preciosa, cariño.- me asegura mi padre dándome un beso en la frente.

Casada Con Un DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora