3._ Fallo

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Hunter

"No..., no, no, no, no... ¡Claro que no! ¡Esto no puede estar pasando, esto no puede estar sucediendo, claro que no! Es ella, estamos hablando de ella. No se deja vencer nunca, ¿Entonces cómo es posible que ahora sí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué esta vez? No quiero, no, esto no puede ser real, esto tiene que ser una farsa, un sueño, un maldito sueño, una pesadilla. Quiero que todo sea mentira, que alguien esté jugando conmigo con esto, que alguien esté jugando con mi mente en esta situación, pero sé que todo es verdad.

Yo la tenía sobre mis piernas a pesar de que ella pareciera querer salir corriendo y escapar de todo. Su mirada, quería abrazarla en ese momento y calmarla, pero estaba tan asustado que no pensaba en nada. Su sangre me estaba humedeciendo las piernas y brazos, estaba sangrando demasiado y yo no pude hacer nada por evitar su recuperación.

Sollozo con fuerza al caer sentado en el suelo, apoyado en la pared pero teniendo mi cabeza bastante lejos de esta. Mis manos las paso por detrás de mi cuello con desesperación al no saber que más hacer para alejarme de este sentimiento tan desolador y lastimero, de la gran tristeza en la cual me encuentro sumergido por el conocimiento de su eterna ausencia.

No pude llegar a tiempo, no pude cumplir con mi deber de soldado, de protector, no pude cumplir con mi promesa de protegerla pasara lo que pasara y dejé que esta desgracia sucediera, afectándome a mí y a su familia. Tuve que haber evitado esto, pero me dejé llevar por el malestar creado a partir de la destrucción de un trozo de mi alma.

Tengo algo de responsabilidad en este accidente, aunque no fui el creador de la emboscada, soy el responsable de no haber podido darle de mi sangre con mayor anticipación mas no lo hice sino antes de que se desmayara sino que pensé justo cuando su consciencia ya la estaba abandonando. Soy el responsable de no haberle podido sanar en ese momento tan crucial.

Tengo la culpa, aunque sea muy poca, tengo la culpa de que esto haya sucedido. No tuve que haberlo permitido, así de simple y doloroso.

¿¡Por qué soy tan lento!? Tantos días, semanas y meses de entrenamientos echados a la basura por culpa de esta situación... No merezco el título de soldado, de protector y de mano derecha por haber dejado que mi superior pereciera en mis brazos. Tuve que haber escapado cuando me secuestraron hacia esa montaña, pero me di cuenta muy tarde de la barrera en la cual me tenían atrapado. Si tan solo hubiese sido más rápido, si hubiese llegado un poco antes, si tan solo hubiese podido sanarla y dado de mi sangre antes de que cerrara sus ojos, ella estaría aquí y yo me encontraría descansando y recuperándome, pero ni eso.

Lento, tarado, estúpido, ridículo, idiota, maldito. Yo..., yo..., yo soy una desgracia de ángel de la muerte, una desgracia para el grupo especial, una desgracia que se dejó engañar por quienes creí buenos compañeros y amigos... ¿¡Cómo pude ser tan estúpido!? ¿¡Cómo no pude haberme dado cuenta del engaño que estaba frente a mis ojos!? ¡Faltaba que me echaran la culpa a mí! ¿¡Cómo pudieron ellos tres hacer eso!? ¡Confié en ellos! ¡No es justo! ¡No!

¡No! ¡No! ¡No! ¡No!

— ¡Suélteme! —exclamo al sentir unas manos intentando apartar mis uñas de mi cuello, tomándome de mis muñecas.

— ¡Hunter!

— Suélteme, suélteme, suélteme... —repito ahogado en mi propio llanto, haciendo más presión en mis dedos.

Soy tan culpable como todos. Soy tan miserable como todos. Soy tan idiota por dejarme engañar por todos.

— ¡Hunter, mírame! —Me llaman de nuevo con la misma fuerza de mi voz— Mírame.

Secreto entre lazos: DominaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora