NATALIA
Nunca me había sentido completa, realmente desde pequeña sabía que no encajaba, aún así tenía bastantes amigos y eso que nunca había intentado caer bien a los demás. Soy sociable, aunque prefiero estar sola que compartir mi tiempo con otras personas. Tampoco me gustaba estudiar, pero si creerme más inteligente a los demás, por lo tanto, intentaba sacar buenas notas. Pensaba que me había enamorado, pero a medida que el tiempo pasaba me di cuenta de que en realidad, era más dependencia que amor. Mi padre murió cuando tenía 4 años, pero como siempre digo, no puedes echar de menos algo que no has tenido. Mi madre dice que heredé el arte que tenía mi padre, supongo que es verdad. Quise estudiar Bellas Artes, así que, este año será mi tercero en la carrera. No me gustaba demasiado mi vida, pero supongo que es lo normal en una tía de 21 años, además para mejorarlo aún más empezaba las clases de nuevo en 6 días. Al menos tenía a Maria y África, fueron las primeras amigas que tuve en la universidad, afortunadamente eran dos personas increíbles.
Martes.
Eran las 10.43 no sabía muy bien que hacer, bajé a la cocina y estaba mi madre, no tenemos muy buena relación, pero aún así la quiero mucho. Siempre ha estado muy pendiente de mí, preferiría que no lo estuviese, pero veo normal que se preocupe por mí, además supongo que pretendía mostrarme su amor con ello. No necesitaba que lo hiciese, sé que me quería.Buenos días- le dije.
Ella me miró, sonrió y me devolvió el saludo, después añadió- ¿Quieres que te preparé el desayuno?
Contesté- Que va, me voy con María.
Ella asintió.No solíamos hablar mucho, pero ambas estábamos cómodas sin hacerlo, con otras personas me sentiría muy incómoda, pero con mi madre estaba tranquila.
Después de aquella interesante conversación subí a mi habitación, me cambié y peiné. No quería ir maquillada para ir con María. Me solía maquillar, pero me daba mucha pereza hacerlo continuamente.
Al estar lista, baje, me despedí de mi madre, cogí el coche, aunque era una tontería, la casa de Maria estaba a 5 minutos andando, pero eran las 11:37 y me daba pereza tener que andar hasta ahí. Cuando llegué, toqué el timbre y en cuanto María me abrió fui a su cocina. Me dijo- Buenos días.
Yo respondí lo mismo. Yo no era demasiado cariñosa y ella lo sabía, así que cuando nos veíamos como mucho nos dábamos un pequeño abrazo.
María vivía con África, la casa no estaba mal para ser de dos estudiantes. Más o menos la mantenían en buenas condiciones.Al llegar a la cocina vi a África con cara de "si me hablas tal vez mueras, cuidado con lo qué dices" Así que me limité a un corto -Buenas.
Para mi sorpresa ella me contestó con lo mismo, algo le debía de pasar.
Como respuesta le sonreí, no sé si me vio.
Cogí de la nevera la leche, abrí la estantería donde estaban las tazas y cogí una. Cogí los cereales que tenía África y ella puso una cara de enfado que no se creyó ni ella, me reí y me fui con los cereales ya preparados al sofá con María. Empezamos a hablar sobre cosas triviales y pusimos una película. Ella se volvió a dormir, yo miraba la peli con atención, me gustaba, creo que se llamaba "Red Roses"Cuando María se despertó, eran la 13:26. Quedaban unos pocos minutos de peli, los minutos más buenos de hecho. África vino y hablamos sobre pedir algo de comer, yo quería sushi, amaba el sushi, pero ellas preferían pizza. Tampoco me entristecía la idea, la pizza es pizza. Cuando las trajeron, pagamos a medias. Nos las acabamos en menos de 10 minutos. Al acabar me fui a mi casa. Y en eso se resumió mi día.
Viernes
María, África y yo habíamos quedado para salir de fiesta hoy y después irnos las tres a su casa. Nunca he sido de salir de fiesta, pero está noche me apetecía, sería la última de verano. Así que me quería despedir en buenas condiciones, me maquillé y bajé a cenar. La verdad es que no comí mucho, cogí lo primero que pillé y me las ingenié para hacer algo comestible.
Habíamos quedado en que María pondría el coche, pero todas sabemos que acabaré conduciendo yo, digamos que María no se sabe controlar y acaba bebiendo de más. Así que, me vinieron a buscar y subí al coche.–¿Preparada?- Preguntó María como si fuera a la primera fiesta a la que iba.
–¿Tú que crees?- Respondí. África se rió y Maria sonrió.
–¿Dave viene?- Pregunté.
– Sí- contesto África.
Seguimos el trayecto con conversaciones triviales, nada del otro mundo.Dave era como un hermano para mi, realmente no nos parecíamos en nada, pero era tan amable, gracioso y buena persona que creo que era imposible llevarse mal con él.
Al llegar a la casa de la fiesta nos abrió Mar (Marilia) Saludamos a la gente que conocíamos y María nada más llegar se puso a beber, era de esperar. África estaba bailando con un tío, no tengo ni idea de como se llamaba, pero me sonaba su cara. Yo me senté en el sofá con un vaso de vodka, tenía claro que si quería pasármelo bien tenía que beber. Cuando se me subió el vodka me puse a bailar con María, disfrutaba estando con ella, tal vez en otra vida incluso me habría enamorado de ella. Pero no, la conocía demasiado como para quererla de esa manera.
Al pasar unas cuantas canciones me volví a sentar, esta vez en la encimera de la cocina. Desde ahí se veía todo y la música no era muy agobiante. Estaba mirando a Dave, intentaba ligar con una chica, eso me resultó muy gracioso. Todo lo que hacía me lo parecía.
Mi mirada se distrajo y se centro en una chica rubia, casi con el pelo blanco, estaba sentada en el sofá donde estaba yo antes. Realmente era preciosa, estaba sonriendo, no sé a donde, pero su sonrisa sinceramente era increíble. No me sonaba su cara, tal vez era nueva, o alguna amiga de Miki, el anfitrión de la fiesta, aunque por alguna razón él no estaba.
Me dejó intrigada, me parecía una chica muy curiosa. Me parecía raro que no bailase, que estuviera sola, no sé. Considero que no es lo típico. Tal vez en esa fiesta había alguien interesante al fin y al cabo.
Sé que es un poco aburrido, pero los primeros capítulos son un poco de introducción.