1._ Cambio

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Hunter

El goteo rojo, uno detrás del otro y su voz; una exclamación llena de dolor. Las lágrimas y la frustración de no poder tocarla; los lamentos de una madre.

Su mano engarrotada, completamente tensa y herida. El simple hecho de intentar tener contacto con el cuerpo de Akira, crea una herida bastante grande. Mientras más soportemos y mientras más largo hagamos el contacto, más lastimados acabaremos. Tocarla supone activar un campo de fuerza sumamente fuerte sobre ella, te lastima mediante una onda de calor impresionante que viene acompañado de invisibles puntas que al separar el contacto, te desgarra la piel como un instrumento para preparar carne o tal como un instrumento de tortura.

Se queja nuevamente, agachándose hasta quedar con su espalda apoyada contra la cama; suspira, comenzando a respiran hondo entre inhalaciones largas y bastante lentas. Suspiro al igual que ella, haciendo una mueca al unir mis cejas, fijando mi vista sobe el suelo de madera por unos segundos mientras acostumbro mi mente a la imagen de la mano de Mitsuki.

Ya capaz de volver a verla, me arrodillo frente a ella, colocando mi mano sobre su hombro en busca de llamar su atención ente su negación física y el llanto precipitado que comienza a desbordar de sus labios y ojos. Solloza casi inaudible, con gesto inestable.

Mitsuki, quien con una personalidad parecida a Lisa, ambas con características similares, puede parecer que son demasiado frías, pero está claro que ninguna de las dos lo son. La señora Lisa es más reservada y educada, bastante centrada en la imagen que todos dan; muy parecido al señor Lucas en ese aspecto y he de suponer que es por el entorno de crianza. Mitsuki es más libre, menos reservada, más expresiva, pero no llega a ser tan afectiva como lo es su esposo, aun así, no es de las personas que sufren en soledad sino que se expresan en compañía. Desde que estamos aquí y vimos a Akira, ha pasado demasiado tiempo con ella, incluso descuidando su entorno, faltando demasiado a sus ensayos y sin incluirse en el trabajo de la familia.

No me gusta, a Ronald tampoco, y a nadie de la familia. Soy fiel al límite emocional, cuando se desborda, hay que soltar todo lo que hay adentro, pero tampoco estancarse.

— Eso es horrible, Hunter. Lo que tú sientes en ese estado es horrible. El dolor, la fatiga, el cansancio, todo es molesto —murmura— Mientras más tiempo pase, te vuelves más débil de cuerpo. Conociendo a Akira, sé que su mente seguirá intacta y de eso no me preocupo. No sé qué pasa con ella y porque el campo de fuerza, me tiene preocupada es su salud mental.

La miro, quedándome en completo silencio, suspirando y buscando palabras en mi cabeza, sin encontrar nada que pueda ser de demasiada utilidad. Esta familia que tanto me ha enseñado y tanto que me ha mostrado, no puedo dejarlos solos en este momento a pesar de seguramente tener un castigo demasiado grande sobre mi cabeza por estar faltando al mundo suicida.

— Mitsuki, Akira está bien y está segura —No está perfecta ni con el bien que conocemos—; está bien porque está aquí con todos nosotros y está segura en este lugar por todos nosotros ¿Por qué no sales un rato con Ronald?

— Quiero que Akira despierte —Sonrío suave, con demasiado aire melancólico.

— Mírala, todavía no lo va a hacer y lo sabes. Yo estoy tranquilo, demasiado tranquilo y feliz porque ella está con nosotros así sea en ese estado; de mí no habría sido nada si se perdía y ustedes bien afectados estaría ¿Por qué no sales un rato? No lo has hecho. Aquí queda el señor Richard y estoy yo; estoy seguro que más tarde también estará Asim y Lisbeth, Carolina también, cualquiera de ellos.

— Hunter... —dice con una mueca disfrazada de sonrisa.

— Ve, hoy no voy a salir. Estoy cansado de tanto ir de lugar en lugar, así que yo me quedaré cuidándola.

Secreto entre lazos: DominaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora